Sin embargo, contrario a los estilos jarochos pasados, AMLO dijo que se presentará la denuncia para que sean las autoridades competentes las que determinen las responsabilidades. ‘No se puede ser cómplice en esa operación’, señaló AMLO.
Y es que en el contexto de adquisición, rehabilitación y nuevas inversiones millonarias aparecen hoy conocidos nombres de empresarios vinculados con exfuncionarios públicos señalados por corrupción en los sexenios desde Salinas de Gortari hasta el de Peña Nieto, sin que los de Fox y Calderón se salven.
Emilio Lozoya Austin, director de PEMEX del 2012 al 2016, involucrado en el escándalo mundial de la empresa brasileña Odebrecht, adquirió en el 2014 la empresa Agronitrogenados productora de Urea, un básico fertilizante para el campo que estaba convertida en una chatarra obsoleta y quebrada con 20 años sin operar aproximadamente. La empresa era propiedad de la familia Ancira Elizondo -¿le suena?- y la compra, se informó oficialmente, tuvo un costo de 225 millones de dólares, lo cual despertó sospechas de existir detrás un negocio y confabulación entre funcionario y empresarios.
Pero el asunto no paró ahí, posteriormente con recursos públicos inició la siguiente etapa del negocio. La empresa PEMEX de Lozoya Austin le invirtió al siguiente año 225 millones de dólares, se le cambió de nombre a la Planta por el de ProAgro Industrias. En tres años más, las inversiones públicas siguieron alimentando la Planta sin que hasta la fecha no haya producido una sola tonelada de Urea.
Y es que Lozoya Austín contrató la rehabilitación y modernización de la Planta a la empresa española Avanzia Instaciones S.A de C.V. en 200 millones de dólares con el compromiso de entregarla llave en mano con una producción de 850 mil toneladas de fertilizantes al año.
Pero llegó el 2018 y la Planta no tenía visos de producir por lo que PEMEX dejó de ministrar recursos e hizo que la empresa huyera a la madre tierra dejando una estela de deudas con empresas locales subcontratadas y todo un caso para la Fiscalía General de la República, de la que AMLO dice no será cómplice.
Sin embargo, esta es una de las muchas operaciones sospechosas que realizó al frente de PEMEX el niño predilecto de Enrique Peña Nieto, a quien se le señala de recibir millonarios recursos en sobornos que supuestamente denunció la ex diputada federal y hoy titular de la secretaría de Energía Rocío Nahle, se utilizaron en la campaña política de Enrique Peña Nieto.
¿Será este caso el hilo conductor para que el gobierno de AMLO pueda llegar a desentrañar el caso Odebrecht de una vez por todas? Pronto se sabrá.
Así que aguas, quizá AMLO ha dejado de pensar en aquello que a millones de mexicanos ha disgustado como es el de perdonar a los exfuncionarios delincuentes y olvidarse de la corrupción que produjo y propició la existencia en el país de más de 50 millones de mexicanos en pobreza extrema. |