Porque así ha sido siempre su estilo político y forma personal de ser, discreto y prudente, y porque además debe estar consciente de que los actuales son tiempos de abonar a la unidad priista para llegar fortalecidos a las elecciones locales y federales de 2018, es que el senador veracruzano Pepe Yunes Zorrilla decidió manejar con muy bajo perfil su designación como presidente de la mesa temática “Programa de Acción” que este miércoles se instaló en Toluca, Estado de México, al dar inicio los debates de la militancia del partido tricolor en cinco sedes regionales del país rumbo a la XXII Asamblea Nacional del PRI.

Por supuesto que esta distinción al legislador nativo de Perote va a generar conjeturas dada la proximidad de la sucesión gubernamental de Veracruz y sabidas sus aspiraciones por participar como candidato del partido tricolor en el proceso electoral del año entrante.

Por lo mientras, no deja de llamar la atención que Yunes Zorrilla haya sido considerado para presidir la mesa temática en el bastión del presidente Enrique Peña Nieto, donde uno de los presidenciables presentes, el doctor José Narro Robles, secretario de Salud, pasó la prueba del aplausómetro al hacer estallar entre los 535 delegados priistas la tradicional porra universitaria del “¡goya, goya, cachún, cachún, ra, ra, ra…!”, en apoyo al prestigiado exrector de la UNAM. 

Según se deduce, por los personajes que presidieron las otras cuatro mesas temáticas instaladas en Zapopan, Jalisco; Campeche, Campeche; Saltillo, Coahuila, y Mazatlán, Sinaloa, la designación de Pepe Yunes habría sido en correspondencia al peso político del grupo de poder con el que está muy identificado el priista peroteño, y por el cual preside también en el Senado de la República la Comisión de Hacienda, concesión legislativa que en su momento se llegó a adjudicar el gobernador Javier Duarte de Ochoa ante el inocultable enojo del peroteño, ya que todo mundo sabía de la afinidad y cercanía de Yunes Zorrilla con el actual canciller Luis Videgaray y el titular de la SHyCP, José Antonio Meade, sus excondiscípulos en el Instituto Tecnológico Autónomo de México (ITAM), los cuales forman parte de una de las dos corrientes más influyentes al interior del gobierno de Peña Nieto, a la que está vinculado también Enrique Ochoa Reza, quien hace un año pasó de la Dirección de la Comisión Federal de Electricidad a la dirigencia nacional del PRI, donde sustituyó a Manlio Fabio Beltrones Rivera, el cual decidió salir luego de perder 7 de las 12 gubernaturas disputadas, entre ellas la de Veracruz.

Y es que así como al grupo de Videgaray y Meade le dieron la presidencia de la mesa temática que encabeza Pepe Yunes en Toluca, al exdirigente Beltrones le asignaron la de “Visión de Futuro” que sesiona en Zapopan, Jalisco, y al secretario de Gobernación, Miguel Ángel Osorio Chong –el presidenciable mejor posicionado entre la militancia priista según las encuestas, y quien es el contrapeso de Videgaray en el gabinete del presidente Peña– le fue cedida la de Estatutos, instalada en Campeche, la cual es conducida por la diputada federal Carolina Viggiano, una hidalguense muy allegada al titular de la SEGOB y que es esposa del actual gobernador de Coahuila, Rubén Moreira. 

Por cierto, en la mesa que preside Yunes Zorrilla fue electa como escrutadora la diputada federal Silvana Beltrones, hija de Manlio Fabio y cónyuge del senador del PVEM, Pablo Escudero, actual presidente de la mesa directiva del Senado de la República, a quien le une una gran amistad con su camarada veracruzano.

EXHIBEN A BUGANZA

Circuló este miércoles, en las redes sociales, un grave señalamiento en contra del exsecretario de Gobierno y extitular de la SIOP, Gerardo Buganza Salmerón, que nosotros  francamente nos resistimos a creer. 

Y es que el diputado local con licencia –quien fue electo a la LXIV Legislatura del estado por la cómoda vía plurinominal postulado por el PVEM y que de inmediato se declaró “independiente”–, está siendo acusado de pretender vender una camioneta que presuntamente recibió de la SEGOB para la atención de sus hijas que residen en la Ciudad de México.
De acuerdo con esta versión, dicha Suburban es una de las tres camionetas de ese tipo que recibió como Secretario de Gobierno desde el 2011 y sólo devolvió una blindada, que él utilizaba, luego de que el 29 de septiembre de 2015 le fue exigido mediante el oficio número U.A./R.M./254/2015 que la entregara, según instrucciones giradas en ese entonces por Flavino Ríos Alvarado, quien lo había sustituido en la SEGOB.
Este asunto trascendió porque a su esposa Elizabeth Torio Ramos (Betty T. de Buganza) se le ocurrió exhibir en su cuenta de Facebook la camioneta Suburban que tienen en venta.

No han faltado, por supuesto, los detractores del expanista que se han aprovechado de este incidente para pedirle al gobernador Miguel Ángel Yunes Linares que investigue las irregularidades que presuntamente cometió Buganza Salmerón como secretario de Gobierno y de Infraestructura y Obra Pública en la administración de Javier Duarte de Ochoa, pues acusan que “el enriquecimiento del ahora diputado plurinominal con licencia es evidente”.
Y es que recuerdan que en el 2010, el exaspirante a la gubernatura sólo contaba con tres vehículos registrados en la Ciudad de México, de los cuales él utilizaba un automóvil Camry, de la marca Toyota, y que hoy, además de las dos Suburban en venta, posee una camioneta Jeep blanca en la que solía transportarse, así como otros cinco automotores más. 

Seguramente Buganza, que es uno de los pocos exfuncionarios duartistas que no han sido llamados a rendir cuentas, va a aclarar todo esto.