Algo tienen los caballos que fascinan… no sólo a los pobres mortales como yo... también a nuestros políticos.
Quizás a muchos no les diga nada el nombre de “Cascabel”, pero sí a los amigos que nos ven en Juan Rodríguez Clara y toda esa bella región. El último recuerdo que se tiene de “Cascabel”, un hermoso caballo blanco, es su paso lento, triste, acompañando al cortejo que daría cristiana sepultura a su dueño, Gregorio Barradas, quien había sido asesinado. “Cascabel” es el mejor recuerdo que se tiene de este panista, porque de su viuda, Xóchilt Tress, es amarga la memoria.
También hay chistes políticos de cuacos: Nadie recuerda el nombre del caballo que le cayó encima a Ricardo Landa, entonces subsecretario de Gobierno… pero dicen que esa caída fue el Karma, porque antes, Ricardo Landa le había caído encima a “una Paloma”.
¡Quién no recuerda a ese noble bruto que vino desde Las Choapas! Sí, de seguro se acuerdan de Renato Tronco Gómez… ¡él no es el noble bruto!, me refiero a su caballo “Tentación”, con el que llegó al edificio del Congreso local cuando rindió protesta como diputado… ¡Renato!, no el caballo.
Por cierto, según palabras del mismo Renato Tronco en una entrevista, el entonces gobernador Fidel Herrera Beltrán le regaló un cuaco valuado en casi millón de pesos bajo el pretexto de que el mandatario recibía muchos regalos de ese tipo.
¿Regalos de ese tipo? El comentario ni vendría al caso de no ser por un detalle curioso: parafraseando la canción, diría: “por la lejana montaña, van cabalgando dos jinetes…” Digo esto después de ver una foto en la internet donde aparece Pancho Colorado y a su lado, el entonces gobernador Fidel Herrera Beltrán.
Sólo para estar al tanto: Pancho Colorado es un empresario veracruzano que hizo grandes negocios en el Gobierno de Fidel Herrera, pero que purga condena en Estados Unidos al ser acusado de “lavar dinero” para el narco a través de la compra de ¡caballos de carreras!
Total que las bellas historias de caballos las vino a aderezar Karime Macías, esposa de Javier Duarte, cuando nos enteramos que se habla de un posible desvío millonario de recursos para que la señora pudiera tener, además de una buena cantidad de caballos finos, un club hípico donde pudiera practicar su segundo deporte favorito, como es la equitación…
Sí, dije que la equitación es su segundo deporte favorito, porque a como van las investigaciones de la fiscalía, todo indica que su primer deporte favorito ¡es el jineteo de los recursos de los veracruzanos!
Es claro que con Javier Duarte y Karime Macías, la corrupción cabalgó en caballo de hacienda por Veracruz.
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