Sólo que Yunes Linares, simplemente, no lo ha hecho. Mantiene sin dirección, descabezada, a la CEAIVD, pues inexplicablemente ha sido completamente omiso para realizar el nombramiento. Como si prefiriese que se mantuviera así, al igual que otro de los organismos estatales de promoción y defensa de derechos humanos, el Instituto Veracruzano de las Mujeres, que tampoco cuenta con titular desde que inició la presente administración.
Mientras estos organismos, que deberían brindar apoyo y atención a sectores vulnerables y a las víctimas del delito, permanecen en esta situación, en Veracruz continúa desatada la violencia, de norte a sur del territorio, afectando a la toda población en general, y en particular a las mujeres.
Solamente en el mes de agosto, se reportaron 23 asesinatos de mujeres, de los cuales 17 reúnen las características para ser considerados como feminicidios, mientras que otras 24 mujeres desaparecieron, según datos aportados por el “Proyecto Asesinatos de Mujeres y Niñas por Razón de Género. Feminicidio en la entidad veracruzana”, de la Facultad de Antropología de la Universidad Veracruzana.
A su vez, los colectivos de búsqueda de desaparecidos denuncian nulos avances en las investigaciones y acusan indolencia, apatía e ineptitud por parte de la Fiscalía General del Estado.
Lo que es inocultable es el absoluto desinterés del gobernador Miguel Ángel Yunes Linares por hacer que funcione la Ley Estatal de Víctimas y por brindarles la atención institucional a la que el Estado está obligado, por razones que solamente él conoce, pero que no tienen justificación bajo ningún argumento. Y en la misma situación se encuentran las mujeres veracruzanas violentadas. Que se las arreglen como puedan, parece ser la consigna.
Y a la nueva clase gobernante eso parece importarles muy poco. Ellos viven en su mundo de caramelo. Aunque el mundo de la mayoría de los veracruzanos sea uno de auténtico horror. Exactamente igual, o quizás peor, que antes.
Email: aureliocontreras@gmail.com
Twitter: @yeyocontreras |