“Lo peor de la ingratitud, que siempre quiere tener la razón”.
“Contento vine, contento me voy…ya que así me conociste y así vengo a despedirme y ni las gracias te doy…”.
-Rumbero, jacarandoso, entraba cantando el buen Regulo, en el lugar en donde siempre lo espera con ansiedad su colega y amigo, Casiano, en la cantina de “El Piedrón” en la centenaria ciudad de Teocelo…
-Casiano, jubiloso lo recibía con un afectuoso abrazo, sombrero de cuatro pedradas y sarcástica risa…notando algo extraño en esa coqueta sonrisa, apagado y malhumorado, decidido finalmente el buen Regulo le confiesa, después de estrechar las copas conteniendo el aromático líquido de manzanilla, a punto de llorar:
-Fíjate Casiano que esta mañana me llevé un pucta disgusto, cuando fui a presentar los papeles de mi nieta, estudia la Prepa en la Ramírez Cabañas, para eso de la beca, bien ganada y con excelente promedio, y pues yo “apendejao” acudí con la profe “Chofi”, esa mera de educación del ayuntamiento de Enrique…¿y que crees Casiano?.
-Queee, pinche Regulo.
-Pos que me dice la doña, la profe Chofi, que ella no sabía nada y que no se otorgan becas, que no sabía por qué me habían enviado con ella…
-Y a luego, Casiano, que entra de imprudente la secretaria de doña Chofi, dicen que así es siempre, de testigo el famoso Juanki…”pos que no e puede, pos que no…”.
-Sabes por qué Casiano?...porque cuando me preguntaron que de donde era mi nieta y yo le dije que de Teocelo…inmediatamente las dos, la titular y la esa, imprudente, que contestan…”Pues no”. Deben vivir en Coatepec, no se puede.
-Uta…y ahora?.
-Me fallas Regulo, me fallas. Las hubieras enviado rapidito, rapidito a ya sabes dónde, a ese rancho que está por allá, y que le llaman La Chingada….allá merecen estar.
-No Casiano, no. Sí les dije, aclarando:
-Miren…yo estoy aquí, aquí, para quererte, chingaos ese es Rapahel. Que les aclaro: miren, hasta ahorita me estoy enterando que la educación, el promedio y la inteligencia es por frontera…o sea no, que porque es de Teocelo no puede tener los beneficios de su promedio. ¿Que acaso la prepa Ramírez Cabañas no se localiza en el municipio de Coatepec?.y es aquí en donde otorgan las becas, no en los lugares de origen de las alumnas…creo entender.
-“Aquí no damos becas por promedios”, dijo doña Chofi, la directora de educación del ayuntamiento de Coatepec. No, no, nos metemos en broncas, al menos que busque la palanca del regidor Benjamón, perdón Benjamín, el mero mero de educación, o alguno de tesorería que es donde pagan las becas…
-Miren, que les digla llamada educacipno amigo Casiano…yo pude engañarlos, con una dirección de Coatepec, pero me gusta, lo sabes, ser derecho, serio en esto del papeleo y eso les expliqué a las doñas…¿y que crees Casiano?.
-Queeeee Regulo.
-Ve, por eso, por ser derecho, por ser honesto…siga así y mire…nada conseguirá.
-Es de principios, de valores señoras, “doñas” y me salí emputado de la oficina de la llamada educación del ayuntamiento de Enrique Fernández.
-Regulo, ahora sí me encabronas…¿pues en donde está ese carácter?
-Casiano, lo sabes, soy un caballero. Tan fácil hubiera sido decirle a la imprudente secretaria de la profe Chofi…”bueno usted dice que no le pueden dar la beca porque no es de Coatepec, es de Teocelo. ¿Luego entonces? En qué quedamos. Usted señora imprudente está trabajando en una institución de Coatepec, en el ayuntamiento y usted es de Teocelo. Es más, está repitiendo. ¿algo parecido o no?.
-“Contento vine, contento me voy, ya que así me conociste y así vengo a despedirme y ni las gracias te doy…yo prefiero un desengaño a vivir en el engaño, en que me tuviste tú…
Y te pongo un hasta aquí…y me voy en mi patín”.
-Regulo salió en chinga loca, mientras en la carretera a Cosautlán, lo esperaban sus paisanos que hacían “faina” en el bacheo de este destrozado tramo…
¿Amigos en la política, Casiano?.
No señores, no se cuenta con ellos cuando arriban al poder, indica Regulo. Esta tarde en una oficina alta del ayuntamiento de Coatepec, lo comprobé, agrega Regulo…horas y horas esperando para no conseguir audiencia, comenta el colega Pablo Hernández y Timoteo. Amigos ni los huevos, juntos y no se hablan, en el cono bien acomodaditos.
Pero eso sí cuando vuelvan a necesitar, porque así siempre sucede, vuelen a pedirte favores…es cuando los debemos mandar a la chingada. |
