Despojado de la sonrisa falsa con que quería granjearse el favor de los veracruzanos hacia su hijo, en los próximos cuatro meses veremos el verdadero rostro de Miguel Ángel Yunes Linares, el rostro iracundo, vengativo, violento, de un político que buscó en dos elecciones ganar la máxima magistratura estatal y cuando la logró se dio cuenta de que era de un tercio del tiempo que normalmente hubiera correspondido por lo que se dedicó en cuerpo y alma no a gobernar sino a construirle una autopista para disfrutar del poder seis años más a través de su primogénito. Y perdió.
Veracruz decidió, al menos por el momento, solo darle solo dos años a los Yunes azules. Con menos de ese tiempo se dio cuenta de su craso error, de la imposibilidad que mostró el mayor para acabar con la violencia criminal, del persistente destino de recursos públicos para hacer ganar a los candidatos de la alianza PAN-PRD, de los turbios negocios en que incurrieron dirigentes panistas, familiares y amigos con toda su aprobación, del nulo crecimiento económico del estado, del desempleo y de la discordia permanente entre los actores políticos de la entidad.
Usará todo el poder para vengarse
Pero justamente en la sesión en que se impuso luego de más de 15 horas al fiscal anticorrupción, se hizo más evidente la “traición” cometida por la diputada Cinthya Lobato Calderón, quien finalmente se salió de la bancada panista para integrarse a la de Morena.
Yunes ya había instrumentado, con la complacencia de la Secretaría de Salud y la Fiscalía, su venganza contra la legisladora xalapeña cuando decidió salirse de la bancada, con un operativo desproporcionado contra el bar Hunter, propiedad de familiares, ubicado en el mero centro de la ciudad, donde un personaje sembró un paquete de droga en el baño, documentado por las cámaras de seguridad del bar.
Pero lo que le viene a Cinthya puede ser peor. No solo se lo adelantaron las violentas diputadas Marijose Gamboa y Marieli Manterola, quienes le amenazaron con que le caería todo el peso de la venganza, sino que ya ha empezado a observar la manera en que se podría materializar la respuesta del iracundo gobernador.
Casi al finalizar la semana pasada, Cinthya Lobato dijo a medios de comunicación que el Gobierno del estado y la Fiscalía General del Estado (FGE) quieren “sembrar” fosas clandestinas en los terrenos del panteón Bosques del Recuerdo, propiedad de su familia. Dijo tener conocimiento de que desde hace un año la Fiscalía está “fabricando” una investigación en su contra para vincularla con hechos de desaparición de personas y añadió que se preparan órdenes de aprehensión contra sus familiares y colaboradores.
La diputada local teme por su vida y la de sus familiares pues según ella existe el plan de secuestrar a algunos de los miembros de su equipo o incluso de familiares para infundirle miedo y lograr “que se calle”; además, espera que se hagan auditorías a la empresa así como a otras empresas de sus familiares políticos y colaboradores, pues lo que intentan es hacerles la vida imposible durante los últimos cuatro meses que restan del fallido gobierno de Miguel Ángel Yunes Linares.
Más grilla, poca gobernanza
El signo de la estadía de Miguel Ángel Yunes Linares en el gobierno de Veracruz ha sido gobernar menos. En los primeros meses se dedicó a perseguir a duartistas para meterlos a la cárcel, una tarea que fue bien recibida por los veracruzanos que querían ver a esos ladrones tras las rejas; sin embargo, pese a obtener buenos bonos políticos por ello, quedó claro que actuó como fiscal y no como gobernador.
Ese muchacho que Yunes colocó en la Fiscalía ha actuado siempre como su mozo de estoque, no como el abogado de Veracruz que debería desplegar todos los tentáculos de la justicia para lograr abatir la creciente impunidad que vivimos y que se refleja en el hecho de que solo medio punto porcentual de los delitos cometidos son resueltos, según estudio del INEGI.
Tras sus golpes más mediáticos en el tema de venganza política, y luego de despedir a miles de burócratas para sustituirlos por su gente y por los miembros del ejército electoral de Miguel Ángel Yunes Márquez, el gobernador se aprestó a anunciar diversas obras carreteras pequeñas, como la conclusión del libramiento de Cardel, el bulevar Xalapa-Coatepec, el reencarpetamiento de la carretera de Banderilla a Misantla, un puente en Tuxpan, y hacer pasar como suyas las obras carreteras del gobierno federal con la iniciativa privada.
Todo ello, debemos reconocer, enfocado en ganar puntos para la elección de los 212 ayuntamientos, ocurrida en el primer año de su gobierno. A ello siguió, desde entonces, la gran batalla por heredarle el cargo a su primogénito. Hoy, tras verlo perder en el campo de batalla, pese al uso de sus carruajes de fuego, Yunes se dedica a blindarse las espaldas, a estropear el proceso de transición y a instrumentar su venganza contra quienes supuestamente fueron los artífices de su derrota. Porque eso sí, ni un ápice de autocrítica.
Por cierto, otro tema controversial en que incurrió el choleño la semana pasada fue anunciar que vetará la reforma a la Ley del Instituto de Pensiones del Estado (IPE), que los diputados aprobaron casi por unanimidad, argumentando que en ningún momento los diputados se entrevistaron con la Secretaría de Finanzas y Planeación para discutir la viabilidad financiera de la propuesta de rescate.
Es un tema más de su batalla contra Morena. La comisión legislativa encargada de ver el tema la preside la diputada morenista Daniela Griego quien, por cierto, puso en evidencia la enorme capacidad del gobernador para mentir al documentar los múltiples intentos que hicieron para que Sefiplan acudiera a analizar el tema y, con ello, fundamentar sus iniciativas.
Ya Morena empieza a gobernar
Aunque Cuitláhuac García Jiménez no ha dado a conocer a su próximo equipo de gobierno, cuando todavía faltan cuatro meses para tomar protesta como Gobernador de Veracruz, ya empieza a verse la mano de Morena en los asuntos públicos de la entidad. Y es que Yunes anda en todo menos en atender las necesidades de los veracruzanos.
El sábado vinieron quienes serán las titulares de Semarnat y Sener, Josefa González Blanco Ortiz Mena y Rocío Nahle García, a Minatitlán, para ver con el alcalde Nicolás Reyes Álvarez un tema que preocupa a minatitlecos y a los habitantes de la región, el basurero a cielo abierto denominado Las Matas, que funciona ya por dos décadas y que representa no solo un riesgo ecológico sino puede convertirse en una emergencia regional porque lo cruzan ductos de combustible de Pemex que pueden provocar una conflagración de enorme magnitud.
Las futuras funcionarias federales acudieron para atender una de las promesas de campaña de Andrés Manuel López Obrador con los minatitlecos y ya empieza a mostrar su mano y su músculo en un estado olvidado por sus autoridades estatales, hoy enfocadas en lamerse las heridas de la derrota.
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