Pensamos sinceramente que los alcaldes de la actual administración, que están siendo investigados por el Órgano de Fiscalización Superior (ORFIS) por haber cometido actos de corrupción (saqueos), especialmente priistas, no pasarán a formar parte del equipo de operadores políticos del PAN para sacar adelante la campaña del hijo del gobernante Miguel Ángel Yunes Márquez, a cambio de impunidad, como se viene advirtiendo.
Conociendo la forma de capitalizar estas circunstancias a su favor, de parte del gobernador panista, no faltan quienes piensan que los alcaldes corruptos de las administraciones que van de salida, como lo hicieron en el anterior proceso electoral los diputados federales y locales a cambio de impunidad, trabajarán en la elección que viene en contra de su partido para complacer a quien manda en Veracruz y así libren la cárcel. Pensamos que no será de esta manera.
Un ejemplo:
Hace unos días, el alcalde electo de San Andrés Tuxtla, Octavio Pérez Garay, presentó una demanda ante la Fiscalía General del Estado, asegurando que el actual munícipe Manuel Rosendo Pelayo, “Chendo”, pudo haber manejado el mismo esquema de “empresas fantasma” para desviar recursos públicos que el del exgobernador Javier Duarte. Por esta razón interpuso dos denuncias en contra del actual presidente municipal, así como contra los funcionarios municipales que resulten involucrados.
En una de las querellas, Tavo Pérez asentó en su demanda que hay 15 empresas fachada a las que la administración de Manuel Rosendo adjudicó diversos contratos en la Comisión Municipal de Agua Potable, recurso que involucra al alcalde así como a funcionarios de dicho órgano. Observó que las empresas “fachada” están señaladas en documentos expedidos por el Sistema de Administración Tributaria (SAT) como irregulares, información que fue incluida en las pruebas ante el organismo a cargo de Jorge Winckler Ortiz, pues una incluso es una pensión de estudiantes que en el papel otorgó más de 20 servicios al ayuntamiento.
Comentó que el otro recurso legal, que se interpuso ante la Fiscalía Especializada en Materia de Delitos Relacionados con Hechos de Corrupción, se desprende de una adjudicación directa a la empresa Luminarias de Veracruz S.A. de C.V., con un contrato de 36.9 millones de pesos. Detalló que además del munícipe esta denuncia también involucra al comité de adquisiciones del ayuntamiento, ya que se trata de un servicio que no se está cumpliendo como corresponde.
Octavio Pérez, quien por cierto compitió por la vía independiente y ganó, asegura que a las pruebas que presentó ante la Fiscalía General del Estado para dar soporte legal a su denuncia, son documentos que llegaron a su hogar en un sobre cerrado, mismos que investigó antes de acudir a la FGE.
Esto último es a lo que queremos llegar. En San Andrés Tuxtla todos los ciudadanos saben que Manuel Rosendo Pelayo fue favorecido por el Congreso anterior con la autorización de un crédito de casi 200 millones de pesos, dizque para obras de su administración, que no hizo una sola y solo dejó endeudada a la administración municipal, a todos los sanandrescanos, por lo que no lo pueden ni ver y están dispuestos a denunciarlo si tienen alguna prueba en su contra.
Entonces, ¿con qué cara va a ir Manuel Rosendo a pedir el voto para la gubernatura a favor del hijo del actual gobernador, un panista? Lo mandan de regreso por donde vino. No, lo que sí va a pasar es que a todos esos ratas que en sus municipios los repudian van a tener que pasar a la báscula del llamado “vómito negro”, entregando lo que el ORFIS les haya detectado de desvíos de recursos y con eso ganarán, cuando menos de momento, impunidad para que se vayan a sus casas, tal como llegaron a las alcaldías hace cuatro años, con una mano atrás y la otra por delante, refunfuñando de su suerte por haber saqueado las arcas municipales para beneficio de un político hasta de otro partido. Eso sí creemos que pasará, ni duda cabe.
Ya chole con los calzones de Duarte
Las menudencias, o artículos, muchos de ellos caros, que encontraron en la bodega de Córdoba propiedad de Javier Duarte de Ochoa, por enésima ocasión son motivo de intento de escándalo mediático.
Imagínense paisanos que, en un estado incendiado por las brutales acciones de la delincuencia organizada en contra de los ciudadanos, con el pendiente de someter a la acción de la justicia a docenas de rateros de la anterior administración (que se llevaron cientos y hasta miles de millones de pesos), personal de la Fiscalía General del Estado se entretenga haciendo un minucioso recuento y luego publicando el contenido de las más de mil cajas que fueron descubiertas en esa bodega que dejó Duarte en la ciudad de Córdoba, bajo el resguardo del diputado priista Juan Manuel del Castillo, quien a cambio de impunidad dio parte del inmueble y entregó las llaves del mismo.
