De pronto no le sale nada y lo peor de todo es que el tiempo se le acaba.
A 16 meses del arranque de su microscópico gobierno y a tan solo ocho meses de irse, el gobierno del señor Miguel Angel Yunes no vive sus mejores momentos.
A nivel nacional aparece entre los gobernadores de mayor desaprobación en base a una encuesta certificada “Revolución 3.0” (090318).
Inseguridad, pobreza, desempleo, el deterioro poblacional de la salud y su promesas no cumplidas, son las prendas que caracterizan a este singular mandatario hoy bajo censura ciudadana por andar en campaña electoral en favor de su hijo Miguel Angel Yunes Márquez, inaugurando obras federales y una que otra estatal en mal estado como es el caso de la carretera de Misantla y entregando a través de Sedesol 700 mil despensas mensuales.
Yunes Linares, según el sondeo demoscópico “al igual que otros gobernadores han fallado en sus propósitos de campaña con y sin documento firmado que los comprometiera a cumplirlos, y la sociedad cada vez más los señala de continuar llevado al país a una debacle”.
Llama la atención el tema Yunes Linares, ya que el convencimiento que alcanzó entre la ciudadanía lo fincó en tres premisas:
Encarcelar a Duarte -que no cumplió ya que la PGR fue la que lo llevó a prisión-; regresar la seguridad a Veracruz -promesa también incumplida al desbordarse de peor manera en comparación con los regímenes de Fidel Herrera y el propio Javier Duarte, que ya es decir-, y reordenar las finanzas en donde solo lo que hizo fue alargar a 30 años la deuda propiciando una larga agonía de intereses.
¿Cómo califica usted el desempeño de su gobernador? se preguntó a la república.
Los resultados arrojaron que los peores fueron Arturo Núñez de Tabasco (90%); Graco Ramírez de Morelos (86.2%) y Miguel Angel Yunes de Veracruz con el 63.2%.
A la ciudadanía jarocha le hacen una acotación adicional.
Destaca Yunes Linares por encima de los gobernadores que no han podido disminuir la corrupción con un 66.7 por ciento, un 60.4% al no haber podido recuperar la confianza de los inversionistas, así como con un 78.4% como un gobernante que no ha mejorado la seguridad pública.
En síntesis, está bien pelao.
Y es que si se trata de apegarse a resultados habremos de encontrarnos con que su tiempo se acabó, es decir, que ya llegó al tope de capacidad de maniobra gubernamental.
De paso arrolla a su pretendido sucesor, su hijo, quien al no poder crecer con su candidatura por estar a la sombra del padre, explica en modo alguno el salto al segundo lugar de Pepe Yunes.
Ya por lo pronto en la cúpula del poder azul se observa con preocupación el efecto Anaya en Veracruz, quien está señalado por lo mismo, lo marca la corrupción y el millonario desvío de recursos públicos.
Y eso le pega al corazón de Yunes Linares y su hijo.
Hoy ya no las traen todas consigo. De ahí la apertura a convenios con la prensa estatal y la apresurada inauguración de hospitales y toda índole de obras públicas. Son acciones desesperadas que van cincelando un futuro nada promisorio que ya se ve venir.
Ya por lo pronto corrupción, inseguridad y pobreza son las prendas que visten a Miguel Angel Yunes Linares.
Tiempo al tiempo.
*Premio Nacional de Periodismo |