Prefacio.

Este jueves, el director del periódico Excélsior, el periodista Pascal Beltrán del Río, hizo un análisis sobre el valor que en el actual proceso electoral le están dando a las encuestas. *** En su análisis, Pascal Beltrán considera “desproporcionada” la atención que le han prestado a las encuestas, sobre todo por lo erradas que estuvieron hace seis años. *** “Aquellos que hace seis años se quejaban de las encuestas afirmando que estaban ‘cuchareadas’, hoy las utilizan como su principal instrumento de proselitismo y supuesta prueba de que su opción política será la más votada el 1 de julio, cuando aún faltan 80 días para que se abran las casillas”, apunta el analista. *** Recuerda casos como la elección de Presidente en Estados Unidos (“todavía se recuerdan los comentarios de la mayoría de los especialistas en opinión pública en la víspera de las últimas elecciones presidenciales en Estados Unidos: según ellos, no había manera de que Donald Trump llegara a la Casa Blanca), o el año pasado en la contienda por la gubernatura en el Estado de México, “donde se pronosticaba un ‘final de fotografía’ entre el priista Alfredo del Mazo y la morenista Delfina Gómez, que no se materializó”. *** Y aún más reciente, la elección presidencial de Costa Rica: “Los pronósticos –basados en sondeos– fallaron de forma monumental (…) La principal casa encuestadora del país, Opol, tenía al predicador evangélico Fabricio Alvarado al frente de la contienda, con 12 puntos de ventaja sobre el oficialista Carlos Alvarado, cuando faltaban apenas dos semanas para la celebración de la segunda vuelta de los comicios, el domingo 1 de abril. Pero llegaron los comicios, el conteo y los resultados: Carlos Alvarado, quien siempre estuvo a la zaga en las encuestas, barrió a su oponente en las urnas y se convertirá el próximo 8 de mayo en el 48º Presidente de Costa Rica. Ganó con casi 61% de los votos, dejando a su contrincante en 39%”. *** En Veracruz, el primero de julio la boleta para gobernador llevará cuatro nombres. Tres de ellos lucharán, codo a codo, por la victoria. Las diferencias que hoy perciben las encuestadoras, se irán desvaneciendo. *** La única mujer en la contienda, July Sheridan, de Nueva Alianza, marcha –ella sí- muy lejos de sus contrincantes, pero los votos que sume serán más que la diferencia que se registre entre el primero y el segundo lugar. Eso ya la convierte en factor. *** Pascal Beltrán advierte: “Pareciera  que es más importante tener ventaja en las encuestas que contar con propuestas sólidas para convencer al electorado de la conveniencia de determinada candidatura”. *** Y concluye: “Transformar las encuestas en tema central de discusión de una campaña, como ha sucedido en México, es un error”.

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Fue en agosto de 2017, cuando el gobernador, Miguel Ángel Yunes Linares, anunció que para finales de ese mismo año se entregarían 2 mil millones de pesos al Instituto de Pensiones del Estado (IPE) “para que cumpla con los compromisos de fin de año”.

En enero del presente año, Lorenzo Antonio Portilla, titular del Órgano de Fiscalización Superior de Veracruz (Orfis) confirmó que “durante los últimos años” se acumuló una deuda de 8 mil millones de pesos con el IPE. Explicó que entre Organismos Públicos Descentralizados (OPD) y municipios, el adeudo ascendía a 825.8 millones de pesos mientras que el gobierno estatal le debía al Instituto 7 mil 887.3 millones de pesos.

El gobernador Miguel Ángel Yunes Linares fue cuestionado sobre dicho pasivo y se concretó a señalar que se iba a analizar.

“Tenemos que ver si son subsidios, si fue una deuda, lo importante es que se tiene que hacer todo un esfuerzo para que el IPE no entre en una situación de crisis y que durante muchos años se mantenga como institución de seguridad social de los trabajadores veracruzanos”, respondió.

Curiosamente, el argumento de Yunes Linares es similar al que en su momento plantearon tanto Fidel Herrera como Javier Duarte: Separaron las obligaciones del gobierno estatal por la aportación de cada uno de sus trabajadores, y el subsidio que año con año se presupuesta para que el Instituto pueda cumplir con todos sus compromisos.

El primero se suele pagar a tiempo, pero no el segundo, que se va transformando en una inmensa bola de nieve, imposible de contener.

Este jueves el representante de los jubilados de la Sección 56 del SNTE, Rodolfo Suárez Castellanos, hizo las cuentas de lo que el gobierno estatal le debe al IPE:

Además de los 8 mil millones de pesos que debe la administración de Yunes Linares, hay otro pasivo por 17 mil 500 millones que se acumularon en las administraciones de Miguel Alemán, Fidel Herrera y Javier Duarte, lo que da un total de 25 mil 500 millones de pesos.

“¿Las consecuencias? Que el IPE, que tenía una reserva técnica de 5 mil millones de pesos al entrar Duarte y ahora es de mil millones de pesos, no tiene más”.

El representante de los jubilados señala que han presentado denuncias, pero que la fiscalía “autónoma” (tanto en los tiempos de Luis Ángel Bravo como con Jorge Winckler) ni siquiera ha iniciado una carpeta de investigación.

Los jubilados se preparan para realizar movilizaciones y exigir a las autoridades que le cumplan al IPE.

Están preocupados, porque desde su punto de vista, “esta administración ya chupó faros”.

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Epílogo.

Sensible pérdida, la muerte del escritor Sergio Pitol, la mañana del jueves en Xalapa. Merecedor del premio Cervantes 2005, Pitol falleció a los 85 años, por las complicaciones provocadas por la afasia progresiva, una enfermedad que sufría desde hace varios años. *** De él lo único que se escribió en los años recientes, fue acerca de la disputa legal que sostuvieron sus familiares –con su primo, Luis Demeneghi al frente- y los “amigos” del escritor, al grado de llegar a declararlo “afectado de sus facultades mentales” para justificar el secuestro del que era víctima. *** Luego de su partida y tras los homenajes que, se anuncia, le realizarán en Veracruz, en la capital y en diversos países, lo que debe perdurar de él es su valiosa obra literaria. Podríamos empezar por leerlo.

filivargas@gmail.com