De la reciente visita que hizo el presidente Andrés Manuel López Obrador a Veracruz lo que se puede sacar como conclusión es que en el norte, como en el sur y en el centro de la entidad, goza de un gran apoyo ciudadano, que quienes tienen menos (campesinos, desempleados y ciudadanos), que conforman la gran masa de pobres de este estado, han reforzado su esperanza de sobrevivir con el apoyo del presidente que les entrega a través de programas sociales, dinero en efectivo para que mitiguen su hambre sin ofrecerles un programa de generación de empleo en el corto plazo con el que tengan acceso a salario y prestaciones sociales, una mejor forma de vida más sólida que no dependa de la dádiva oficial.
Por lo que hemos visto de esta nueva gira presidencial, ahora por los olvidados rumbos del norte veracruzano, los paisanos lo que quieren son apoyos económicos para tener de qué comer, nada de promesas de desarrollo, industrialización, apoyo para la producción en el campo como podría ser tecnología y herramientas de labranza, no, eso no, que caiga un dinerito mensual y con eso el trabajo se hizo para otros, viva la comodidad de estirar la mano y que les den, así están bien, muy conformes, de ahí el apoyo y el cariño que profesan a un mandatario que sí les va a cumplir o que ya les está cumpliendo a los adultos mayores, a los desempleados, a los jóvenes (ninis), en fin, combatiendo la pobreza con miserias.
Para los organizadores de los eventos que presidió El Peje, todo salió a pedir de boca, empezando por el gobernador Cuitláhuac García Jiménez, quien recibió otro espaldarazo presidencial y para el superdelegado Manuel Huerta Ladrón de Guevara, el más cercano a López Obrador y no de ahora sino desde que anduvieron juntos en el PRD, cuando el político xalapeño ligó una diputación en lo que era la Asamblea de Representantes del DF, con el apoyo de su amigo López Obrador.
Para muchos veracruzanos angustiados por la situación de inseguridad que prevalece en la entidad, así como por la ineficiencia del nuevo gobierno que no da muestras de tener cuando menos conciencia de su responsabilidad histórica a cuatro meses de haber asumido la gubernatura, es preocupante que López Obrador no se comprometa con los veracruzanos a ayudarlos, a través del gobierno que nos impuso, a combatir el grave problema de la inseguridad y a aplicar la justicia en contra de quienes saquearon, durante los dos años del yunismo, las arcas públicas. A él no le costaría nada ordenar o sugerir que se abran las carpetas de investigación que hay en contra del exgobernador y así terminar, de tajo, con esa lacra que tanto daño causa a los pobres ingenuos que arribaron al poder enarbolando la bandera de la cuarta transformación. No faltan los paisanos que afirman que AMLO le teme a Yunes Linares. ¿Por qué?, quién sabe, pero todo es posible en estos tiempos de incertidumbre.
5 mil millones de pesos para infraestructura
Algo de lo bueno que dejó la visita presidencial es lo que asegura el gobernador Cuitláhuac García, quien dice que con el respaldo del presidente Andrés Manuel López Obrador, Veracruz contará con más de 5 mil millones de pesos este año, para invertir en infraestructura carretera y obras públicas. Con parte de este recurso se rehabilitarán las dos vías principales que van desde Tuxpan hasta Tampico: por Ozuluama y Pueblo Viejo, una, y por Tantoyuca, Tempoal y Pánuco, la otra. Con ello se reactivará la economía.
Eso, gracias al trabajo coordinado entre los gobiernos federal y estatal, así como de 26 legisladoras y legisladores de Veracruz. “Se van a destinar recursos suficientes para mejorar las carreteras en el norte de Veracruz, y vamos a apoyar la actividad productiva", confirmó el Mandatario federal.
Durante la gira que realizó el presidente López Obrador para presentar los Programas Integrales de Bienestar, se entregaron tarjetas a los beneficiarios de los programas "Sembrando Vida", "Pensión para Personas con Discapacidad" y "Pensión para Personas Adultas Mayores".
Sábado trágico en Veracruz
Seis muertos que dejó la carambola que protagonizaron treinta carros en el tramo de la carretera Cardel-Veracruz, más unos 30 heridos que permanecen en hospitales de Veracruz y Cardel, y que nos mantuvo la tarde noche de este sábado y parte del domingo, pendientes de los trágicos acontecimientos provocados por una persona que decidió quemar un pastizal a orillas de la carretera, como lo hacen nuestros campesinos con los cañales para limpiar la tierra y volver a usarla, sin que nadie les diga nada, es decir, sin que una autoridad se acomida a controlar estas prácticas que, como vimos, cuestan la vida de muchas personas y causan graves daños por la irresponsabilidad de quienes incurren en estas prácticas.
