Hoy, Emilio Cárdenas Escobosa, hijo de don Emilio, nos da una muestra de haber heredado el gen de la ética, de la responsabilidad en la política y en el periodismo, de conducirse en esa medianía que da vivir y trabajar sin robar.
Este día, Emilio, quedó al frente del Comité de Participación Ciudadana del Sistema Estatal Anticorrupción de Veracruz, con una consigna, “barrer desde atrás” y actuar con mano dura en contra de los quienes hayan cometido actos contrarios a la ley.
Ni moreno, ni priista, menos empanizado, Cardenas Arellano, con 25 años de experiencia en el servicio público no asume la nueva responsabilidad para ser empleado de Cuitláhuac García, sino como representante ciudadano en la lucha contra la corrupción.
“Lo que he acumulado un es un equipaje que no me condiciona ni me resta autonomía. Esto tiene que ver con la ética personal, con la congruencia, con lo que uno dice y hace”, expuso.
Este jueves 13, su asunción concitó la presencia de los tres poderes del estado y una pléyade de académicos, políticos de todos los partidos y periodistas ante quienes adelantó que el siguiente paso frente al comité que encabeza será para dar avance a la conformación del Sistema Estatal Anticorrupción a través de la instalación de un Comité Coordinador el cual será integrado por distintos actores de los órganos descentralizado.
La ventaja que tiene Emilio al estar del lado de la ciudadanía es será el centinela en la lucha contra la anticorrupción que tanto pregona la llamada Cuarta Transformación, que por cierto ha despertado serias sospechas por manejos poco claros de los dineros públicos y señalados actos de nepotismo a unos meses del arranque del nuevo gobierno.
Coincidentemente la postura de Emilio Cárdenas va en consonancia con lo expresado este día a través de un “memo” de parte del presidente Andrés Manuel López Obrador.
“Me dirijo a ustedes –los servidores públicos- con la instrucción clara y precisa de no permitir, bajo ninguna circunstancia, la corrupción, el influyentismo, el amiguismo, el nepotismo, ninguna de estas lacras de la política del antiguo régimen”, suscribe el Peje.
Y aunque no lo fue, pareció un mensaje dirigido al gobierno que encabeza Cuitláhuac García al anotar que “estamos obligados a honrar nuestra palabra y cumplir con el compromiso de no mentir, no robar y no traicionar la confianza de la ciudadanía”.
“Solo me resta decirles que de no cumplirse esta recomendación –de rechazar el influyentismo y la corrupción-, se podría caer en actos de deshonestidad y en la esfera del derecho penal”, concluye tras invitar a no admitir “recomendados, incluida mi familia”.
Es decir, si no fue un mensaje directo al gobernador de Veracruz, tal vez si lo fue para la abuela de Cuitláhuac.
Pero regresando al punto.
Bienvenido al infierno, estimado Emilio Cárdenas Escobosa.
Cuentas con el apoyo de quienes como tú amamos a Veracruz y le deseamos un mejor destino alejado de la deshonestidad y actos de nepotismo tal como lo proclamaste este mediodía.
¡Enhorabuena!
Tiempo al tiempo.
*Premio Nacional de Periodismo |