CHINAMECA DEBE DEJAR UNA GRAN LECCIÓN. Un relleno sanitario es un método de ingeniería para la disposición de residuos sólidos no peligrosos en el suelo de manera que se proteja el ambiente, mediante el esparcido de los residuos en pequeñas capas. En ellos se reducen los problemas de contaminación y se previenen adversos efectos al ambiente. Su construcción debe apegarse a estricta normatividad federal y estatal y contar con estudio de impacto ambiental favorable. Este tipo obras se planea y se debe elegir un lugar que reúna condiciones técnicas adecuadas como son: topografía, nivel a que se encuentran las aguas subterráneas y disponibilidad de material para cubrir la basura. Este es el tipo de obra que ayer rechazaron los pobladores de Chinameca con los que al gobernador Cuitláhuac García Jiménez no le quedó más que estar de acuerdo. A todas luces se entiende que la comunidad no fue informada debidamente por la SEDEMA y por ello el rechazo, porque sería imperdonable que esta dependencia haya querido construir el relleno sin cumplir con la obligación legal de promoción e información a las autoridades locales y municipales acerca de los beneficios y del cumplimiento de la normatividad federal y estatal. Dos preguntas: ¿Cuántas obras más tendrán que cancelarse en Veracruz por falta de experiencia de la titular de la SEDEMA o de cualquier otro colaborador del Gobernador Cuitláhuac García Jiménez? ¿Evaluarán la capacidad de los operadores políticos que ha contratado la Secretaría de Gobierno?
EN VERACRUZ PREPARAN TOMA DE OFICINAS POR REDUCCIÓN DE SALARIOS mientras que en la Federación crecen los amparos. Lo que continúa a la alza (a la par de los despidos en el Gobierno Federal) son los amparos promovidos por los funcionarios públicos. En cuatro meses se ha llegado a la cifra de los 21 amparados para evita una reducción del salario y ganar menos que el Presidente. De acuerdo a notas periodísticas, entre los amparados se encuentran empleados del ISSSTE, IFT, SAT, INE, Cisen, CFE, Pemex y Cofece. Asimismo, hay amparos de empleados del SAE, INAH, y el CINVESTAV del IPN. Sin embargo, no solo en la Federación el barco hace agua, en Veracruz se sabe que los empleados de la Secretaría de Finanzas continúan inconformes por que a casi todos los quitaron la mitad de su compensación. Por tal motivo se tiene programada una reunión con sindicatos el próximo lunes en Tesorería, y si las cosas no se arreglan, los trabajadores están listos para tomar las oficinas. Después del pago de la primera quincena de diciembre los trabajadores dieron la voz de alarma pues cuando el viernes 14 fue dispersada la nómina, cientos de trabajadores recibieron la ingrata sorpresa que su sueldo venía recortado. Pese a ello las autoridades informaron a los trabajadores que los pagos se encontraban desfasados pero que harían el depósito de la compensación el 20 de diciembre. Lo anterior finalmente no ocurrió por lo que los trabajadores no están dispuestos a agachar la cabeza y resentir la disminución del sueldo. Así las cosas en la Federación y así las cosas en Veracruz.
EL CASO WINCKLER ENCAJA EN LA ANALOGÍA DEL CHIMPANCÉ ADIESTRADO. J.M. Coetzee describió en una novela un experimento con una chimpancé joven a la que criaron como si fuera humana. Cuando le pidieron que clasificara varias fotografías en montones, la chimpancé puso la foto de sí mismo con las fotos de los humanos en lugar de ponerla con las de los otros simios. Uno de entrada siente la tentación de darle a la historia una lectura literal, o sea, pensar que la simio hembra quería que la consideraran humana… y puede ser válido el supuesto. Sin embargo, así como en la política y en este experimento, se debe ser más cauteloso. Por ejemplo, para la simio los dos montones podrían tener significados menos obvios, como por ejemplo, los que son libres de ir y venir frente a los que siguen encerrados; puede que estuviera diciendo que prefería estar entre la gente libre… o tal vez solo quería complacer a su guardiana diciendo que se parecían. En cualquier caso, muchas veces lo obvio no siempre es la única opción. En Veracruz en el intrincado problema del Fiscal Jorge Winckler podríamos resumir el asunto a la obviedad de que él no renuncia porque su jefe Yunes Linares se lo manda y que el Congreso lo quitará porque ha modificado la Ley. Sin embargo, siendo cautos hay muchas opciones adicionales y aristas, como por ejemplo la conveniencia para Veracruz de experimentar con un Fiscal que -por fin- no sea “carnal” del Gobernador y que se garantice así su autonomía. O la otra, que no sea instrucción de su exjefe sino simples ganas de joder al de enfrente y montarse en el macho de “no me voy, no me voy y no me voy”. ¿Realmente pierde Veracruz con la permanencia de Winckler? ¿Realmente ganaría Veracruz si lo quitan y ponen a un Fiscal “a modo”? Como en el experimento del chimpancé, la opción más obvia no siempre es la más cautelosa ni la más adecuada. Detengámonos un momento a pensar y veamos qué sería lo mejor para Veracruz.
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