A estos dos ilustres caballeros les sigue quien ha actuado como Presidente del Concejo Municipal de Emiliano Zapata, José Manuel Carmona Fernández, quien no quiso desaprovechar el breve periodo al frente del municipio vecino de Xalapa, para embolsarse cada mes 109 mil morlacos.
Siempre según la investigación de Nilda Patricia, el cuarto en la lista de los funcionarios públicos, según el monto de su salario nominal, es el gobernador Miguel Ángel Yunes Linares, quien obtiene cada mes 103 mil pesos.
Sorprende el salario que cobra el alcalde del pequeño municipio de Cuitláhuac, Santiago Morales Rendón, llegado al poder bajo las siglas del PAN-PRD, quien gana 100 mil pesos mensuales, mientras que el alcalde de La Antigua (en cuya demarcación está Cardel), José Cruz Lagunes, también del PAN-PRD, se asignó este primer año un salario mensual de 96 mil pesos.
Aunque no llega a tales extremos, también resulta inaudito que un alcalde de un municipio marginado y pobre como el de Calcahualco, tenga en Guadalupe Carrillo Vázquez, postulado por el PRI, a un alcalde de muy buenos ingresos derivados de la Hacienda municipal, al recibir cada mes 88 mil pesos.
En el último lugar de este ranking, muy alejado de sus colegas, vemos al alcalde de Xalapa, Hipólito Rodríguez Herrero, de Morena, quien pese a encabezar un cabildo complicado, con la agravante de tener como chinche al gobernador Yunes, apenas recibe 75 mil pesos mensuales, un salario decoroso y justo, totalmente distante del que se impuso su compañero de partido en Poza Rica.
Aureoles y Ríos Pitter, la maniobra contra Anaya
Ninguna suma resta, parece pensar el candidato presidencial priista José Antonio Meade ante la incorporación a su campaña del frustrado candidato presidencial independiente Armando Ríos Pitter (el llamado Emmanuel Macrón mexicano, como hace tiempo le llamó Jorge G. Castañeda) y, este sábado, la del gobernador perredista de Michoacán, Silvano Aureoles Conejo, quien rompió espadas con el frente de su partido con el PAN y Movimiento Ciudadano, a escasas horas de protagonizarse el primer debate de este domingo 22.
Hay quienes minimizan la incorporación de Ríos Pitter a la causa de Meade, pero en la complicadísima elección presidencial de este primero de julio, incluso un 1 por ciento de sufragios (que algunos le atribuyen al Tigre) suma y puede hacer la diferencia.
En lo que respecta a Aureoles, la cosa es más ruda porque no solo significa la posibilidad de contar con la experiencia electoral del gobernador michoacano y apoyos de todo tipo, de los que se alimentan los partidos a la hora de promover el voto, sobre todo ante la pérdida de varias gubernaturas. Lo más significativo es el raspón para el candidato de la coalición Por México al Frente, Ricardo Anaya, a unas horas del debate.
Hace varios días que se hablaba del posible apoyo de Armando Ríos Pitter a la campaña de Anaya. El solo hecho de evitarlo puede significar un paso, así sea muy pequeño, en el camino rumbo a lograr el segundo lugar en las encuestas.
Por su parte, Silvano Aureoles se ha manifestado hace ya mucho tiempo (incluso desde que asumió la gubernatura de Michoacán) contra las alianzas con el PAN, una alianza que parece distinguir un quiebre en la historia del PRD, que vio alejarse de sus filas a sus propios fundadores, en particular, otro michoacano, Cuauhtémoc Cárdenas, quien hoy apoya al candidato presidencial de Morena, Andrés Manuel López Obrador.
El pasado 19 de diciembre, en su visita a Michoacán, Ricardo Anaya parecía haber zanjado las diferencias con el gobernador perredista, quien había tenido intenciones de disputarle la candidatura presidencial del frente. Dos meses después, el 21 de febrero, Silvano Aureoles afirmó incluso que, haciendo uso de sus derechos políticos y aprovechando los domingos, apoyaría de manera activa al candidato de la coalición Por México al Frente, Ricardo Anaya.
Todo ello se vino abajo con su incorporación a la candidatura de José Antonio Meade, lo que le valdrá el inicio del proceso de expulsión que emprenderá el PRD. “Ante la decisión unilateral del gobernador Aureoles, se ha instruido se inicien los procedimientos estatutarios correspondientes”, dijo Manuel Granados, presidente nacional del PRD. Será este lunes cuando sesione el CEN perredista para determinar la situación.
Aureoles quiso parar alianza PAN-PRD en Veracruz
No es nueva la posición del político michoacano contra la alianza del PRD con el PAN, y ha trabajado, incluso en Veracruz, contra ese adefesio que une a dos fuerzas políticas contrarias: la izquierda y la derecha.
El 14 de diciembre de 2015, en Morelia, Silvano Aureoles Conejo recibió al entonces gobernador de Veracruz, Javier Duarte de Ochoa, con quien dialogó “sobre algunos temas del acontecer nacional.” Eran tiempos decisivos rumbo a la sucesión en Veracruz y ya apretaban fuerte los operadores del PAN y el PRD para ir juntos con Miguel Ángel Yunes Linares, como finalmente ocurrió.
Aureoles se había manifestado desde entonces en contra de esa alianza. Estaban frescos los casos de Oaxaca, Puebla y Sinaloa, donde gobernaban en alianza y estaban a punto de enfrentar comicios, y donde no habían obtenido los frutos políticos calculados: ni cogobiernos ni una significativa cosecha de posiciones políticas en el ámbito legislativo y en gobiernos municipales.
Y uno de los más fuertes opositores a esta alianza con el PAN ha sido, precisamente, Silvano Aureoles, exalcalde de Zitácuaro y exsenador, quien pudo sufrir los embates del gobierno federal panista en tiempos de su paisano Felipe Calderón, el Presidente de la República que inició en Michoacán su sangrienta guerra contra el crimen organizado y, de paso, llevó a prisión a decenas de alcaldes perredistas presuntamente vinculados con las bandas criminales.
Quince días antes, el 30 de noviembre de 2015, ya habían operado sin éxito una maniobra común en Veracruz para imposibilitar la alianza PAN-PRD. Ese lunes renunció a la dirección de la Comisión de Agua del Estado de Veracruz (CAEV), el perredista Francisco Valencia García, para ir a luchar por la candidatura al gobierno de Veracruz por el PRD, con la propuesta de un ‘gobierno de la reconciliación’.
Paco Valencia era un personaje muy cercano tanto al priista Javier Duarte como al perredista Silvano Aureoles, y con la venia de ambos habría ido en pos del rompimiento de la alianza con el PAN. No lo logró. Lo que sí obtuvo a cambio fue la venganza de Yunes Linares, cuyo gobierno lo llevó al penal de Pacho Viejo el 3 de abril de 2017, vinculado a proceso; la defensa no logró demostrar que el exdirector de CAEV no había sido quien ordenó transferencias bancarias por 435 millones de pesos a la Sefiplan, entre 2013 y 2014.
Ya veremos qué efectos electorales tiene la decisión del oriundo de Zitácuaro.
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