Entre quienes recibieron esas “acciones de atención” ¿están los grupos feministas que piden a gritos una directora para el Instituto Veracruzano de la Mujer que sustituya a la que corrió el propio Eric?
¿Podría el gobernador ser más explícito con unos diez o quince ejemplos de esas 84 mil acciones de atención y subirlas a las redes? Esto para evitar que las explique en público porque de sobra se sabe que hablar no es su fuerte.
¿Ocho Centros de Salud nuevos en seis meses? Caray, ni los gobiernos del PRI en sus buenos tiempos. Y eso que sobraba el billete. ¿Dónde están ubicados? ¿Cuentan con equipo especializado, médicos, enfermeras y medicinas o sólo son cuartos de cinco por seis metros donde va un médico el día de la inauguración y no le vuelven a ver ni el polvo?
¿Podría también el gobernador subir a las redes fotos y videos de esos Centros de Salud? De los ocho por favor.
Lo que me sorprendió positivamente fue su tercer botón: “En Seguridad redujimos en 31% el índice delictivo”. De hecho, me puso feliz saber que ya no hay tanto delincuente en la Secretaría de Seguridad Publica. Y más que el milagro ocurriera en medio año. A ese paso la policía estatal estará limpia de bandidos en año y medio.
En esas estaba cuando mi secretaria, que antes de enviar mi columna a los medios tiene el buen gusto de leerla, me bajó de la nube en que andaba: “Lo que Cuitláhuac quiso decir es que disminuyó un 31 por ciento la incidencia delictiva pero en Veracruz, no en la SSP. Recuerde que el señor no se expresa bien ni cuando escribe”.
Y en efecto, tuvo razón.
Cuando releí el tuit en lugar de sentir inquina por el mentiroso porcentaje, sentí una pena infinita, muy cercana a la lástima por quien gobierna la entidad.
Digo… no puede ser posible que Cuitláhuac sea tan cándido, tan inocente y de a tiro tan ingenuo. ¿Es que no lee los periódicos ni se asoma a los portales de noticias? ¿Es que no vive en Veracruz? ¿Acaso no tiene alguien con quien consultar o a él mismo no se le hizo raro un porcentaje de ese tamaño?
Más que su falta de inteligencia, lo que preocupa de Cuitláhuac García Jiménez es su falta de sentido común. Ese 31 por ciento de decrecimiento en la incidencia delictiva no se lo hubiera creído ni su abuela que en paz descanse.
Suponiendo sin conceder que el porcentaje fuera cierto, un político con dos dedos de frente lo hubiera consultado con un asesor para saber si podía darlo a conocer. Y la respuesta hubiera sido un rotundo no, por la percepción de inseguridad que sigue sin bajar.
Pero Cuitláhuac ni es político y está muy lejos de ser un gobernador con todas sus letras. Y para ejemplo, los tres tristes y muy cuestionables botones de muestra de sus “acciones de gobierno”, que le restarán credibilidad y le sumarán antipatías y enemistades, pero que candorosamente dio a conocer este miércoles por la mañana.
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