Sus acciones desesperadas así lo demuestran, más allá –incluso- de las encuestas que no favorecen al hijo del gobernador que a cada sondeo demoscópico responde con otro desmesurado, no creíble.
A cada mitin monstruo de Pepe Yunes o de Cuitláhuac García, Yunes Linares responde con otro superior. Si el primero mete 10 mil, Yunes Márquez duplica. Si el Peje lleva 20 mil, el chavo del gobernador lleva 40 mil, aunque sean los mismos grupos movidos en cientos de autobuses de un lado para otro.
Y como ya se dieron cuenta que ni las encuestas, ni los asistentes a los mítines votan en este cierre electoral acuden a la intimidación, a la violencia denunciada en diversos foros y por las propias víctimas.
Las más apartadas serranías dan cuenta de amenazados, golpeados y a sus mujeres cortado el cabello por aceptar los pocos beneficios que da el gobierno federal, dentro y fuera de las campañas, como son los de “Prospera” y “70 y más”.
Hay temor.
A pesar de la denuncia pública, policía y agentes de tránsito de la Secretaría de Seguridad Pública siguen repartiendo propaganda por todo el estado y pegando en los medallones de los taxis de manera forzosa la propaganda yunista.
Los alcaldes de los 212 municipios están advertidos de solo trabajar en favor de Miguel chico, la burocracia estatal –que son cerca de 100 mil- ya fue advertida de perder el empleo si vota por otro partido y a los duartistas cómplices ya les pasaron de nuevo la charola para completar la compra de voto.
Pepe Yunes ha insistido en la embestida del gobierno en contra de su campaña, mientras Cuitláhuac García ha sido objeto de una repetida negación para el uso de plazas y lugares públicos para realizar sus mítines.
El 23 de junio, sin embargo, ya obtuvieron el permiso –previo pago- del “Pirata Fuente” para el cierre de campaña de Cuitláhuac acompañado de López Obrador.
El ambiente en todo Veracruz es tenso.
Se respira el miedo en amplios sectores de la población y acaso por ello ya no se comenta por quien se va a votar. Ello en momentos que ya se tomó la decisión en lo individual, en el seno familiar, en los gremios, en las organizaciones partidistas. Es una decisión silenciosa ya tomada que habrá de manifestarse el primero de julio.
Ya por lo pronto para este día se espera que el debate de nueva cuenta se lo lleve Pepe Yunes y que Morena siga conservando la simpatía en favor de atajar a como dé lugar la herencia dinástica.
Solo es cuestión de tiempo porque esto ya se acabó.
Tiempo al tiempo.
*Premio Nacional de Periodismo |