Tiene razón el gobernador Miguel Ángel Yunes Linares. Nunca, en ningún rincón del mundo donde existan seres humanos, se ha conseguido desaparecer la delincuencia.
No ha pasado ni va a suceder.
Ni Lee Kwan Yew en Singapur con la pena de muerte, ni Rudolph Giuliani en Nueva York con su “cero tolerancia” han conseguido abatir la delincuencia hasta que deje de existir.
Japón ha mostrado en la última década cifras impresionantes en el abatimiento de la incidencia delictiva, pero esos resultados no se consiguieron de la noche a la mañana, y no se limitaron a reforzar las medidas represivas. En aquel país las leyes son muy estrictas y las sanciones extremadamente duras. El número de policías no es determinante, pues en promedio tienen a 200 agentes por cada 100 mil habitantes, una cifra muy parecida a la de Estados Unidos.
En México, según cifras del INEGI hay 231 policías y agentes de tránsito por cada 100 mil habitantes.
No, los veracruzanos no esperan –ni soñaron jamás- que el gobernador desaparezca la delincuencia. Lo que los veracruzanos esperan –y lo siguen soñando- es que Miguel Ángel Yunes Linares cumpla su promesa de campaña, su compromiso con los votantes, de “devolverles la paz”.
Un alto funcionario federal, veracruzano, con amplia experiencia en materia de seguridad, explicaba que la “percepción” de inseguridad de la población se acentúa no por la actividad del crimen organizado, sino por la recurrencia de los delitos patrimoniales y la impunidad.
Al ciudadano común (o la “gente de bien” como los llama el gobernador) lo que lo mantiene alerta es que se metan a su casa, que lo asalten a él o a su familia al salir de su casa o que le roben su carro, que se convierte en una necesaria herramienta de trabajo, no en un lujo.
Eso que genera la percepción de que una ciudad, o un municipio, o un estado son inseguros, es el delito del fuero común, que es responsabilidad de las autoridades locales.
Sin embargo no todo es así. Lo cierto es que las bandas delictivas han intensificado y diversificado sus actividades ilícitas. Pasaron del trasiego de droga a su venta al menudeo, al secuestro, al robo de combustible, a la trata de blancas, a la extorsión, y frente al fortalecimiento de las medidas de seguridad de los personajes poderosos, han encontrado un nicho accesible en la clase media, en el pequeño empresario, que con esfuerzos se hace de un capital.
Todo ello ha provocado que en el sector privado del país se haya generado también la percepción de que en este país el delincuente puede actuar con total impunidad, y la “gente de bien” no tiene otra opción que esconderse, encerrarse en su casa y rogarle a todos los santos que nadie lo elija como objetivo.
Los veracruzanos viven todos los días con ese temor, y se dan de topes en la pared por creerle a ese candidato que lucía valiente, arrojado, dispuesto a todo para defender a sus paisanos… y que al final terminó siendo igual, o peor que los otros.
En 2017, el primero de los dos años de gobierno de Miguel Ángel Yunes Linares, se registraron 104 agresiones contra comunicadores y medios de información. Hubo cinco privaciones ilegales de la libertad y cuatro homicidios; además de 33 intimidaciones u hostigamientos, 30 amenazas, 17 robos y 13 agresiones físicas.
Esas cifras no las alcanzó ni Javier Duarte.
Este jueves el gobernador aseguró que “gracias a la presencia del Ejército Mexicano” se redujo la incidencia delictiva en Coatzacoalcos, Xalapa y Minatitlán, casualmente los municipios que visitó el secretario de la Defensa Nacional, Salvador Cienfuegos.
¿Usted le cree?
Yo tampoco.
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Epílogo.
Un buen golpe dio este jueves el PRI en la definición de sus candidatos a las diputaciones locales. Para la Cuenca del Papaloapan se registró este día el exalcalde de Tres Valles, Nelson Cano, hombre de campo, ampliamente conocido en la zona y que seguramente le habrá de aportar una buena cantidad de votos a su amigo, Pepe Yunes, en la carrera por la gubernatura. ¡Bien! *** Y a propósito de Pepe Yunes, este jueves se reunió con jóvenes xalapeños, a quienes les dijo que la capital veracruzana “es una ciudad de jóvenes y para los jóvenes, por eso deben garantizarse las condiciones para que puedan desarrollarse y hacer lo que les gusta, con libertad, seguridad y tranquilidad”. *** Allá, donde la incidencia delictiva ha descendido “gracias a la presencia del Ejército”, la tarde de este jueves dos personas fueron baleadas en la colonia Petrolera. Las víctimas viajaban en un vehículo Jetta color gris. En la calle Colima entre Tlaxcala e Independencia, sujetos desconocidos abrieron fuego en contra de ellos desde otro automóvil. *** Y en Tuxpan fue asesinado un hombre en el kilómetro 243 de la autopista Tuxpan-Poza Rica, a la altura de la comunidad Caña Rica. La víctima fue identificada como Mario Ramírez Cortés, de 64 años de edad, quien viajaba en su automóvil Nissan March y justo cuando llegaba a la casa de su hija y fue asesinado a balazos por al menos tres sujetos que viajaban en una camioneta. *** Y en Espinal, un violento asalto se registró este jueves. Tres sujetos se llevaron cerca 900 mil pesos y lesionaron a empleados de la Cooperativa de Préstamos y Ahorros “San Andrés Coyutla”. Los hechos se registraron cerca del mediodía, cuando personas armadas y con el rostro cubierto, llegaron a las instalaciones y amagaron a los presentes. Atacaron a golpes a la encargada y a otra persona y huyeron en motocicletas. *** Pero no nos preocupemos, dice el gobernador que la incidencia delictiva ha bajado, pero nunca llegará a cero.
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