Cuando se menciona la frase “La política es una porquería” me parece que están cayendo en un error, la política como tal es una ciencia, que tiene su definición y que a la letra dice: “Es la ciencia que trata del gobierno y la organización de las sociedades humanas, especialmente de los Estados”. Hasta ahí todo va bien, no hay confusión alguna, la definición es muy clara.

El problema viene cuando las personas ejercen esta ciencia, es ahí el meollo del asunto, porque en eso si se ha fallado y mucho, entonces podemos decir que la política no es una porquería, son algunos de los que ejercen esta ciencia, los que no dignifican a la política, es decir los malos políticos. 

Hoy en día, cualquiera puede dedicarse o al menos intentar ser político, el problema es que no cualquiera pueda ser un buen político, como se dice, un político de carrera, con experiencia, con tablas según se comenta en el argot de este medio; es común ver como de la noche a la mañana se han convertido ya en encumbrados políticos, Senadores, Diputados, Gobernadores, Presidentes Municipales, en fin, unos maestros de esta noble ciencia, y presumiendo ademas el  haber llegado a esa posición, cerrándose a cualquier buen consejo. 

Por esta razón, considero se ha venido deteriorando el nivel de esta ciencia, no solo en México, sino en otros puntos del mundo, la novatez, la falta de asesores calificados, la necedad de muchos de estos “nuevos políticos”, dan como resultado el fracaso de las diferentes políticas públicas que se tratan de aplicar y que dé inicio deberían de dar los resultados esperados, ese sería al menos el objetivo.

Pero al no estar en manos de gentes expertas en la materia, al final del día, fracasan, y dan como resultado un retroceso muchas veces grave y con consecuencias catastróficas para todo un país. 

Lo que se debe de hacer es dignificar a la política, y a que me refiero con esto, pues muy sencillo, profesionalizar a quienes pretenden incursionar en esta actividad, y no es por ser selectivos ni mucho menos, es simplemente beneficiar en lo más que se pueda a la sociedad, al no tener más políticos de microondas, y si formar a más y mejores políticos, que ha decir verdad son los menos en estos días. Volvamos a la básico, a los clásico, no todo ha sido malo en esas viejas practicas o costumbres, dacia Reyes Heroles “La forma es fondo”. Así que, reflexionemos como sociedad, porque al final del día, los únicos perjudicados somos nosotros mismos, y la verdad ya no se vale arrepentirse, ni lamentarse cuando ya se tomo la mala decisión, como decía mi abuela “a lo hecho pecho”. Correo electrónico: bernardobellizzia@hotmail.com