Hipólito Rodríguez, convirtió a Xalapa en un cochinero con la basura; las calles excepto las últimas que pavimentó Américo Zúñiga, con concreto hidráulico están llenas de baches, tiene graves problemas de agua potable, la inseguridad de la que tanto hablaba que iba a controlar se le desbordó y tiene encima a las organizaciones sociales ante la falta de respuesta, incluso con plantones permanentes que se pelean el Parque Juárez.
El triunfo de Morena en la alcaldía de Xalapa, fue el preámbulo de la avalancha AMLO. Fue el aviso, del voto más razonado que hay en la entidad, para hacer saber que este partido arrasaría en todo Veracruz, es decir, Hipolito Rodríguez, le debe por completo a Morena y por ende a López Obrador, ser el presidente municipal de Xalapa, honrosa representación al parecer poco valorada por este edil, que si por el fuera, simplemente Cuitlahuac García, no estuviera cantando victoria, así de simple.
De ahí que los xalapeños al conocer de la reunión del gobernador electo con Obrador, se volcaron en la redes con felicitaciones y llamadas de auxilio para su ciudad abandonada por el mismo color, pero esperanzadas por dos nuevas administraciones.
SERGIO HERNÁNDEZ PRESUME A LA LIGERA
Del departamento de comunicación social a cargo de Sergio Melo, que por cierto ya se va y en una de esas le fincan responsabilidad por convenios con supuestas empresas fantasmas, salió un boletín donde el titular de la nota dice: “Cierra 64 Legislatura sus periodos ordinarios, siendo la más productiva de la historia”, y ya podrá usted imaginar toda la suma de trabajos y comparativos a los anteriores.
Este tipo que en breve dejara de ser el coordinador de la JUCOPO y quien maneja los billetes del Congreso para formar parte de una minoría legislativa porque pese a que perdió la uninominal, va nuevamente como legislador en una plurinominal como recompensa a su servilismo que le dio el gobernador Miguel Ángel Yunes, fue quien en su momento habló que llegaban con autonomía legislativa y fue el más servil durante estos efímeros dos años al poder del gobernante en turno.
La última jugada fatal fue haber nombrado un fiscal anticorrupción a producto de gallina y la humillación que tuvo que pasar al recular el ejecutivo en la designación de los magistrados, situación que era para renunciar cuando menos a la JUCOPO, pero al parecer, Sergio Hernández, no conoce la vergüenza.
Así que el que haya sacado a modo, supuestamente más “trabajo” que otros debería de callarlo y en lugar de ensalzarlo con su muy malo coordinador de comunicación, hacer gala de humildad, que buena falta le hace.
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