El ungido, resultó ser el que ya todos afirmaban, el que más sobre exposición mostró a lo largo del último año, y el que siempre tuvo en mente Enrique Peña Nieto.
José Antonio Meade Kuribreña pertenece a esa generación de jóvenes políticos formados y moldeados bajo el consenso de los Chicago Boys, esa primera generación de tecnócratas que asumió el control del gobierno a mediados de los años 80’s del siglo pasado.
Sus mejores exponentes están ahí, como los nuevos integrantes del oráculo que habrá de darle rumbo a los destinos de poco más de 120 millones de mexicanos, de los cuales la mitad, al menos 60 millones, viven en la pobreza extrema, resultado de sus políticas macroeconómicas fallidas.
Herederos de las incontables crisis y devaluaciones, los responsables de conducir los destinos de este país, navegan hoy entre perfiles más identificados con la derecha panista, que con la política centrista que enarbolo en su momento un priismo con esbozos de izquierdismo moderno.
Nunca, ninguna de las corrientes políticas los pudo definir, lo que si los identifica, es claro está, un control avasallante del sistema económico, entregados al libre mercado como principal credo, los responsables de ahora enarbolar la bandera del relevo generacional priista, son la muestra fiel, de que aun cuando sean considerados cien por ciento puros y honestos, muestran un rasgo distintivo, el de afirmar y asentir todo cuanto su jefe máximo, el presidente de México les instruya, así que la deuda, la devaluación del peso, el control ficticio de los precios y todo lo que guste y mande servirá para intentar encubrir lo que se ha dejado de hacer y por supuesto lo que se ha hecho mal, que por cierto no se dice, como el colocar la deuda nacional por las nubes, así como contribuir a la creciente fuga de capitales vía la corrupción, esa que para ellos, no más no existe.
En la determinación, el presidente Peña Nieto dejó con el bat al hombro al único del gabinete que de política entiende un poco, como lo era Miguel Ángel Osorio Chong, quien como todo un profesional “Felicito y le deseo éxito a @JoseAMeadeK, quien ha decidido buscar la postulación del @PRI_Nacional como candidato presidencial”, mediante un mensaje en la red social de Twitter al filo de las 13:00 horas de este lunes.
Así el padre de familia, el amigo incondicional, el hombre sencillo, nunca pretencioso José Antonio Meade comenzó este día, en lo que ya era visto como su primer acción de precampaña por la Presidencia de la República en las instalaciones de la CNC donde el sector campesino adherido al PRI le entregó la constancia de apoyo. Como un político que ha traspasado sexenios, lo definió el líder de la CNC.
Y es que este día, al más viejo estilo priista, el precandidato tras salir de Palacio Nacional donde se ofreció un mensaje por la toma de posesión de José Antonio González Anaya al frente de la Secretaría de Hacienda y Crédito Público se dirigió a visitar y reclutar el apoyo de los sectores adheridos al PRI.
Meade Kuribreña estuvo en la sede la Confederación de Trabajadores de México (CTM) en la Plaza de la República y de ahí visitó la Confederación Nacional Campesina (CNC) en Santa María La Rivera, para finalizar estuvo en la Plaza de la República donde se reunió con la Confederación Nacional Obrero Popular (CNOP) y de ahí concluyó con un mensaje en la sede nacional del PRI donde se le vio tímido pero seguro de esta decisión.
Así pues, el equipo de campaña de Meade Kuribreña, a través de un análisis FODA, tiene muy claras las fortalezas de este personaje político y según el análisis de la empresa consultora Lo Político, se tomarían en cuenta estas características:
1.- Pepe Meade, Candidato ciudadano. Dado que no milita en ningún partido, puede conectar bien con el votante independiente presentándose como “candidato ciudadano”.
2.- Amplia experiencia. Ningún otro precandidato puede mencionar que ha sido cinco veces secretario de Estado, incluso dos veces en la misma cartera, con buenos resultados en todos sus encargos. Esto le permitió interactuar con diplomáticos, empresarios, financieros y campesinos. Buen trato. La imagen general que se tiene de él es de hombre afable y amable, que estimula buenos equipos de trabajo al tener carisma y empatía dentro de sus organizaciones.
3.- Sólida vida familiar. El hecho de que lleve 23 años casado con la misma mujer y que sus hijos sean menores de edad, puede contribuir a su imagen en campaña.
4.- Presencia en medios. José Antonio Meade tiene presencia mediática a nivel nacional y local, lo que le permite crear una candidatura sólida con gente que ya lo ubica.
Sin embargo, se prevén tres debilidades principalmente en el ámbito público:
1.- Indefinición política. El hecho de que no tenga un partido político y haya servido bajo dos presidentes de distinto partido hará que los militantes del partido que lo postule no lo apoyen totalmente. Será el más panista de los priístas o el más priísta de los panistas. Validará el discurso opositor de que es parte “de la mafia del poder”.
2.- Lealtad. De alguna manera, se verá obligado a preservar lealtad a los dos presidentes con los que ha trabajado, por lo que si los persigue criminal o políticamente se verá ingrato y si no lo hace, parecerá encubridor. Es un tema sensible.
3.- “Todólogo”. Una de las críticas más fuertes a la clase política mexicana es que no se especializan en un área, y que cualquiera puede trabajar en cualquier tipo de cargo. Los “todólogos”. El ejemplo más acabado sería Meade: ¿en verdad es experto en Energía, Relaciones Exteriores, Desarrollo Social y Finanzas Públicas a la vez? Entonces no es experto en nada. Aunque su formación de abogado y economista le permita entender los temas diversos de los que ha estado a cargo, tal parece que no es especialista.
Así pues, se observa al hombre, a quien ya todos dan por entendido encabezará los esfuerzos del tricolor, en ese afán por mantener la presidencia de la República, ahora será la ciudadanía, harta de tanta corrupción, de tanta impunidad, de tanta inseguridad, la que habrá de hacer su análisis FODA y créame amable lector, que dudo mucho que los resultados del mismo le sean tan afortunados.
Si Meade es un garbanzo de a libra dentro de la política, de esos que no se observan desde tiempos de Adolfo Ruiz Cortines, la pregunta será muy sencilla, ¿Quiénes habrán de acompañarle en su posible gobierno, en caso de ser el vencedor de una contienda?, ¿los mismos priistas que durante 35 años han hecho de la función pública la forma más efectiva de salir de la pobreza?, o en verdad habremos de pensar que solo con su inmaculada presencia las cosas habrán de ser diferentes como ofrece el teólogo del populismo.
Al tiempo.
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