A Dante lo conocimos cuando era delegado estatal del INJUVE, con extraordinarias relaciones en la Secretaría de Gobernación, y en la Presidencia de Luis Echeverría Álvarez. Una de sus primeras aspiraciones políticas se vio truncada por el grupo de jóvenes hernandezochoístas y no logró ser candidato a la presidencia municipal de Córdoba, se la dieron a Juan Herrera Marín, y Dante, pese a su juventud, apechugó con madurez este asunto y continuó haciendo lo que mejor sabe hacer, política.
Después de un tiempo, Dante regresó a Veracruz como delegado de la Secretaría de Educación, un cargo de gran importancia en tiempos de Agustín Acosta Lagunes, quien pronto lo invitó a formar parte de su equipo de colaboradores y fue Subsecretario de Gobierno. Más tarde, el gobernador Acosta lo mandó a la dirigencia estatal del PRI, sin recursos porque el político de Paso de Ovejas no sentía ningún apego por el partido. Pero Dante, a base de esfuerzo y trabajo, salió adelante y hasta construyó un nuevo edificio para el tricolor, sí, el que a la fecha sigue siendo su sede estatal sobre la avenida Ruiz Cortines.
Y es durante su estancia en la presidencia del CDE del PRI que viene el destape de don Fernando Gutiérrez Barrios –su maestro– a la gubernatura del estado. Dante se encarga de coordinar esa histórica jornada político electoral y Gutiérrez Barrios lo nombra Secretario General de Gobierno, cargo desde donde Dante tira con mayor fuerza “flechas a la luna”.
Antes de terminar su segundo año de gobierno, Gutiérrez Barrios tiene que decidir a quién dejar para culminar su administración sexenal, pues debe atender la invitación que le había hecho el presidente Carlos Salinas de Gortari para que se hiciera cargo de la Secretaría de Gobernación. Entonces llama a quien había sido su Jefe de Asesores y ocupaba un escaño en el Senado de la República, a don Julio Patiño Rodríguez, un político brillante que cuando menos en tres ocasiones había buscado ser candidato al gobierno de su estado. Don Fernando le comentó que se fuera preparando porque sería el sustituto. Julio Patiño no logra contener el entusiasmo y viaja a la ciudad de México a visitar a su exjefe y amigo Luis Echeverría Álvarez, a quien le pide que felicite al gobernador Gutiérrez Barrios por la inteligente decisión que había tomado, lo que Echeverría hace de inmediato.
Terrible error de cálculo político que cometió don Julio Patiño: a don Fernando le cayó muy mal que el senador Patiño buscara el padrinazgo de Echeverría cuando ya habían platicado, y ahí es donde Dante Delgado Rannauro se convierte en el sucesor de don Fernando Gutiérrez Barrios, para ocupar un gobierno de cuatro años que parecieron diez. Dante puso todo su empeño y oficio político en la tarea que le encomendó su maestro. Su administración es, a la fecha, la que más obra pública, política y social ha hecho en la historia reciente de Veracruz. Sus informes de gobierno fueron de leer tomos de obra en todas las áreas de la administración pública, no de la construcción de una escuelita o la pavimentación de un tramo carretero, no, eran decenas de puentes, kilómetros de calles pavimentadas con guarniciones y banquetas, alumbrado público, clínicas, escuelas completas de todos los niveles, carreteras y autopistas, obras como el acuario de Veracruz, el Museo de Ciencia y Tecnología, el Palacio Legislativo, el de Justicia, y cientos o miles de obras que en este espacio hemos tratado de comentar a través de los años y no hemos terminado.
La infamia contra Dante
Dante terminó con calificación de diez su administración, en la que incluyó la primera Contraloría General del Estado, que puso en manos del contador Carlos Manuel Aguirre Gutiérrez, el contador más honesto que hemos tratado en muchos años. Esa Contraloría blindó la administración dantista y se convirtió en la mejor garantía de que todo lo que ese gobierno hizo fue con absoluta honestidad y transparencia.
A Dante, Ernesto Zedillo lo hizo Procurador Agrario y luego lo puso a coordinar los esfuerzos del gabinete federal en las tareas de atención a los chiapanecos, donde había surgido la insurgencia zapatista. Pero no todos los funcionarios cercanos a Zedillo tenían la misma vocación de servicio que Dante. En una de las primeras reuniones con el presidente y el gabinete en pleno para analizar los resultados del Programa Chiapas, Dante se quejó por la falta de disposición de algunos funcionarios lo que a Zedillo no le gustó e intentó callarlo, la respuesta fue que Dante mandó al carajo a todos y abandonó Los Pinos.
