Siendo un personaje tan notable, imposible que se nos olvide cómo lo conocimos, cuál fue el rumbo que siguió y hacer algunas consideraciones sobre las razones de su situación actual.
De fechas ni nos pregunten porque el agua comienza a escasear en el tinaco, pero sí tenemos muy clara la mañana en que en el helipuerto de El Lencero lo vimos. Un amigo nos dijo: “mira, ese gordo te conoce muy bien, lee tu columna todos los días”. Y ahí, sobre una banqueta, estaba el mofletudo joven Javier Duarte de Ochoa. Eran los días del final de la precampaña de Fidel Herrera Beltrán como aspirante priista al gobierno de Veracruz, nos acercamos al desgarbado joven y nos presentamos.
Efectivamente, él formaba parte de ese grupito de cinco alumnos de Fidel que, en un cuartito de cuatro por cuatro (sus oficinas), le hacían la chamba de auxiliares al entonces Senador de la República, y la tarea más ingrata la tenía Javier, le tocaba recortar todos los días los periódicos nacionales y tres locales, para confeccionar una síntesis que El Tío consumía con avidez, a temprana hora, en un momento. Por eso nos conocía Javier, porque recortaba nuestra columna todos los días y a huevo se tenía que chutar el contenido.
¿Qué razones tuvo Fidel para habilitar al encargado de hacerle la síntesis periodística como secretario de Finanzas del CDE del PRI y, por extensión, administrador de los recursos de su campaña? Solo él lo sabe. Lo que sí nos consta es que ese fue su primer contacto con la lana, con mucho dinero, con cantidades abundantes de lana que en su vida había imaginado tener en sus manos.
Tendría escasos 34 años, a lo mejor uno o dos más. Lo que más dejaba ver era su sentido del humor, siempre echando desmadre, con la carcajada espontánea y muy fácil, riendo de cualquier estupidez.
Fidel ganó la elección y apareció Javier Duarte en el esquema gubernamental como Subsecretario de Finanzas, con el secretario Rafael Murillo Pérez, el brother de Fidel a quien solo agarró de maje porque todo lo acordaba directamente con su “asesor de síntesis”, Javier. Más tarde, cuando Fidel por sugerencia de su señora esposa Rosa Borunda de Herrera, decide perfilar a Javier rumbo a la sucesión, lo hace diputado federal por el distrito de Córdoba y, luego, la tragedia para Veracruz.
¿En qué momento Javier Duarte se transformó? Tal vez cuando pasó de ser un empleado común al hombre de más confianza de Fidel para administrar los recursos públicos de Veracruz, primero al antojo de El Tío y luego de él. De política y compromiso social jamás entendió nada. Javier Duarte, por enseñanzas de su maestro y creador, estaba convencido de que la abundancia era algo que por designio divino merecía. Hacer política para Javier ha sido sinónimo de negocio. Si desvió miles de millones a la campaña de Enrique Peña Nieto, fue porque eso significó una rentable inversión; si ordenó pagar la campaña al Senado de la República del joven Fernando Yunes, fue porque calculó en eso otra inversión; si decidió invertir en la campaña del morenista Cuitláhuac García, es porque también pensó en términos de invertir en impunidad, y si redujo la gubernatura a dos años, fue pensando que Miguel Ángel Yunes Linares no le entraría: “no va a invertir mil millones en una campaña, que no va a recuperar en solo dos años, no le va a entrar”, nos comentó.
Esa visión mercantil e irresponsable de Javier en el ejercicio de la administración pública, además de la arrogancia con que lo enfermaron los aduladores profesionales que lo rodearon y cercaron para ayudarlo a robar, fue lo que hizo posible la mutación de un joven normal a una máquina de hacer dinero robando los fondos públicos.
¡Claro que no merece perdón!, al contrario, el haber condenado a siete millones de paisanos a la miseria, al rezago social, a la inseguridad; el haber provocado la muerte de quién sabe cuántos veracruzanos por falta de atención médica y el haber tolerado la presencia de bandas delictivas en la entidad a las que brindó protección para que generaran tantas tragedias, muertes y desapariciones, es suficiente para que lo cuelguen de donde sea, lo que sí hay que reconocer es que fue, y sigue siendo, un instrumento político usado para las más crueles y enfermizas venganzas.