Según la larga lista, ahí encontraron al menos 115 cuadros; un folder con pergamino del papa Benedicto XVI quien pide la bendición apostólica a Javier Duarte y Karime Macías; dos folders más con fotografías del Papa bendiciendo al matrimonio y sus hijos, fechadas el 10 de enero y el 22 de agosto de 2011; óleos de pintores como Leticia Tarragó; una fotografía en blanco y negro titulada Moisés Mansur Rejoneador, “con dedicatoria para mis hermanos Javier y Karime”; varios cuadros de la familia, el óleo de Javier Duarte que aparecía en la columna “Casa Veracruz” que escribía Karime; una fotografía de Duarte y Beatriz Paredes con la leyenda “no fallarle al Pueblo” y diversas litografías… una colección de pantaletas con florecitas de colores, ¡ah no!, eso ya no, pero tonterías como esas hacen que se inviertan recursos humanos y tiempo de elementos de la FGE cuando hay cosas mucho más importantes que atender.
Entiendan que a nadie, de los veracruzanos, les interesa ese tipo de babosadas, de información morbosa; lo que quieren es saber que les incauten propiedades y las fuertes sumas de millones de pesos que se robaron y el dinero se reintegre a las arcas del gobierno estatal para comenzar a pagar a los empresarios que tanto les adeudan y por lo que muchos han cerrado sus negocios dejando en el desempleo a cientos de paisanos, ver que las propiedades son rematadas y el dinero puesto en la caja de caudales de la Sefiplan, no que nos quieran dar atole con el dedo, eso no funciona, ya pasó la sorpresa y la indignación, las cosas verdaderamente importantes requieren atención inmediata de las autoridades. Aplíquense, pónganse a gobernar eso sí se lo vamos a reconocer, hasta en las urnas, vaya.
Sin ser pitonisos, lo advertimos
El pasado 27 de septiembre en este mismo espacio de Apuntes lo dijimos:
Aunque no existe oficialmente una bien delimitada temporada de huracanes y tormentas tropicales, para las personas de la tercera edad en Veracruz, especialmente del campo, del 25 de septiembre al 15 octubre es cuando más se presentan estos fenómenos naturales.
¿Qué sigue en Veracruz después de los sismos que hemos padecido, en términos de problemas generados por la naturaleza? Pues, esos huracanes y tormentas y ya los tenemos a la vuelta de la esquina.
Generalmente, los huracanes golpean la costa y al entrar a tierra se degradan para convertirse en tormentas tropicales, pero las cantidades de lluvia que descargan se convierten en demoledoras masas de agua que destruyen todo a su paso: vidas humanas y vida animal, viviendas, siembras, puentes, poblaciones completas, como ya hemos sufrido en otros tiempos.
Y ante los fenómenos que históricamente hemos padecido, como el paso del huracán Katia que tocó tierra el pasado 7 de septiembre, a 20 kilómetros de Tecolutla, y que se debilitó a categoría uno, de acuerdo con un reporte del Servicio Meteorológico Nacional (SMN), dejando a su paso destrucción y decenas de damnificados, es necesario que las autoridades estatales de Protección Civil se pongan las pilas y tomen las medidas necesarias a fin de evitar posibles desastres resultado de las fuertes precipitaciones pluviales que se forman en las zonas altas de las sierras y regresan a través de los llamados ríos de respuesta rápida convertidos en feroces destructores.
Sólo la inexperiencia de quienes tienen en sus manos responsabilidades relacionadas con los problemas que ocasionan estos fenómenos naturales, particularmente, la Secretaría de Protección Civil, en manos de la arquitecta Yolanda Baizabal Silva (nada que ver con El Cisne o el repugnante Deantes), permiten que irresponsablemente no se trabaje en la implementación de medidas preventivas suficientes para salvar vidas.
Los veracruzanos no hemos visto una sola reunión de funcionarios de esa dependencia con los de Seguridad Pública, representantes del Ejército, de la Secretaría de Gobierno y otras, dedicadas a analizar dónde se encuentran asentados núcleos poblacionales en riesgo, en las zonas ribereñas de ríos que tradicionalmente crecen y se desbordan o en las laderas de los cerros, diseñando estrategias de reubicación, de orientación a los posibles afectados, de auxilio e instalación de albergues… No hay nada.
Ojala nos equivoquemos, pero la sabiduría de los viejos es infalible.
Y ante esto, lo más seguro es que lo que viene, los desastres naturales provocados por fuertes precipitaciones, nos agarrarán como al Tigre de Santa Julia, por novatos e irresponsables… Y no nos equivocamos.
REFLEXIÓN
No es posible, se trata de un berrinche, una necedad o una manera de hacernos sentir quién manda en Veracruz, en el sentido más autoritario de la palabra. Nos referimos a la resistencia que pone la Fiscalía General del Estado para entregar las despensas que indebidamente les quitaron a los directivos del Colegio de Ingenieros de Veracruz… ¿Que deben presentar las facturas de compra de esos artículos para que le sean devueltos? Carajo, si no se los decomisaron, se los robaron. Escríbanos a mrossete@yahoo.com.mx formatosiete@gmail.com www.formato7.com/columnistas |