Ese desagradable incidente provocó la ira de Zedillo y pidió al gobernador Chirinos que le integrara una averiguación y procediera penalmente en contra del exgobernador. Esa tarea, el catarro de Tamuín (Chirinos) se la encomendó a su secretario de Gobierno Miguel Ángel Yunes Linares quien, a su vez, pidió la cooperación del presidente del Tribunal Superior de Justicia, Julio Patiño Rodríguez (tras su rompimiento con Gutiérrez Barrios se refugió con Chirinos) quien encantado se dio a la tarea de inventar delitos que no se cometieron, expedientes que puso en manos de Yunes Linares y la venganza se consumó.
El martes 17 de diciembre de 1996, Dante Delgado Rannauro fue detenido en la ciudad de México, cuando se dirigía a visitar a su padre quien agonizaba en un hospital. El exgobernador de Veracruz fue trasladado al reclusorio de Pacho Viejo. Ahí, en su encierro, el jueves 19 de diciembre se enteró de la muerte de su progenitor. El delito que le inventaron a Dante fue el de peculado por 450 millones de pesos. Se le atribuyó la creación de asociaciones civiles, sociedades anónimas y patronatos para canalizar “de forma irregular” recursos públicos que fueron ejercidos “en forma desmedida y desordenada” y “en obras suntuarias”, entre las que destacaron la Plaza Acuario de Veracruz, el Museo Tecnológico en Xalapa y el Casino Veracruzano en la ciudad de México. A Dante le tocó sufrir la muerte de su señor padre desde la prisión; por órdenes de Yunes Linares, no le permitieron asistir al funeral condicionado a que si lo hacía sería esposado como reo y custodiado por grupos policíacos, lo que Dante, un hombre con dignidad, no aceptó.
Por todo lo anterior y por otros incidentes, agravios a don Fernando Gutiérrez Barrios, una persecución infame contra quienes trabajaron en esa administración ya sea con don Fernando o con Dante, es que no podemos pensar que Dante Delgado Rannauro pudiera olvidar el pasado, al contrario… Ni perdón ni olvido.
Nos escribe Ricardo Sandoval
Obviamente se trata de un homónimo del exadministrador de la Secretaría de Salud en Veracruz, don Ricardo Sandoval, quien nos escribe, es un veterano trabajador de la Secretaría de Salud en el Estado, quien denuncia algunas anomalías que se vienen presentando en esa importante dependencia. El texto dice:
“Desde las entrañas de la Secretaria de Salud del Estado de Veracruz, escribimos para que estén enterados de todo lo que los trabajadores estamos viviendo. Nos encontramos desamparados con el maltrato y discriminación de la nueva administración sin que nadie salga a la defensa y haga cumplir con derechos laborales. ¿Por qué decimos esto?
“Somos una base trabajadora sin una representación sindical, es más tenemos a los representantes sindicales pero no hacen nada por todas las anomalías que se presentan en nuestras áreas de trabajo y eso no es todo, se dice que el sindicato no pesa en nada, que todos los tramites se deben de hacer directamente en la oficinas centrales. Llegamos a la conclusión que nuestra dirigente estatal la diputada LUISA ANGELA SOTO MALDONADO, está en la congeladora, con la nueva administración ya que no es capaz de realizar un solo cambio de horario o un cambio de adscripción y ya ni se diga un ingreso de un trabajador no tiene el control de nada de eso y si no lo creen vayan a solicitar algún trámite.
“La diputada está viviendo las consecuencias de la vida de excesos que vivió con el exgobernador JAVIDU, con el cual y su apoyo movió la Secretaria a su placer ahora simplemente ya no es nadie. La eterna luisa, esperamos que se le acabe su fuero, para que responda del gran saqueo que fue realizado en la secretaria que acostilla de ello, se ha vuelto millonaria y no hablemos de las de las cuotas sindicales. Ya que no llega a festejar el día del empleado, día del niño, día de la madre como se menciona en el artículo 224 de las condiciones generales de trabajo, y que hace con el dinero que hace con el dinero de los festejos, cuando en otras secciones son capaces de rifar hasta un auto a fin de año, a nosotros si bien nos va nos regalan un tamal en la peregrinación que apunta de amenazas nos hacen ir”.
REFLEXIÓN
Lector y dudas:
Nos preguntamos algunos lectores atarantados:
-Binhard Innovation, SA de CV tiene responsable, representante o apoderado con un domicilio, ¿por qué no los hizo públicos?
-Si no recibió dinero del Gobierno del Estado, ¿cómo capacitó a sus empleados en la Secretaría de Salud?, ¿fue por mecenazgo o altruismo?
-Si consultó una base de datos (?) de trabajadores (de dónde) en Internet; ¿por qué no los nombres de los capacitados?
Una reverenda estupidez de la "aclaración" de la empresa. Enredó más el asunto y abrió muchas más dudas. Escríbanos a mrossete@yahoo.com.mx formatosiete@gmail.com www.formato7.com/columnistas |