¿Qué estaría pasando en Veracruz si Javier Duarte continuara con su tarea, que dicen hacía muy bien, de hacer la síntesis, en este caso del gobierno estatal?... Es la pregunta.
Y de relojes sí que sabe
El día de ayer el gobernador Miguel Ángel Yunes Linares aseguró que está dispuesto a acudir al llamado de la defensa en el juicio que se lleva contra el exgobernador Javier Duarte de Ochoa, luego de que la PGR lo desmintió cuando aclaró que nunca ha sido llamado a declarar sobre el caso Duarte, lo que Yunes Linares había venido diciendo.
La declaración del gobernante viene a cuento luego de que el abogado del expriista Javier Duarte de Ochoa, Marco Antonio del Toro Carazo, dejó entrever que si la Procuraduría General de la República (PGR) cita como testigo al mandatario veracruzano, la defensa podría pedir lo mismo: “Si me llaman iré con mucho gusto, como siempre”, respondió Yunes a los reporteros.
Cuestionó cómo le está pagando Javier Duarte de Ochoa a su cliente, pues dijo que es el abogado más caro de México, e incluso consideró que es posible que le esté pagando por sus servicios con un lote de 60 relojes de alto costo. ¿Cómo los que usa él de seis millones de pesos?
“Encantado –dice Yunes Linares–. Una de las cosas que le voy a preguntar ahora que lo vea es cómo le están pagando, de dónde le están pagando y cuánto le está pagando Duarte de Ochoa porque dice que es un hombre muy humilde y Marco del Toro es el abogado más caro de México, cobra en dólares y por millones”.
Datos puntuales de la CEAPP
Bien por los integrantes de la directiva de la Comisión Estatal de Atención y Protección a los Periodistas (Ceapp), particularmente a su Comisionada Presidenta, Ana Laura Pérez Mendoza, por la información precisa y puntual que aportó ayer durante su comparecencia en el Congreso Local. Con este ejercicio se nos brinda, a comunicadores y opinión pública, un panorama general de la situación que prevalece en el trabajo periodístico en una entidad considerada de las más peligrosos para ejercer este noble y comprometido oficio.
Tras la comparecencia de ayer, ahora sabemos que a lo largo del 2017 la Comisión Estatal para la Atención y Protección de los Periodistas (CEAPP), registró 104 agresiones en contra periodistas y medios de comunicación, siendo 33 intimidaciones u hostigamientos, 30 amenazas, 17 robos, 13 agresiones físicas, 5 privaciones de la libertad y, lamentablemente, 4 homicidios, los cuales son del conocimiento público.
La Comisionada Presidenta Ana Laura Pérez Mendoza explicó a los diputados locales que la Comisión recibió 239 solicitudes de medidas de atención, gestiones, medidas de protección, incorporación al programa preventivo y de seguridad, asesorías jurídicas y acompañamientos legales, por parte de periodistas en todo el estado.
Destacó que la Comisión diversificó significativamente las atenciones que se brindaron, visitándose más de 46 municipios. Y al dar más estadísticas de las agresiones a los trabajadores de los medios de comunicación, destacó que el 38% de estas agresiones fueron perpetradas por personas desconocidas, el 24% por particulares, seguido de un 18% por Fuerzas de Seguridad, 14% fueron ejecutadas por Servidores Públicos y un 6% por el Crimen Organizado.
Un panorama nada alentador.
REFLEXIÓN
La mañana de ayer, en San Lázaro, el doctor Sergio René Cancino Barffusón, rendirá protesta como nuevo diputado federal sustituyendo en el cargo al precandidato de Morena al gobierno de Veracruz, Cuitláhuac García Jiménez, quien pidió licencia definitiva al cargo para atender la encomienda política que le dio Andrés Manuel López Obrador. Las líneas de interés del investigador universitario Cancino Barffusón son: Feminismo, Género y Diversidad sexual. Para efectos de equidad de género apenas si queda. Escríbanos a mrossete@yahoo.com.mx formatosiete@gmail.com www.formato7.com/columnistas |