Para garantizar la transparencia en el manejo de los fondos públicos, prevenir la corrupción e impulsar una ética de la función pública es que el presidente Carlos Salinas de Gortari creó la Secretaría de la Contraloría General de la Federación, nombrando como titular a la maestra María Elena Vázquez Nava, quien en 1987, al ser postulado Salinas de Gortari como candidato presidencial del PRI, se integró a su campaña como Secretaria de Finanzas del Comité Ejecutivo Nacional de ese partido.
En Veracruz gobernaba Dante Alfonso Delgado Rannauro, quien de inmediato replicó el modelo del gobierno salinista y creó la Contraloría General del Estado, nombrando como titular al contador Carlos Manuel Aguirre Gutiérrez, ex rector de la Universidad Veracruzana y dueño de una acrisolada honestidad que nadie, en cargos públicos y menos al frente de la Contraloría, le ha podido igualar.
Aguirre Gutiérrez se rodeó de un grupito de experimentadores contadores y auditores, y en un despacho junto a donde está la Secretaría de Seguridad, en el segundo piso del Palacio de Gobierno, se puso a trabajar en ordenar la administración de los recursos públicos de cada una de las secretarías del gobierno dantista así como del resto de las dependencias del Ejecutivo. Gracias al valioso trabajo del contador-Contralor es que Dante pudo blindar contra todo su administración, de otra manera, la persecución que se desató en su contra el presidente Zedillo, a cargo de Miguel Ángel Yunes Linares, entonces Secretario de Gobierno, Dante no la hubiera librado como lo hizo porque no le encontraron nada irregular que diera pie a una sanción por corrupción o desvío de recursos.
La Contraloría General del Estado se fundó para vigilar el uso correcto de los fondos públicos, para transparentarlos y generar confianza entre los ciudadanos, pero después de Dante esa dependencia que Carlos Aguirre manejó con unos diez colaboradores, se convirtió en un monstruo burocrático generador de recursos para el titular de esa importante dependencia, que llegó a controlar hasta cuatro despachos de auditoría a los que contrataba para, periódicamente, pasar a la báscula por módicos 500 mil pesos a las secretarías de despacho. Quien crea el organigrama de lo que hoy es la Contraloría General del Estado, con las funciones de extorsión que realiza, es el contador panuquense Ricardo García Guzmán.
Esa Contraloría, de origen carece de credibilidad frente a la sociedad y por el uso que le han dado, menos. Nada de lo que dice puede tener peso moral por una sencilla razón, quien paga los servicios del titular, de sus colaboradores y de los trabajadores es el mismo Gobierno, carece de independencia y por lo tanto nunca será digna de confianza, al contrario, siempre será vista como la tapadera de las cosas chuecas que los gobernantes hagan, como es el caso de la fantasiosa investigación que acaba de hacer su titular Leslie Garibo Puga, en el caso del nepotismo del titular del Ejecutivo, quien nombró a su primo como Subsecretario de Finanzas… Que la Garibo diga que no hay parentesco entre ambos personajes es de risa, más para los xalapeños que conocemos a la familia del gobernante y obviamente para quienes han investigado sus nexos familiares… Cuando menos, un poco de moral.
Duarte protegió a periodistas
A mediados de su administración (no recordamos el dato con exactitud), el gobernador Javier Duarte de Ochoa, a través de su vocera la periodista Gina Domínguez Colío, convocó a un numeroso grupo de periodistas, entre estos dueños de medios y columnistas, para sostener una charla en el salón Yanga de la Casa Veracruz.
El entonces Gobernador hizo un relato bien detallado de la situación de violencia que se vivía en Veracruz y advirtió sobre la presencia de otro grupo que venía a la entidad, con un operativo llamado “barredora”, es decir, tratando de eliminar a los integrantes de los carteles que ya operaban en territorio veracruzano.
Y como, según información que él tenía, había periodistas metidos con malandros, ya sea que les publicaban en los medios donde trabajaban algunas cosas que les pedían, o eliminaban otras bajo pedido, a cambio de una mensualidad, Duarte advirtió que esos compañeros estaban en serio peligro y que por lo tanto su gobierno estaba dispuesto a sacarlos del país, con todo y familia, para que permanecieran lejos al menos tres meses mientras pasaba este asunto. Hablen con sus colaboradores, dijo, ustedes deben imaginarse quiénes son los que están en esta situación, háganles saber que mi gobierno está en la mejor disposición de ayudarlos y que acepten el ofrecimiento por su bien y el de sus familias.
Días después nos enteramos de que varios colegas habían aceptado el ofrecimiento que hizo Javier Duarte y estaban por irse del país para ponerse a salvo. Otros que también estaban en esa situación no confiaron en el ofrecimiento y se quedaron, para su mala fortuna. Con esto queremos decir que el corrupto gordo hoy preso por sus pillerías, tuvo un buen tiempo de lucidez y tomó en cuenta el trabajo de los medios de comunicación, hasta que sus familiares cercanos lo convencieron de que estaba equivocado y les dio la espalda a los periodistas. Bipolar como es, Javier Duarte tuvo detalles buenos con la prensa veracruzana, gracias al asesoramiento de una periodista, de Gina Domínguez.
Marmiko con Fernando Yunes
Ayer hizo su aparición en público el señor Marcos Miranda en el miércoles ciudadano del alcalde del puerto de Veracruz, Fernando Yunes Márquez, quien lo atendió de forma muy comedida y, al parecer, le ofreció su apoyo para que salga del estado con su familia y deje el periodismo que solo calamidades produce en estos tiempos: hasta montajes de levantamientos hay que hacer para ganarse la chuleta.
Por la mañana, el popular “Marmiko”, en entrevista radiofónica, afirmó que las condiciones de seguridad no han cambiado, pues sólo una camioneta con cuatro policías lo cuida y nadie vigila a su esposa e hijos.
Destacó que los miembros de la Comisión Estatal para la Atención y Protección de los Periodistas (CEAPP) lo han ayudado, y el fiscal Jorge Winckler ordenó que cada hora efectivos hagan rondines en su domicilio.
Resaltó que ni el gobernador Cuitláhuac García ni el titular de la Secretaría de Seguridad Pública (SSP), Hugo Gutiérrez Maldonado, se han puesto en contacto con él.
Indicó que Jorge Morales, comisionado de la CEAPP, le ofreció ayuda para sacarlo de Veracruz, propuesta que aceptó con gusto, ante la inseguridad que se vive en el estado. Lamentó que por razones de protección no podrá volver a escribir durante un tiempo.
REFLEXIÓN
“Hoy hago pública mi decisión de renunciar a formar parte de la simulación en el proceso de elección de la nueva dirigencia de mi partido, pero también mi renuncia al PRI Oficial México, partido en el que milité por más de 46 años”: José Narro Robles. Escríbanos a mrossete@yahoo.com.mx formatosiete@gmail.com www.formato7.com/columnistas |