Un acto sólo entre panistas y yunistas no tendría mayor interés ya que sería prácticamente un monólogo porque los diputados blanquiazules están reducidos a unos simples subordinados del Palacio de Gobierno, exactamente igual que como ocurría con el priismo cuando tenía el poder.
Pero más allá de la forma, lo interesante será saber el contenido.
En realidad no se puede pedir mucho a un gobierno de sólo dos años que heredó una cuantiosa deuda pública de la cual se derivan muchos otros problemas, por no decir que todos. Sin gasolina no puede andar el coche por muy caro y lujoso que sea. La experiencia histórica nos enseña que ni siquiera los gobiernos de seis años han podido resolver todos los problemas, si bien en algunos casos se han podido contener o se han atenuado.
Grandes y falsas expectativas, su problema
Creo que el problema de Yunes Linares es que su crítica sistemática contra Fidel Herrera Beltrán y Javier Duarte de Ochoa así como sus promesas de campaña y de que tan sólo porque él llegara al gobierno todo iba a cambiar despertaron altas pero también falsas expectativas debido a lo cual los veracruzanos esperaban mucho de su gobierno.
Quién sabe si esté consciente que en realidad no ganó porque fuera el más simpático o el más guapo (eso decían muchas mujeres que era antes de que las dejara sin trabajo al despedirlas del gobierno), sino porque la gente estaba harta de Duarte y toda su pandilla y Miguel era el único que ofrecía castigarlos con severidad. O sea, ganó gracias al hartazgo, a la inconformidad, no porque fuera popular.
Habrá que esperar su balance sustentado en hechos para contrastar los resultados con todo lo que ofreció en campaña y el día en que rindió protesta, y entonces se podrá una evaluación seria.
Soy de los que he venido comentando que hay mucho desencanto con su gobierno, o sea con su actuación como gobernador, porque varias cosas que prometió para favorecer a los veracruzanos no sólo no las cumplió sino que tomó medidas contrarias como en el caso de los miles de despedidos del gobierno que además habían confiado en él y le habían otorgado su voto porque les había dicho que no los afectaría. No se lo perdonan.
Otra falla fue haber prometido que en seis meses acabaría con la violencia y la delincuencia y hoy Veracruz vive con temor y está bañado en sangre, mucha de pacíficos ciudadanos a los que el Estado tiene la obligación de proteger. A mi juicio, este es el más grave problema de Veracruz y no hay visos de cuándo se vaya a resolver.
Aunado a este problema, incumplió su anuncio de campaña de que llegaría a la Secretaría de Seguridad Pública un general del Ejército, se supone que todo un experto en el combate a la delincuencia, y terminó nombrando para el cargo a un viejo amigo personal y subordinado suyo.
Creo que por esto último se tomó con muchas reservas e incluso con incredulidad el anuncio de que va a llenar de cámaras de vigilancia buena parte del territorio estatal. Como veracruzano, deseo que sea cierto y cumpla y con ello bajen los índices de hechos delictuosos para que vuelva un poco de tranquilidad a las familias que viven con el temor de ser unas víctimas más.
No es cosa menor que ya pronto se llegará a un año de gobierno y no se ha pagado a proveedores y prestadores de servicios, ni a la Universidad Veracruzana, y que no hay presupuesto aprobado para este año ni se rinde cuentas en el Congreso sobre la situación real de las finanzas del Estado.
Pero ya tiene logros materiales importantes
Sin embargo, tiene que reconocerse que tiene sus logros materiales, y que aunque Fidel y Duarte le dejaron las bases de muchas obras y él se está concretando a concluirlas, no se le puede restar ningún mérito que ya haya empezado a entregar las más sentidas y anuncie otras, que se confía que las haga y no caiga en lo mismo que Fidel y Duarte que o las anunciaron y no las hicieron (como la autopista Xalapa-Córdoba o la ampliación del aeropuerto del Lencero) o que las iniciaron y las dejaron apenas empezadas o a medias pero sin concluirlas.
Ahora mismo he escuchado palabras de reconocimiento por la celeridad con la que están reconstruyendo con material de calidad la carretera de Xalapa a Coatepec, o por la puesta en funcionamiento del otro tramo del libramiento de Cardel que agiliza la conexión Xalapa-Veracruz, o por el anuncio que hizo de que reconstruirá la carretera Coatzacoalcos-Minatitlán, así como por otras obras en diferentes puntos del Estado que ha estado visitando para supervisar su construcción.
Todas son importantes, pero, a juicio mío, la gran obra del bienio, por el sentido social que tendrá, será el hospital de Soledad Atzompa, que el viernes pasado, cuando lo visitó, dijo que quedará concluido antes de que termine el año (la foto aérea de la obra enclavada entre las montañas me impresionó verdaderamente, porque conozco la zona).
Acompañado del Secretario de Salud, Irán Suárez Villa, dijo que dará servicio las 24 horas todos los días del año y contará con áreas de Rayos X, ultrasonido, salas de expulsión, y de farmacia. Era de las obras que había sido abandonada. Se anunció que costará 80 millones de pesos concluirlo y ponerlo en operación.
Quienes hemos recorrido la Sierra de Zongolica sabemos lo que significará la obra y el servicio que dará a miles de indígenas ancestralmente abandonados, hasta ahora (recuerdo que en la campaña de Patricio Chirinos atravesamos –yo era reportero– Atzompa y Xoxocotla rumbo a Zongolica en la batea de una camioneta con su entonces coordinador de campaña Miguel Ángel Yunes Linares y conocimos la crudeza del abandono de esos pueblos).
Inseguridad y violencia siguen pesando
La obra material lo ayudará a equilibrar un poco el desbalance por sus negativos como la inseguridad, y hará que no llegue con las manos vacías al Informe. Sin embargo, le seguirá pesando en contra que su gobierno no pueda con la inseguridad y la violencia.
Si no hubiera prometido, ofrecido o comprometido de más en su campaña, tal vez habría mejor percepción de su gobierno. Como extra, creo que también gravita en su contra su determinación de que sea su hijo quien lo suceda. Si hubiera optado por otro allegado suyo o un panista distinguido, el mismo Julen Rementería, pero no un familiar de sangre, también tal vez estaría mejor en la aceptación ciudadana.
Esperemos a saber qué nos dice en su informe.
Héctor sigue trotando
El senador Héctor Yunes Landa no para. Ayer anduvo por Los Tuxtlas atendiendo a los damnificados por las inundaciones a causa de las lluvias. Ya se supo que el sábado pasado no asistió al desayuno con exdirigentes estatales previo al Consejo Político del PRI porque tenía programada a la misma hora una reunión con productores y delegados federales. Y el próximo sábado junto con Pepe Yunes seguirá buscando la unidad y la fortaleza de su partido cuando se reúnan con la militancia de Pánuco en el extremo norte de Veracruz
Carajo. Mientras, el exdirigente estatal del PRI, Jorge Carvallo Delfín, envió un comunicado diciendo que Héctor y Pepe Yunes tienen secuestrado al PRI (?). ¿Qué acaso no fue eso precisamente lo que él hizo con Fidel Herrera Beltrán cuando éste lo nombró dirigente estatal en lugar de Pepe? En lugar de cerrar filas cuando más unidad se necesita, Carvallo propicia el divisionismo manejando su propio candidato a la gubernatura en la persona del alcalde de Orizaba Juan Manuel Díez Francos, un proyecto sin ninguna viabilidad. En cambio, los fidelistas ya dieron color como lo demostró la presencia del dirigente estatal del Partido Verde, Marcelo Ruiz, en la comida que la “sociedad civil” le ofreció a Pepe Yunes el sábado. |