“La llegada de una nueva administración en el gobierno de Veracruz, el día 1 de diciembre de 2018, generó muchas expectativas en los ciudadanos. La gente se ilusionó por la llegada de un nuevo gobierno dado que las promesas de campaña habían sido muy generosas.
“Sin embargo, a medida que pasan los días, se van acumulando algunos fracasos. Pareciera que hay muchas cabezas y que las torpezas de unos pocos están echando a perder el poco trabajo de otros. La gente ha ido perdiendo la confianza.
“Lamentablemente el desánimo y el desencanto van ganando terreno. Y es que no se puede invocar la novatez ni la curva de aprendizaje para justificar los desaciertos que en estos 74 días de la nueva administración gubernamental de Veracruz están a la vista de todos.
“No estamos para improvisaciones, seguramente se necesita evaluar los resultados y la eficiencia de los colaboradores del gobierno. Hay señales claras de que algunos ‘recomendados’ no están funcionando, y por lo mismo es tiempo de tomar decisiones. Se observa que falta oficio político y que el ambiente se está enrareciendo. No hay que esperar a que el Estado se encienda, para actuar.
“Se requiere dirección, un proyecto bien definido y mejores resultados ante las grandes necesidades que vive la gente. ¡Ya no queremos más sangre derramada en Veracruz! ¡Ya no más muertes y desapariciones! ¡No más ejecuciones, ni violencia! ¡No más dolor y miedo en la población! Queremos un Veracruz en Paz y el gobernante debe trabajar sin descanso hasta no lograrlo.
“Las autoridades gubernamentales no pueden perder el tiempo en pleitos sin sentido, en caprichos infantiles que causan el enfado de la sociedad. Se necesita una verdadera transformación que traiga oportunidades de progreso a los ciudadanos, no que los enfrente en bandos de buenos y de malos.
“Lamentamos la situación de violencia e inseguridad que se ha incrementado en las últimas semanas. Este ambiente de violencia afecta el tejido social, lastima a las personas, las envenena con el resentimiento, el miedo, la angustia y el deseo de venganza. Todos los días, los medios de comunicación dan cuenta de asesinatos, secuestros y levantones; ya no es extraño escuchar balaceras, incluso en lugares concurridos. Muchas personas viven con la angustia de sentirse indefensas ante la amenaza de la violencia”.
Hasta ahí el mensaje del presbítero José Manuel Suazo Reyes, escrito a nombre de la Arquidiócesis de Xalapa.
Ante verdad tan contundente ¿quién le rebate a la Santa Madre?
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