Veracruz es rehén de la violencia.
Es un estado sin ley. Está a merced del crimen. Tan solo este miércoles negro Xalapa vivió el horror de tres ejecutados arrojados a la vía pública descabezados con símbolos “patrios”.
Eso fue en horas de la noche ya que a media tarde fue correteado Antonio Mota Pérez, “El Cucharas” otrora escolta de Fidel Herrera y Javier Duarte, quien buscaba escapar en su motocicleta hasta que fue ejecutado prácticamente a un costado de la Catedral metropolitana.
Ya en horas de la noche una intensa movilización policiaca se sucedió en Plaza Animas, al pie de una exclusiva zona residencial ante la presencia de encapuchados.
La respuesta del gobierno no se dejó esperar.
De inmediato empezó a operar la caja china adelantando que la Fiscalía General había citado al ex gobernador Fidel Herrera para que declarara en torno a medicamentos clonados.
Urgía apresurar la corriente distractora, una cortina de humo, ya que en paralelo los senadores Pepe y Héctor Yunes, el dirigente estatal del PRI en la entidad Renato Alarcón y representantes legislativos de las bancadas priistas, tanto federal como estatal, denunciaron ante el Senado de la República la entrega de despensas a damnificados con la etiqueta “Yunete”, lo cual mereció la condena nacional y de la propia Presidencia de la república.
Ello al tiempo que exigieron que las elecciones para la renovación gubernamental las organice el Instituto Nacional Electoral y no el OPLE, que encabeza Alejandro Bonilla, ex priista hoy incondicional del Gobernador Miguel Angel Yunes Linares.
Ya por lo pronto “Yunete” carga tres denuncias en Fepade por el uso electoral en la entrega de víveres y nadie se traga el cuento de que nunca supo Yunes Linares de este operativo que, tras bambalinas, operó su hijo del mismo nombre, aspirante a la gubernatura.
Mientras el PAN, en voz de su dirigente Pepe Mancha, responde al estilo del jefe informando que ya presentó una denuncia contra Héctor Yunes por un desvío de mil 300 millones, pobre.
Con tales acometidas no dejan ver más que la desesperación que los embarga.
En fin que todo un lío se registra en una entidad donde la ingobernabilidad es el signo de los tiempos. Ello por más que sus defensores, en particular cierta prensa porteña que señala a todos los que denuncian y censuran a Yunes Linares –particularmente los periodistas- como “¡Duartistas chayoteados por la Guajolota!”
Ellos –esos periodistas rojos “comprados por Fidel y Javier”- son los responsables de gestar un estado de desorden social.
Escriben esos defensores porteños en sus amarillentas notas plagadas de improperios -se entiende que por mandato del patrón- ofensas y calificativos ignorando que todo Veracruz es atropellado por el mal gobierno.
La crisis, sin embargo, no para.
Más allá de la inseguridad pública está la quiebra técnica que vive la entidad. Y es que a la par de la inseguridad hay hambre, hay desempleo y no hay dinero ni para pagar los gastos del día a día.
Por ello la inconformidad crece. Se acrecienta de cara a un inclemente mandato signado por el autoritarismo que de un plumazo borró el adeudo por más de seis mil millones que tiene con empresarios, constructores, comerciantes y prestadores de servicios.
De la noche a la mañana quedaron sin vigencia contratos y promesas de pago. Desaparecieron los fideicomisos creados por Duarte para pagar. El gobierno del estado dejó de comprar a empresas veracruzanas y no transparenta en que utiliza los recursos, reclama Coparmex.
Mientras Sefiplan se niega a dialogar con los proveedores desesperados por la falta de liquidez y –tal como pregunta Pepe Yunes- ¿Dónde o en qué se utilizaron 8 mil millones de pesos en cuentas bancarias a favor del gobierno?
Veracruz transita hacia el último trimestre del año. Va rumbo a la nueva propuesta de presupuesto que, sin duda habrá de rebasar los cien mil millones de pesos.
Este año el Congreso del estado aprobó un presupuesto de Egresos que ascendió a 101 mil 998 millones 714 mil 76 pesos, que no se sabe bien a bien cómo se aplicaron, cuánta obra se hizo y quienes fueron los beneficiarios ya que no se ve nada por ningún lado y siguen –como gritos en el desierto- los reclamos ciudadanos de que entremos en una normalidad democrática.
Que se reactive la economía y que para el 2018 se produzca, tal como lo adelanta el senador José Francisco Yunes Zorrilla a través de su secretario técnico de la Comisión de Hacienda del Senado de la República, Rafael Grajales, un crecimiento económico que permita la reactivación de la propia economía familiar.
Viene un nuevo paquete económico y “Se anticipa un aumento en los ingresos presupuestales a nivel nacional de 3.6 por ciento real para 2018, respecto a la cifra aprobada en 2017”.
Y esta evolución se explica en buena medida por el crecimiento económico y un desempeño de los ingresos tributarios durante 2017 mejor al esperado”.
En fin que Veracruz forma parte de ese promisorio desarrollo.
Acaso solo falta la voluntad política y la apertura al diálogo. A final de cuentas todos queremos lo mismo para Veracruz fuera de filias y fobias.
Tiempo al tiempo.
*Premio Nacional de Periodismo |