El enfrentamiento suscitado la tarde del jueves, entre pobladores de Acultzingo y elementos de la Fuerza Civil del estado, no es nuevo. Hay antecedentes muy recientes de los conflictos que la Secretaría de Seguridad Pública ha tenido en esa zona.
Apenas en octubre del año pasado, los habitantes de aquel municipio, ubicado en la zona conocida como “Las Grande Montañas”, se enfrentaron con la policía estatal, bloquearon la autopista Orizaba-Puebla e incendiaron vehículos oficiales.
En aquella ocasión e gobierno de Veracruz señaló a la Coordinadora Nacional de Artesanos y Comerciantes Zepaniah de ser la responsables de robo de combustible, asalto a ferrocarriles y extorsión de empresarios en la zona centro de Veracruz.
“Esta organización delictiva está identificada como la responsable de asaltos al ferrocarril en la zona de Acultzingo –en los límites con Puebla-, y de participar en robo de combustible”, señalaba un comunicado oficial.
A los pocos días dicha organización rechazó las acusaciones del gobierno estatal y dio a conocer que integraban una agrupación de carácter cultural, ajena a actividades ilícitas.
En esta ocasión, pobladores de la misma zona retuvieron varias patrullas de la Fuerza Civil y a 18 elementos de esa corporación.
Todo se inició en la comunidad de Tecamalucan, con un enfrentamiento entre pobladores de ese lugar y los miembros de ese cuerpo élite de la policía estatal, en un conflicto que inicio a la altura del entronque en la carretera federal Orizaba-Tehuacán.
Cerca de un centenar de pobladores armados con machetes y palos golpearon y desarmaron a los elementos de Fuerza Civil, luego de que suscitara un accidente vial entre una camioneta particular de color verde y una patrulla de la Fuerza Civil.
La versión del gobierno estatal refiere que el saldo de este enfrentamiento fue de un hombre muerto y dos patrullas dañadas. Admiten que la razón que dieron los pobladores fue que sorprendieron a los elementos de la policía cuando robaban una llanta.
Está claro que las autoridades estatales no han hecho un buen trabajo en esa zona, en la que imperan las guardias comunitarias y en las que no son bien vistas las corporaciones de seguridad, que durante años se han dedicado a saquear y abusar de los pobladores.
Les toca un severo llamado de atención, tanto al responsable de la “gobernabilidad”, Rogelio Franco, como a sus colaboradores en el ámbito de la Inteligencia.
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Epílogo.
Quizá escogió un mal momento Javier Duarte para dar a conocer su denuncia contra el gobernador de Veracruz y contra el periódico Reforma. Al final terminó “robándole cámara” el despacho de abogados que llevaba su defensa, el que es encabezado por Marco Antonio del Toro. Resulta que este corporativo jurídico anunció este mismo jueves que dejará la defensa del exgobernador de Veracruz, aunque se negó a revelar las causas de su decisión. Aclaró, sin embargo, que el caso le favorece a quien fue su cliente: “La defensa entablada por esta firma de abogados en los asuntos judiciales en materia penal de exgobernador Duarte de Ochoa es jurídicamente sólida, por lo que seguramente podrá ser retomada por el o los colegas que sean designados para su continuación de manera exitosa”. *** Anilú Ingram confirmó este jueves algo que ya se veía venir: su renuncia a la delegación de Sedesol: “Me voy agradecida de trabajar por la oportunidad de trabajar a favor de mis paisanos, orgullosa de las cuentas hoy entregadas y segura de que seguiremos trabajando por Veracruz”. *** La Asociación de Periodistas Independientes de Acayucan (APIA) denunció que el reportero de información policiaca Ernesto Granados Hernández, fue amenazado en redes sociales por alguien que se presentó como “El comandante Güero”. *** Persiste la política de terrorismo y en tiempos electorales se intensifica.
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