Ahí está el ejemplo del tristemente célebre Tomás Ruiz González, quien suelta declaraciones sin sustento y adjudicadas a otros, que anuncia como conocedores no sólo de las propuestas del futuro gobierno sino como adivino del futuro. En un audio llega a anunciar una devaluación del peso frente al dólar hasta de 25 pesos. Seguramente se olvida que la devaluación de su correligionario, llamado Enrique Peña Nieto, fue del 80 por ciento. Cuando llega el ex gobernador del estado de México a la presidencia, el peso estaba en 13 pesos y lo deja en 20.
Pero para quienes atacan injustificadamente al nuevo gobierno hasta de los temblores lo culpan.
Porque la grabación, difundida por el propio Ruiz González, no hace más que descalificar a los miembros de la próxima administración con tanto rencor que hasta se le notaría cierto tono propio de una persona alcoholizada, lo cual no sería extraño en él. De hecho, asegura que lo dicho por el funcionario bancario lo invita a emborracharse desde temprano.
Tomás Ruiz se convierte, en ese audio en el vocero de los funcionarios bancarios del país, —no sólo de los banqueros, porque quien nació para maceta del corredor no pasa—, al decir que el panorama en materia económica durante el gobierno de Andrés Manuel López Obrador, es “horrible”.
Tomás Ruiz fue subsecretario de Hacienda, no se le puede atribuir desconocimiento o ignorancia sobre el tema, de ahí que mañosamente utilice lo que, según él, asegura un alto ejecutivo de uno de los 2 principales bancos de México, quien ha sostenido encuentros constantes con el equipo del tabasqueño, este le afirmó que los próximos funcionarios “no tienen idea de qué hacer”.
Al indicar que tuvo un desayuno con el ejecutivo bancario, Ruiz relata: “Me dijo literalmente, Tomás, son horribles, no tienen idea de dónde apretar el botón de despegar. No saben por dónde empezar (…) nos va a cargar la chingada, no tienen la menor idea de qué hacer”.
Las razones se quedan en el aire, las bases de la aseveración nunca se dicen, la fuente es imprecisa. Es decir, las palabras de Tomás Ruiz, quien fuera director de la Lotería Nacional, cuando era amigo de Elba Esther Gordillo, tienen todos los elementos del rumor, de la especulación informativa, de la mala intención de producir distractores, y de intentar lanzar misiles de la guerra sucia.
Ante gran desprestigio que carga a sus espaldas Tomás Ruiz carece de calidad moral, pero quiere hacerle el trabajo sucio a los banqueros y a todo enemigo del nuevo régimen, en tonos propios de un chantajista.
Se acomide a servir de títere de banqueros y personajes como el presidente de la Coparmex, Gustavo de Hoyos, quien se manifiesta en contra de todo lo que diga o proponga el nuevo gobierno.
Tomás Ruiz González solicitó en 2016 un amparo contra órdenes de aprehensión y actos privativos de su libertad, poco tiempo después de la solicitud de licencia de Javier Duarte de Ochoa. Dijo se defendería de los cargos que la PGR investigaba en su contra. El Juez Segundo de Distrito en el estado de Veracruz, Alejandro Quijano Álvarez, negó de forma definitiva el amparo.
Ruíz González, involucrado en la contratación de empresas fantasma, fue el primer secretario de finanzas de la administración de Duarte de Ochoa, quien en su momento fue considerado el tercer hombre más fuerte en el estado, sólo detrás del Gobernador y el Secretario de Gobierno.
También fue denunciado por la Auditoria Superior de la Federación, por el mismo delito que Duarte de Ochoa, enriquecimiento ilícito y creación de empresas fantasma, durante su desempeño a cargo de la secretaria de Finanzas entre 2011 y 2012.
Tomás José Ruiz González, egresado de la Escuela Libre de Derecho, es también itamita, donde estudió un diplomado en finanzas. Durante el sexenio del presidente Carlos Salinas de Gortari fue Director General de Banca Múltiple en la Secretaría de Hacienda y Crédito Público que encabezaba Pedro Aspe. En el sexenio de Ernesto Zedillo fue nombrado Procurador Fiscal de la Federación y en dos ocasiones Subsecretario de Ingresos, así como el primer presidente del Servicio de Administración Tributaria en 1997, siendo Secretario de Hacienda, Guillermo Ortiz.
En 2000 Vicente Fox Quesada lo nombró Director General de BANOBRAS. Permaneció en el cargo hasta 2003, cuando renunció para ser postulado por el PRI candidato a Diputado Federal por la vía plurinominal en la LIX Legislatura. Siendo Diputado Federal se le llegó a mencionar como uno de los precandidatos a la gubernatura del Estado de Veracruz de Ignacio de la Llave para el periodo 2004-2010.
En noviembre de 2006 fue electo Presidente del Partido Nueva Alianza, cargo en el que solo duró nueve meses, renunciando en agosto de 2007. Es decir, ha servido a gobiernos de tres partidos diferentes y no es difícil que intente colarse al nuevo gobierno. No tiene bandera, ni consistencia ideológica, ni vergüenza.
La consistencia como funcionario público de Tomás Ruiz, ha sido muy accidentada. La próxima secretaria de Energía, Rocío Nahle, afirma que los veracruzanos no olvidan quién es Tomás Ruiz y el daño que ha hecho al estado.
La trayectoria pública, la salud mental, su nula honestidad, y los problemas con las adicciones dejan muy mal parado a Ruiz González, quien es el menos indicado para convertirse en soldado raso de una guerra sucia que, si bien no llega todavía a su fin, descubre la intención de las balas de salva que disparan contra el nuevo gobierno. PEGA Y CORRE.- Uno de los primeros actos de gobierno del presidente electo, Andrés Manuel López Obrador, será declarar una crisis humanitaria en Veracruz por inseguridad, desfalco al erario y violaciones a los derechos humanos, informó Alejandro Encinas Rodríguez, próximo Subsecretario de Derechos Humanos de la Segob… Esta columna se publica los lunes, miércoles y viernes.
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