Línea Caliente.
Edgar Hernández.
 

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Elba Esther a Yunes ¡Ni perdón ni olvido!
2018-08-08

“¡Fueron muchas las traiciones, también las deslealtades… la venganza, sin embargo, es un plato que se come frío!”, Elba Esther Gordillo.


Luego del sonado romance político Elba Esther/Miguel Angel Yunes Linares la pasada década, sonada ruptura registra el histórico tras una serie de acusaciones mutuas de raterías sin fin y saqueo a las arcas públicas.


Hoy, luego de la prolongada reclusión de la poderosa líder magisterial, gracias a la alianza estratégica con Andrés Manuel López Obrador, la otoñal dama regresa por sus fueros.


También a cobrar deudas pendientes.


Regresa a la memoria el otrora compromiso político y algo más gestado con el hoy gobernador saliente de Veracruz en 2003 en la Cámara de Diputados, ella coordinadora de la bancada del PRI él diputado plurinominal.


Su relación se intensificó previo a las elecciones presidenciales de 2006 para que una vez en el poder Felipe Calderón, la lideresa del sindicato magisterial con más de un millón 700 mil agremiados se enfrascara en una serie de discusiones con el presidente y el propio Miguel Angel Yunes titular del ISSSTE y hasta entonces cercanísimo colaborador tras una década de lucha por el poder. 


Y es que tras la victoria del PAN en los comicios, la maestra dio su aval para que Miguel Ángel Yunes ocupara la dirección del ISSSTE, para más tarde deslindarse de los “cuestionados manejos de los recursos” de la dependencia.


Yunes ¡si ya saben cómo soy para que me invitan! respondería denunciando que Gordillo le pidió 20 millones de pesos mensuales para financiar al partido Nueva Alianza. “Obviamente le dije que no, y ello le provocó un enorme disgusto”, dijo en conferencia de prensa. “ Elba Esther quiso corromper al ISSSTE y yo no lo permití”, agregó.


Tiempos difíciles vendrían para la maestra quien terminaría en la cárcel tras confrontarse años más tarde con Enrique Peña Nieto.


Los que vendrían serían largos años de penurias y desprecios; de cárcel y enfermedades; la muerte de su hija, el despojo de sus bienes; el desmantelamiento de su poder magisterial.


Sin embargo, a cada santito le llega su fiestecita.


Un buen día la “Chuky” de la política decide aliarse con Andrés Manuel López Obrador, meterle un buen billete y poner su resto del capital político que le quedaba y… ¡Bingo!


Al triunfo del Peje sobrevendría el perdón y olvido. Una instrucción precisa de Andrés Manuel al saliente Peña Nieto, hoy no precisamente siervo de la nación sino de Morena, y listo. 


Entrada la noche de este siete de agosto el Primer Tribunal Unitario en materia penal le adelanta a la maestra Elba Esther Gordillo “el sobreseimiento que recayó en la causa penal bajo la que me encontraba sujeta”, explica la afectada en una carta a los medios.


Y pa´tras. Borrón y cuenta nueva ¡China libre!


Regresa a su feudo su poder e influencia, el billete ya lo tiene. Acaso también regresa a su memoria aquello de que los carniceros de ayer serán las reses del mañana y eso del no perdón y olvido proclamado por el ufano Miguel Angel Yunes lo haga propio y, de nuevo, saque los trapitos al sol y sume a la “Carpeta Azul” del Peje lo que trae bajo siete llaves.


El 13 de marzo en la última entrevista que concedió la hoy honorabilísima Elba Esther sostuvo que “Miguel Angel Yunes fue su principal traidor… es un hombre sin lealtades y cuando no se tiene palabra no se tiene nada”.


Hay una fábula a la que hace referencia Elba Esther en entrevista con Adela Micha:


-Era una vez una rana que se disponía a cruzar un río. Un alacrán la vio y como también necesitaba cruzarlo le pidió que lo llevara en su lomo. La rana en un principio se negó porque sabía que el alacrán era traicionero,  podía picarle, sin embargo el alacrán insistió mucho hasta que por fin lo convenció, trepó en ella y se lanzaron al río y a la mitad del mismo el alacrán el picó. Al sentir el aguijonazo, antes de hundirse la ranal le preguntó:


— ¿Por qué me picaste si te ayudé? 


Y el alacrán le contestó:


—Es mi naturaleza, soy así.


El romance político de antología había terminado.


Tiempo al tiempo. 


*Premio Nacional de Periodismo

 
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