El boom que tuvo el destape de Rafael Fararoni Mortera como candidato a la Diputación Federal, quedó en el anécdota, los refuerzos de las armas políticas que podrían haberlo apoyado, nunca llegaron, hay que sumar la desorganización interna y la lucha de poder, por el control de su campaña que ha llevado al abanderado de la Coalición Por México al Frente, a tener varios cuarteles de guerra.
A Rafael Fararoni Mortera le llueve por todos los lados, no solo está en el torpedeo externo, si no en pláticas de sobremesa en donde ya es común escuchar que “Fararoni” no levanta, así mismo en varias columnas periodísticas se maneja que Morena va arriba, es mas a la falta de ruta, adentro de su estructura recibe una tunda, incluyendo su Radifusora “Mezkla” en donde a la intención de querer demostrar pluralidad electoral, varios de sus invitados políticos con micrófonos en mano le están contaminando su campaña política, al hablar más que bien de sus enemigos.
Si Fallo Fararoni sabe contar y conoce algo de matemáticas, debería estar consiente que para ganar la Diputación Federal, necesita al menos ganar San Andrés Tuxtla, con veinte mil votos y en el resto de los municipios del distrito electoral de los Tuxtlas, debe obtener más de treinta y cinco mil sufragios, lo cual le sumaria un total de 55 mil votos, es evidente que el abanderado del PAN, PRD y MC, requiere de todos los trucos para ser competitivo, pues solo no tendrá la oportunidad de rebasar a Morena, por lo que tiene que pensar que las guerras y los procesos electorales, se ganan con estructuras humanas y recursos económicos, así que tendrá que tomar mucha vitamina D de dar, para que se le quite el Síndrome de Monterrey.
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