DESDE QUE se inició en la vida política de Veracruz, Ricardo Ahued Bardahuill, fue visto como un hombre de plena confianza para los veracruzanos. Esa fue la principal razón para que le dieran su confianza cuando buscó los diversos puestos de elección. Ya fue Presidente Municipal de Xalapa, Diputado local por este distrito de la capital veracruzana, Diputado Federal, también por este distrito y finalmente, Senador de la República, donde hubo quien le augurara un posible revés político en virtud de que no era plenamente conocido en todo el Estado de Veracruz. Sin embargo, para sorpresa de todos, principalmente para la clase política de la entidad, entendiendo ésta como la integración de políticos de todos los partidos de la entidad, fue uno de los candidatos más votados, por lo que nació, de ese momento, la posibilidad de que algún día se convierta en candidato a la Gubernatura del Estado.
Su carrera política ha sido sin tropiezos de ninguna clase y ha tenido la fortuna de buscar puestos de elección popular por el partido que mejor le acomode, pues con cualquiera de las siglas políticas que operan en Veracruz, ganaría cualquier posición, porque no se trata de los partidos políticos, sino de su propia persona, la cual es respetada y querida por infinidad de ciudadanos que lo ven como un político limpio, fuera de todo señalamiento, capaz, honrado y respetuoso de los demás, independientemente de su profundo sentido de responsabilidad y agradecimiento con quienes lo han impulsado, aparte de haber aceptado públicamente en varias ocasiones, que fue Xalapa, la ciudad que lo ha acogido junto con su familia y a la cual le debe mucho, donde han prosperado sus negocios gracias a la solidaridad de los habitantes de esta ciudad que son clientes permanentes de sus empresas.
Nunca ha hecho mal su papel en la política y es un recurso humano, dentro de la misma, que tiene un gran valor, pues en determinado momento, los mismos partidos políticos se lo disputarían para lanzarlo en cualquier elección. Por eso, desde que llega a la Senaduría de la República, inmediatamente se le vio y se le sigue viendo como el más idóneo para ser candidato a la gubernatura dentro de cinco años, pues será en esas fechas cuando se esté definiendo, si otra cosa no sucede, su futuro político en la entidad veracruzana.
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No ha faltado quienes lo ponen en la primera posición política del Estado de Veracruz, luego de que Cuitláhuac García Jiménez, cumpla los dos años de Gobierno, porque se dice que el Presidente de la República, tiene especial interés político en Veracruz, y sería, precisamente Ricardo Ahued Bardahuill, quien le aseguraría un Estado, en condiciones de poder ganar nuevamente esta posición, ya que sería un Gobernador de cuatro años que pondría, primero, en paz y tranquilidad, luego llevaría a los veracruzanos, los beneficios que ha estado esperando desde hace años y finalmente, se convertiría en un político, como ya lo es, que en lugar de dividir a los veracruzanos, los uniría más a favor de las causas políticas del ahora Presidente de la República, para retener el poder de su partido político en todo el país.
Su reciente nombramiento como Director General de Aduanas, hecho que esta por concretarse luego de que acepten su separación en el Senado de la República, no cambia, para nada, el escenario planteado anteriormente, porque es al contrario de lo que sus enemigos puedan pensar en este momento e incluso dentro del propio Gobierno de Veracruz, en relación a su posible llegada como Gobernador sustituto dentro de un año y medio del gobierno cuitlahuista.
Aún así, su llegada a la Dirección General de Aduanas, es otra prueba más que seguramente habrá de superar, para estar en condiciones de venir a la entidad veracruzana, con la finalidad de gobernar los cuatro años siguientes de este gobierno sexenal, porque al parecer el mismo Presidente de la República, Andrés Manuel López Obrador, ya no tiene la confianza suficiente de que Cuitláhuac García Jiménez, le responda como Gobernador de seis años, toda vez, que independientemente del cariño que le pueda profesar López Obrador, de considerarlo un hombre capaz y honesto, está de por medio el interés político y eso es lo que, finalmente, buscará el mandatario nacional.
