Apenas lleva un año de ejercicio como gobernador y así es como se observa el desolador panorama para Veracruz, nada nos sorprende, todo era posible que sucediera con Yunes Linares.
Por supuesto que eso no es todo, son muchos aspectos los que rompen los conceptos democráticos que debieran prevalecer, para la mejor convivencia del pueblo veracruzano.
Tal vez no todo esté perdido, porque el presidente del Colegio Nacional de Abogados Penalistas, Jorge Reyes Peralta, externó su preocupación por el retiro de esos 15 magistrados que representan el 30 por ciento de los ejecutivos que imparten la justicia en Veracruz.
Por lo que dice el jurisconsulto que ya están atentos todos los abogados que acuden diariamente al Tribunal Superior de Justicia, para intervenir en caso de que se nombren magistrados “carnales” sin conocimiento ni experiencia.
No se puede improvisar, es un tema muy delicado y sugiere Reyes Peralta que debiera existir un escalafón para aprovechar los años de experiencia. Que los jueces se conviertan en magistrados, los secretarios sean los jueces y así sucesivamente se podría garantizar la justicia.
Será posible que al “reino” veracruzano nadie lo vea de parte del gobierno federal, pareciera un estado independiente de la república mexicana, porque solo prevalece la voluntad del gobernador y las leyes han sido pasadas por alto en muchos casos.
Los del “cambio” han de disfrutar este momento, solo les queda aguantar los señalamientos de la ciudadanía y esforzarse para volver a ganar el 1 de julio pero el malestar es muy grande y sigue creciendo.
Las Magistradas y Magistrados que podrían retirarse: Raúl de la Huerta Valdés, Arnulfo Emilio Polanco Servín, Fernando A. Guzmán Calvo, Emma Rodríguez Cañada, Reynaldo Madruga Picazzo, Dionisio F. Gutiérrez García, Alfredo Algarín Vega, Jorge Espinosa Castillo, Eugenio Vázquez Hernández, Sara Hilda Beltrán Ramos, Miguel G. Manzanilla Pavón, Samuel Baizabal Maldonado, Francisco Portilla Bonilla, Daniel Ruiz Morales, Onésimo Fernández Campos.
¿Convendrá a Yunes Linares acompañar a su hijo Miguel?
El gobernador Miguel Ángel Yunes Linares es un político de carrera, tiene muchos años en el servicio público, su perfil ha sido el de policía y no lo comento en forma peyorativa, le han tocado cargos donde la responsabilidad ha sido coordinar operativos y llevar a cabo acciones de vigilancia, observación y de alguna forma mantener el orden.
Todo ese bagaje de conocimientos le ha permitido tener sus propias técnicas, para estar enterado de los acontecimientos más ocultos, saber qué es lo que sucede en tal o cual lugar, quien es el que intriga, se documenta muy temprano a través de los medios de comunicación convencionales y las redes sociales.
Una frase coloquial encierra ese comportamiento: No se le va nada.
Así es que hoy sabe cuál es su status, dirían los científicos de la investigación, tiene el pulso de lo que dicen de él, no solamente de manera abierta, como lo hizo Andrés Manuel López Obrador, sino lo que se dice en los cafés, en los pasillos, en los salones de belleza, en los bares, lo que comentan los taxistas, lo que dice la gente en los mercados, lo que se menciona en todas partes.
Sus aplaudidores no lo pueden engañar, sus lisonjeros pueden llegar a caerle mal, es frío en el trato como para que le quieran vender chicles al señor Adams, él sabe lo que está sucediendo y lo que podría suceder respecto a esa famosa sucesión.
Dicen los que saben que el líder petrolero Carlos Romero Deschamps con su presencia en los mítines de José Antonio Meade, no lo ayuda pero en nada, porque la industria petrolera está pasando una de sus peores crisis y mucha gente se quedó sin empleo; algo similar podría verse reflejado en la campaña de Miguel Ángel Yunes Márquez, si su papá insiste en acompañarlo.
Él sabe que no debe hacerlo, porque si no le roba cámara a su hijo, el hijo se la robaría a él y los dos saldrían perdiendo.
Yunes Márquez también lo sabe y tal vez por eso muestra esa cara de preocupado en algunos eventos. No todo es miel sobre hojuelas, me queda claro.
¡Que locura…! Reta Yunes Linares a López Obrador
Dirían los jóvenes “pago por ver…” porque como si fuera una pelea estelar, ayer por la tarde circuló un video del gobernador Yunes Linares lleno de ira, en el que retó al candidato de Morena a la presidencia de la república, Andrés Manuel López Obrador, a un debate el próximo domingo. Después sus empleados se encargaron de distribuir el texto de esa declaración.
Tal vez Miguel Ángel hubiera querido decirle más a López Obrador, con semblante descompuesto, era tanto su enojo que se podía escuchar en ese video, que las palabras se le atropellaban, que si lo hubiera tenido cerca, a lo mejor hasta lo “descuenta”, esa es una apreciación muy personal. Le dijo loco cinco veces en dos minutos.
Ahora falta que el precandidato a la presidencia de la república acepte, porque el viejo es marrullero y sabe salir por la tangente. Es ocurrente y algo va a sacar para continuar con ese espectáculo. Y apenas van dos semanas de precampaña. Vaya.
Eva Cadena no se puede quitar el estigma de corrupción
Las declaraciones que dio la diputada Eva Cadena la vuelven a exhibir como una mujer política de escándalo, lejos de llevar propuestas decorosas, dignas de su encargo, se victimizó a pesar de lo que todos los mexicanos vimos en los noticieros de televisión.
Pero no tonta, no dijo quien le dio el dinero, la incógnita que podría resolver todo ese problema en que estuvo envuelta. Cuando escuchó la pregunta la desvió, pero es evidente que sus patrocinadores la están aprovechando como “ariete” en contra de Andrés Manuel López Obrador y Cuitláhuac García.
Acusó de todo a Morena, partido del que dijo se ensañaron sus dirigentes, lo que provocó que le quitaran el fuero y se mantuviera protegida en una iglesia por mucho tiempo, con el apoyo de sus familiares.
Sus asesores le buscaron frases cortas que impactaran, como las del Quijote, que Veracruz comienza en Las Choapas y otras rebuscadas, pero el estigma de corrupción no se lo puede quitar con todo y sus declaraciones estudiadas.
Bueno sería que la asesoraran con iniciativas que favorezcan a toda la sociedad y con un comportamiento más adecuado al cargo que ostenta. Están a tiempo todavía. |