Yunes Landa así como ha perdido, lo ha ganado todo y curtido en sus victorias y derrotas, se ha convertido en una seria opción para lo que pudiera venir, ante la complicada situación que vive la entidad bajo la tutela del Gobierno del Cambio, que según lo dicho por el propio parlamentario en el marco de su quinto informe de actividades legislativas, resultó ser un fraude para las y los veracruzanos.
El choleno se ha convertido en serio un peligro para los vientos sucesorios dentro del Acción Nacional y el Partido de la Revolución Democrática que si otra cosa no pasa caminarán nuevamente en alianza.
Sin temor alguno, el senador será el encargado de poner en jaque y deslegitimar a esta administración bianual la cual ya llamó cuadripléjica, sorda, ciega y muda, además de que en medida que pase el tiempo, irá fortaleciendo sus aspiraciones de volver a ser el candidato a la gubernatura asegurando “yo sí puedo”.
Se tiene que decir, para muchos sectores priistas ya sea por acuerdos o por turno, el candidato natural del Revolucionario Institucional es y será José Yunes Zorrilla.
A Pepe ya le toca.
Sin duda.
Pero mientras el CEN del PRI no defina ni el método, ni el candidato, es Héctor Yunes quién irá aumentando sus posibilidades, ya que fiel a su estilo será el personaje que señale, muestre y exponga todos los errores de su primo el gobernador quién prefirió no responder a lo que llamó “insultos”.
En fin, sea o no sea el candidato, Yunes Landa será factor primordial en la sucesión jarocha, Héctor es un hombre astuto y negociador y en la antesala de la próxima gubernatura, será un actor útil, efectivo e indispensable para la concentración electiva ya sea para el proyecto Veracruz o para los planes nacionales.
Y es que así como Yunes Linares en el pasado proceso electoral era de cuidado porque se jugaba prácticamente el todo por el todo. Así, hoy por hoy se encuentra Yunes Landa encuerdado, imparable, sin nada que perder, pero eso sí, mucho por ganar.
Ya veremos qué es lo que pasa.
Lo primero es que se pongan de acuerdo.
POR CIERTO, gracias a los óptimos resultados que hasta ahora ha entregado al frente de la Secretaría de Desarrollo Social (Sedesol), Anilú Ingram Vallines ha logrado incluir a la iniciativa privada a la cruzada que, desde la Federación, se ha emprendido para reducir la pobreza en el estado.
De esta manera dos grandes empresas, Banamex y Cemex, se han sumado a la dependencia federal a fin de ayudar a centenares de veracruzanos a tener una vivienda digna, por lo que a través del Programa de Empleo Temporal, en Cosoleacaque, se hizo la primera inversión para construir pisos firmes y mejorar los techos de varias viviendas y afortunadamente el mismo trabajo se hará en otros municipios.
Pero Anilú Ingram no solo ha sumado a los empresarios, sino también a otras dependencias federales como la Secretaría de Educación y la Procuraduría Federal del Consumidor. Con la primera, hoy las madres y padres que tienen a sus pequeños en las instancias infantiles, tienen el beneficio de que podrán acreditar su primer año de preescolar, por lo que además de tener a sus hijos muy bien cuidados, ahora tendrán ya un avance en su educación.
Y con la Profeco, se capacita a beneficiarios de diversos programas sociales para que sepan cómo verificar los precios de la canasta básica y, sobre todo, denunciar si es que hay algún abuso.
Así, como bien lo dice la titular de la Sedesol en el estado, se trabaja de la mano de la iniciativa privada para cambiar la vida de los veracruzanos.
No cabe la menor duda que la guapa delegada es una de las funcionarias públicas mejor calificadas y gracias a su gran trabajo se le augura un excelente futuro.
Esperemos.
@IvanKalderon |