De no ser este escenario político el que se presente en Veracruz, para dentro de año y medio, no se perderá el rumbo que lleva Ricardo Ahued Bardahuill, porque entonces, todos buscarán que sea precisamente este hombre de entera confianza de los veracruzanos y del mismo Presidente, el que sea futuro candidato a la gubernatura de la entidad, concretándose de esta manera, el sueño del propio empresario como de tantos seguidores que tiene en Veracruz, pues a estas alturas nadie puede negar que Ahued Bardahuill, es casi la única opción que tendrá Morena, para volver a ganar las elecciones en la entidad veracruzana.
Este es el panorama que hasta este momento se ve en Veracruz, el cual se irá aclarando definitivamente para cuando Cuitláhuac García Jiménez, cumpla los dos años de gobierno, porque a partir de esa fecha será cuando, definitivamente, se conozca lo que estará por suceder en estas tierras, donde sus habitantes le podrán respaldar, todavía, al Presidente de la República, porque de no ser así, todo puede suceder en esta ámbito de la política estatal, ya que el actual gobierno que encabeza García Jiménez, no da una y eso esta generando una terrible decepción entre todos los veracruzanos, en general.
En año y medio, Ricardo Ahued Bardahuill, será la pieza más importante de la política de Veracruz, si el Presidente decide enviarlo para gobernar cuatro años, con la esperanza de que este hombre le recomponga el escenario político y poder ganar, como fue el primero de julio pasado, con cualquier candidato que tenga. De no ser así, Ahued, sería entonces, la única posibilidad de triunfo para dentro de cinco años y medio. Otro, no ganará ni con chanchullos, pues Cuitláhuac García Jiménez, no garantizaría en los años que gobernara, un Estado tranquilo y decidido a votar nuevamente por Morena.
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TANTO EL PRESIDENTE DE LA República, como el Gobernador del Estado, tendrán que modificar, definitivamente, su política con los medios de comunicación, tanto a nivel nacional como estatal. Primero tendrán que dejar de ofender a los representantes de estos medios y considerarlos como parte del trabajo que realiza la República o el Estado, pues siempre se ha dicho, sin que nadie quiera reconocerlo que la política y los medios de comunicación, siempre deben ir de la mano, porque un gobierno, por bueno que sea, no puede trascender si los gobernados no saben lo que se hace o se haya hecho, mientras que los medios de comunicación, no podrían seguir existiendo como enlaces que son entre el mismo gobierno y la sociedad.
Ojalá que se entienda esta parte que es muy importante, porque de otra manera, unos contra otros, lo único que se habrá de generar, será el desconcierto, donde a pesar del poder y el dinero que tenga el Estado, no podrá evitar que un día tenga que caer por su propio peso.
El respeto mutuo entre estos dos ámbitos de la actividad pública, llevará, siempre, a buen puerto, los alcances que quiera tener un gobierno, pues entre ambos, se conjuga la acción de los gobernantes y la difusión de la misma a través de quien tiene la responsabilidad social de informar bien y adecuadamente.
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LA CONSTANTE PRACTICA de echar la culpa al pasado, bandera política de los gobernantes actuales, debe quedar, precisamente, en el pasado, para dar paso a la nueva generación de ideas y de trabajo, donde se imponga la diferencia, si es que eso quieren señalar tanto los actuales gobernantes.
En Veracruz, por ejemplo, ya dio buenos resultados al gobierno yunista de dos años, donde echando la culpa a todo lo pasado, fue suficiente para ganar las elecciones gubernamentales y para estar en el poder los veinticuatro meses en que administró, incluso, sospechosamente, los recursos de la entidad veracruzana, y consecuentemente, de los propios veracruzanos, en general.
Pero esa forma de hacer política y convencer a la gente, ya parece que tiende a dejar sus efectos positivos, pues los mismos ciudadanos, ya se dieron cuenta de esta estrategia y ahora, los políticos tendrán que buscar el voto mediante otros oficios que no sean mirar solamente para atrás.
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