Efectivamente, el proceso de esa entrega y recepción se llevará a cabo, de acuerdo a lo estipulado, hasta el 1 de noviembre, sin embargo, para aprovechar estos días de la espera, el gobernador electo, Cuitláhuac García Jiménez ha dispuesto ir nombrando a los hombres y mujeres que conformarán su gabinete, con el objeto de que se vayan adentrando en la problemática e ir preparando los programas y todos los esquemas que permitan desde el primer día de gobierno atender todos esos asuntos.
El próximo gobernador cambió por completo la usanza tradicional de estos meses de espera, incluso, se recuerda que algunos gobernadores electos al saber de la definición del Organismo Público Local Electoral (OPLE), decidían tomarse unos días de descanso y salían fuera del país a hacer más relajada esa famosa espera.
Tal vez eran tiempos más relajados, menos confrontados y sin que se escuche exagerado, tal vez no había tantos problemas como los que hoy vemos.
Entonces nos queda claro que Cuitláhuac García no quiere perder el tiempo y comienza a conformar su equipo, que como vemos con el primero que aparece en el cuadro, Erick Patrocinio Cisneros Burgos, tiene la formación para ir conociendo y enfrentando esos problemas que por cierto no son pocos.
El concepto gobernabilidad es muy importante retomarlo, porque con la presencia de la delincuencia organizada, parecía que la autoridad era rebasada con esos delitos diarios que vivimos en los distintos municipios de la entidad.
Me queda claro que los nuevos funcionarios no traen una varita mágica, pero si toda la voluntad para hacer las cosas bien y distintas, con muchas oportunidades pero ningún privilegio, como bien lo dijo desde su primer discurso Erick Patrocinio Cisneros Burgos, el próximo secretario de gobierno.
Cuitláhuac García dijo con aplomo que de esa forma inician con anticipación su participación en el próximo gobierno, evidentemente sin recursos económicos, pero tal vez es la parte que se considera como investigación; vendrá la planeación y después la ejecución de todos los programas que desde campaña dio a conocer.
Los “poderosos” hermanos Morales de Ayahualulco
El caso del alcalde de Ayahualulco, Filiberto Morales Rosas no es menor, porque tan solo es cuestión de pensar que trasladarse desde ese lugar, hasta la Legislatura local para denunciar las atrocidades que está cometiendo, implica gastos, pérdida de tiempo y una animadversión con el edil y sus seguidores.
Así los han de tener de desesperados a los habitantes de ese serrano municipio, que buscaron ayuda en los diputados locales, pero llegaron en un día muy complicado, cuando se incluyeron en la agenda legislativa más de 80 puntos que fueron desahogados.
La historia de ese alcalde comienza con su hermano, el que dicen es quien realmente gobierna, Abundio Morales Rosas, quien ordenó que al mercado del municipio le pusieran por nombre “Mercado Hermanos Morales”.
Es que Abundio es el ex alcalde y solo le entregó la “estafeta” uno al otro, para continuar con el poder en manos de esa familia.
Viendo que no tenían otra alternativa, los habitantes del lugar tomaron el palacio y ahora piden el desafuero del alcalde, para que se le investigue por la malversación de más de 70 millones de pesos, además de los delitos de nepotismo, abuso de autoridad e ingobernabilidad.
No habría manifestaciones si las autoridades municipales cumplieran con escuchar a los quejosos, pero dejan que crezcan los problemas y llegan hasta el Congreso local.
“Ya váyanse de Xalapa, no los queremos…”
Hoy se cumple un mes de que los mexicanos y los veracruzanos, de manera especial, vivimos las elecciones más emocionantes de los últimos años.
Se pasaron rápido los días y no obstante la abultada diferencia de votos que obtuvieron Andrés Manuel López Obrador y Cuitláhuac García, vimos que los que no quedaron satisfechos comenzaron a lanzar los dardos “envenenados”, reclamando cada una de las palabras que pronunciaba sobre todo AMLO, pero parece que ya se está asentando el agua y todo transcurre con normalidad, esperando la fecha para la toma de posesión.
En Veracruz parece que nadie hace entender al gobernador Miguel Ángel Yunes Linares, que debiera disfrutar estos últimos cuatro meses que le quedan al frente del gobierno estatal pero parece que solo piensa como desquitarse por esa derrota del 1 de julio.
Primero todo el rencor era en contra del ex gobernador Javier Duarte de Ochoa; por cualquier cosa mala que sucediera responsabilizaba al ex mandatario, pero ahora no sabe cómo seguir sembrando esas “bombas” para que exploten cuando se vaya y perjudiquen al próximo gobierno.
Es tan obvio su comportamiento que tal vez por eso se escuchó ese grito que se hizo viral, cuando un ciudadano vio a Yunes Linares y a Rogelio Franco subir las escaleras de la catedral y desde su vehículo les grito “Ya váyanse de Xalapa, no los queremos…”.
Tal vez sería más fácil aceptar la derrota y con dignidad entregar las riendas al que ganó la contienda de manera arrolladora. Eso bajaría la tensión en muchos veracruzanos que ya están contando los días de esa salida del palacio de la calle Enriquez. |
