“Perdóname hija porque no trabajé lo suficiente para poder pagar tu rescate y te dieron muerte Hija te amo, descansa en paz Itzel Mar. Perdóname por no haber tenido suficiente dinero para pagar un peso mi amor. Dios te reciba con los brazos abiertos y tu papi Ramón Mar Betancourt te ayude a llegar al reino de los cielos”. El estómago se me revolvió, los ojos se me llenaron de lágrimas. En pocas palabras… ¡me quebré ante el mensaje de una madre publicado en redes sociales! la esperanza de encontrar con vida a Itzel se había perdido.

Itzel tenía apenas 24 años y desde el 8 de noviembre fue secuestrada de manera violenta después de  recoger a su pequeño hijo en una escuela de Naranjos. Los rumores son que al no pagar el millonario rescate, este sábado Itzel apareció muerta en Tancoco.

Al asesinato de Itzel, se suman el de Graciela, una mujer de 23 años asesinada a cuchilladas a manos de su esposo así como el de la pequeña estudiante de secundaria en Zozocolco que fue agredida sexualmente, mutilada, apuñalada y finalmente muerta por negligencia médica; además del de Samantha, joven que apareció en bolsas de plástico en Yanga; o Coral, de 29 años asesinada presuntamente por motivos pasionales,  aunque en medios de comunicación ya contabilizan 12 mujeres más a partir de este primero de diciembre.

Esto no se trata de crear un botín político con mujeres asesinadas, para que entre partidos se diga: “en tu periodo de gobierno hubo más que en el mío”, ¡no, señor! Se trata de crear políticas públicas que eviten feminicidios. ¡Que haya prevención! ¡Que se haga algo para proteger a las mujeres! Porque mañana puedo ser yo, o tú, o tu esposa, tu hija, tu hermana, tu amiga…

Sin embargo, el panorama no se ve “nadita” alentador. El 11 de noviembre en este mismo espacio, escribía que únicamente el 0.01% del Presupuesto Federal se asignaría para combatir la violencia contra las mujeres. Realmente irrisorio, pues la encuesta Endireh 2016 indica que 6 de cada 10 mujeres han sufrido algún tipo de violencia ocasionada principalmente por el esposo, pareja o novio, violencia que se ve reflejada en la muerte de 9 mujeres al día en el país, aparte de que se estima una violación cada 4 minutos.

Digo que el panorama se ve totalmente desalentador porque en el Presupuesto Federal para el 2019 presentado por el Secretario de Hacienda, Carlos Urzúa, en el apartado Ramo 4 Gobernación, dice: “Disminuye los recursos para el Programa de Atención y Prevención de Violencia contra Las Mujeres y el Programa de Derechos Humanos”, lo que se traduce en la cancelación del Programa de Apoyo a Instancias de las Mujeres en Entidades Federativas (Paimef), uno de los que llegaba a mujeres indígenas y de zonas rurales, víctimas de violencia extrema y que en 2018 se le habían asignado poco más de 263 millones, pues también protegía a sus hijas e hijos… pero para 2019 se elimina. Igual se reduce al Programa para el Fortalecimiento de la Igualdad Sustantiva entre Mujeres y Hombres.

Ante estos hechos, muchas feministas levantaron la voz a través de sus redes sociales, incluso señalaban que la Conavim también se había visto afectada en la reducción de su presupuesto.

En un análisis que hace Ana Alicia Osorio para el portal Testigo Púrpura, menciona que el presupuesto  que tenía la Cámara de Senadores para apoyar a las mujeres también se eliminó. En 2018 se le autorizó 6 millones.

Ana escribe que se aumentaron otros programas para apoyar a las mujeres como los del programa “Bienestar”. Definitivamente es un buen punto apoyar a las mujeres con recursos, pero ¿de qué servirá si son maltratadas, violentadas y hasta asesinadas por sus parejas o esposos?

Desde luego que falta el análisis y la aprobación del Presupuesto por parte de los y las legisladoras. Desde luego que espero que nuestras legisladoras hagan algo al respecto, pues sería totalmente incongruente que teniendo una paridad en los congresos, los recursos para atender y prevenir la violencia contra las mujeres se disminuyan. 

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