Hay un pequeño detalle, existen un sinnúmero de errores e inconsistencias, ajenas a la voluntad de los usuarios, hechos que por falta de revisión nos damos cuenta cuando somos adultos y requerimos el acta para trámites personales, es ahí cuando entramos en pánico buscando culpables para responsabilizarlos de tan grave error.
El problema se resuelve por la vía judicial cuando se trata del nombre o no existe la inscripción del acta en los libros que lleva el registro civil o por la vía administrativa por errores ortográficos o gramaticales en los demás rubros, el usuario debe promover las acciones ante el juzgado correspondiente y registro civil del lugar donde fue asentado.
Usted puede conocer las raíces de su existencia solicitando los actos registrales de sus antepasados, ya sea con información requerida o mediante una búsqueda y localización del acto registral.
Hago la sugerencia de conservar nuestros documentos, debido a que en cualquier momento podemos sufrir acontecimientos sobrenaturales o provocados, donde los archivos sufren la perdida de la información que nos sirve en cualquier momento de nuestras vidas, así que conservando la evidencia podremos recuperarla para la reposición del acervo registral.
Existen oficialías que no cuentan con archivo completo debido a que en su época sufrieron incineraciones e inundaciones, tal y como sucedió en el año 2016 en el archivo del municipio de Catemaco Veracruz donde más de trescientos libros se convirtieron en cenizas, provocado por el vandalismo de unos cuantos inconformes con su autoridad.
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