Tan fue así, que dicen que el mismo presidente Andrés Manuel López Obrador se mostró distante con algunos y muy cercano con otros, al menos, cada que el presidente se acercó al senador Ricardo Ahued Bardahuil, dos o más sentían escalofríos.
A nivel nacional las diferencias entre la actual dirigencia nacional del partido que encabeza la aun secretaria general con funciones de presidenta Yeidckol Polevnsky Gurwitz y el coordinador de la bancada en el Senado, Ricardo Monreal Ávila, dejó como saldo la salida de un personaje a quien pretenden expulsar del novel instituto político por no congeniar con las posturas de la actual dirigencia.
Ese es el caso del senador suplente de Ricardo Monreal, Alejandro Rojas Díaz Durán, quien se venía desempeñando como coordinador de Asesores del Grupo Parlamentario de Morena en el Senado.
Este reportero tuvo la posibilidad de conversar con el en exclusiva para conocer las razones de este intento de linchamiento que a todas luces se orquesta desde la dirigencia del Comité Nacional de su partido político.
Rojas Díaz Durán afirma: “Quieren aplastar mi libertad de expresión y acallar mi crítica respecto a sus imposiciones y, sobre todo, censurar mis señalamientos fundados por mi reiterada denuncia respecto a cómo están deformando el espíritu fundacional de Morena y poniendo en riesgo el futuro libertario y democrático de México.”
“De manera sistemática vienen pisoteando los Documentos básicos y violando los Estatutos, para imponer muchísimos candidatos y dirigentes, que son la antípoda de lo que éticamente estamos obligados a representar.”
“Su estrategia y táctica está basada en la exclusión de líderes reales y en impedir la libre participación de ciudadanos de buena fe que se quieren sumar a Morena, pero que, en vez de impulsarlos, a cambio reciben un portazo, dedazos y encuestas patito, acomodando sus fichas a conveniencia y/o por intereses inconfesables.”
Cuestionado sobre quien está detrás de Yeidckol Polevnsky, el también consejero Estatal de Morena en la Ciudad de México, afirmó que su verdadero padrino político es Raúl Salinas de Gortari, quien tiene su origen ideológico en el maoísmo más radical y violento.
Acusó que detrás de la actual lideresa se encuentra también otro personaje de origen dominicano, de nombre Héctor Díaz Polanco, quienes pretenden imponer una corriente de pensamiento a fin al modelo venezolano y norcoreano, en donde la intolerancia es el común denominador.
Alejandro Rojas afirma: “no estoy de acuerdo con ningún tipo de populismo de izquierda, mucho menos de derecha. Me parecen ambos abyectos y rapaces, porque su principio de poder es la violación a las libertades y a los derechos humanos.”
El político formado bajo el amparo y cobijo de Porfirio Muñoz Ledo se define “como un hombre progresista de centro democrático. Pero esta Nomenclatura que dirige hoy Morena representa el maoísmo radical y violento, junto con el madurismo intolerante.”
Y remata ¿En verdad queremos ese futuro para Morena y para México? Yo no. Y estoy seguro, de que el 99% de los mexicanos tampoco. Yo no coincido con ningún gobierno que tenga un régimen autoritario, que conculque las libertades públicas y los derechos políticos y, mucho menos, que sea censor, represor y totalitario, afirma.
Así las cosas, en Morena, donde el choque de trenes por la dirigencia nacional evidencia las fracturas en su incipiente estructura, que exhiben que los principios fundacionales de este instituto político se basaron más en el hartazgo social desmedido que en el fundamento ideológico de la oferta política.
Noviembre habrá de ser la fecha de la renovación de la dirigencia, habremos de ver si para entonces, Alejandro Rojas Diaz Durán sobrevivió al vendaval que le abran de construir los integrantes de esta corriente obtusa, monocromática, que pretende a toda costa regresar el status quo a la década de los 60’s y 70’s del siglo pasado.
Al tiempo.
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