A este drama hay que sumar el de los detenidos por la policía que fueron torturados y violados por los mismos policías de Tlalixcoyan, y que afortunadamente lograron escapar con vida; el de la embolsada aquí en el municipio de Banderilla, rumbo a El Pueblito, que no ha sido identificada, más…. Y más y más, que nos ubican en nuestra realidad, una realidad triste, de indefensión frente a la delincuencia, de ineficiencia oficial de terror.
En este contexto, el mismo sábado a las 02:04 horas, la Central de Emergencias 911 reportó un occiso en una vivienda de Avenida del Café 13, colonia Arboledas del Sumidero, en el municipio de Xalapa. De inmediato acudieron patrulleros de la Policía Estatal confirmando que en ese inmueble había sido descubierto el cadáver del activista social Abiram Hernández, de 37 años.
Jehú H.F, hermano de activista asesinado explicó a la policía que a las 02:00 horas arribó a la vivienda y descubrió que estaba muerto, tendido boca arriba, con un balazo en la cabeza. Además había evidencia de que los criminales hurgaron en la vivienda como si buscaran algo en especial, pero no se ha precisado qué objetos pudieron ser sustraídos del inmueble.
La víctima vestía una playera sport de tirantes en color blanco, un pantalón azul, cinturón color negro y zapatos tipo choclo en color negro. Un perito criminalista de la Fiscalía de Xalapa acudió para el levantamiento del cadáver de quien fue identificado como Abiram Hernández Fernández, un sociólogo de la Universidad Veracruzana (UV), además de abogado.
Abiram Hernández fundó, junto con otras personas, el Colectivo por la Paz, que actualmente dirige Sara González. Hernández Fernández se desempeñaba también como coordinador del Centro de Servicios Municipales “Heriberto Jara”, de Xalapa, y hace unos años fue un activista determinante para exigir justicia en el caso del asesinato de Ernestina Ascencio, al llevar el caso ante los organismos internacionales de Derechos Humanos.
Este crimen que volvió a conmover a la sociedad veracruzana, ha trascendido a nivel nacional e internacional y seguramente tendrá consecuencias para el gobierno actual que no puede seguir culpando a los que se fueron de lo que hoy pasa, cuando ellos son ya los responsables de todo. No más Yunes Linares quejándose de cómo le dejó Duarte el estado para justificar ineficiencia o falta de voluntad para pacificar el estado.
Kuri, con el agua en el cuello
A Fidel Kuri Grajales no le basta con saldar la multa de 120 millones de pesos para mantener al club Tiburones Rojos de Veracruz en la Liga MX. El empresario está obligado a cubrir otros adeudos, entre ellos, el pago a los jugadores de la actual plantilla y su cuerpo técnico, que no reciben salario desde febrero pasado, de acuerdo con fuentes consultadas al interior del club.
El comodato que Kuri firmó en diciembre de 2015 con el entonces gobernador Javier Duarte –publicado el 24 de diciembre de ese año en la Gaceta Oficial del Estado– especifica que la duración del convenio se condiciona a la permanencia de los Tiburones Rojos de Veracruz en la primera división. De otra forma, la directiva tendrá que regresar el patrimonio al estado: la marca comercial, escudo, colores, emblemas, estadio (Luis Pirata Fuente) y sus instalaciones, según la cuarta cláusula.
Es decir, el convenio finalizó automáticamente con el descenso del club, lo que ocurrió oficialmente tras la derrota (2-0) ante el León en la jornada 11 del Clausura 2019, el pasado domingo 17. Y, de golpe, todo se complicó a seis fechas de que concluya la temporada en su fase regular.
REFLEXIÓN
Rafael Loret de Mola anunció ayer su retiro del ejercicio periodístico por falta de garantías. Ha recibido amenazas de muerte, él y su familia, entre ellos su hijo Carlos, por denunciar a los integrantes del cartel de Totoaba. Loret responsabiliza directamente al presidente Andrés Manuel López Obrador por lo que le pueda suceder a él o a algún miembro de su familia… ¿Esta es la cuarta transformación, la que según el español Paco Ignacio Taibo II nos la metieron doblada? Escríbanos a mrossete@yahoo.com.mx formatosiete@gmail.com www.formato7.com/columnistas |