Cierto es que el problema de inseguridad en Veracruz no lo generó Cuitláhuac García, pero desde el primero de diciembre del año pasado, cuando tomó protesta como Gobernador, “el problema se volvió su problema”, y nada de lo que hace hasta el momento disminuye el conflicto, por el contrario, lo eleva.
Veracruz se “incendia” y Cuitláhuac García se atrevió a decir que “rápidamente los grupos delincuenciales se adaptaron a las estrategias que implementó”. Quizá el Gobernador vive en otro estado, pues tan sólo este fin de semana, cientos de ciudadanos marcharon en Coatzacoalcos para pedir paz y tranquilidad.
¿En qué estado vivirá el Gobernador Cuitláhuac García?, ¿en el de sus cifras alegres o en el auténtico? De hecho, en su afán por defender a la Guardia Nacional, el morenista dijo que las policías estatales no servían. ¡Vaya aliciente para los elementos “de a pie” y en patrullas que intentan hacer algo positivo!
Cuitláhuac García perdió mucho al maquillar la realidad de Veracruz en el Senado de la República. Sus paisanos le habrían agradecido evitar las “cifras para discurso” y hablar como un veracruzano más, como uno que en verdad quiera gobernar.
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