Precisamente uno de los ejes rectores de la gestión de Lima Franco es que la transparencia se transversalice a todas las áreas de la Sefiplan. Su otro compromiso clave ha sido reducir la dependencia del estado con la deuda.
Por ello no es casual que a siete meses del inicio del actual gobierno nuevamente las finanzas veracruzanas recibieran otra calificación favorable.
Este lunes, la calificadora Moody´s publicó su revisión al alza de Caa1/B2.mx a B3/B1.mx- para el estado de Veracruz, manteniendo una perspectiva estable.
Dicha calificación muestra, de acuerdo a la evaluación de la agencia, que las prácticas en materia de finanzas son más fuertes, mejorando el perfil de liquidez. También se observa mayor transparencia en la presentación de los estados financieros, lo que hace más confiable a la administración de Cuitláhuac García ante la desconfianza generada por las administraciones de Javier Duarte y Miguel Ángel Yunes debido a su mal manejo financiero.
Así, pues, la deuda adquirida a corto plazo en diciembre de 2018 para hacer frente a los compromisos inmediatos fue de 2 mil 500 millones de pesos, la cual dista mucho de los 4 mil 500 MDP que se solicitaron en años anteriores.
Ello permitió que en mayo de este año otra calificadora, HR Ratings, publicara su revisión al alza de HR BB a HR BBB- para el estado de Veracruz con perspectiva estable.
Las políticas de austeridad, de planeación, de fortalecimiento de los ingresos, de transparencia, entre otras, han ayudado a las finanzas del estado a recuperar terreno.
Y es que entre las acciones específicas de la Sefiplan destacan precisamente el manejo responsable de los recursos; la transparencia en los estados financieros, que detallan cuánto y en qué se gasta el dinero de los veracruzanos; la reasignación presupuestal orientada a dinamizar la economía; el manejo adecuado para hacer frente a los pasivos al corto plazo y compromisos al inicio de la gestión; la creación de un marco legal que garantiza un mejor uso de los recursos y menor gasto corriente mediante las leyes de planeación y austeridad, y la certidumbre para atraer nuevas inversiones, lo que se traduce en una proyección de más y mejores empleos, así como bienestar para las familias veracruzanas.
Con orden, transparencia y disciplina financiera, Lima Franco construye desde Sefiplan la estabilidad para Veracruz en esta delicada materia, demostrando que en el gabinete del gobernador Cuitláhuac García hay jugadores que se echan al equipo al hombro y que también hay secretarios que dan los resultados que Veracruz espera.
Tan solo siete meses han sido suficientes para recuperar terreno en materia financiera. Las calificadoras más prestigiadas internacionalmente así lo validan. Primero fue Standard & Poors, luego HR Ratings y ahora Moody´s. Claro, esto apenas comienza y todavía falta mucho por hacer, pero los cimientos se están construyendo.
Estos logros en materia financiera confirman que solo basta empatar la técnica con la ciencia y la voluntad política.
LA CLOACA DEL COBAEV
El secretario de Educación de Veracruz, Zenzayen Roberto Escobar García, ha vuelto a exhibir públicamente otro saqueo que durante los corruptos gobiernos anteriores se venía realizando en el Colegio de Bachilleres del Estado de Veracruz (COBAEV).
Este miércoles, el titular de la SEV reveló que acaban de detectar que en un departamento de esta institución educativa, aparte de los sueldos exorbitantes que percibían algunos trabajadores sindicalizados, también recibían compensaciones de entre 30 mil y 40 mil pesos mensuales, por lo que sus ingresos superaban lo que actualmente gana el gobernador Cuitláhuac García.
Lo inexplicable es que algunos funcionarios que ya trabajaban en el COBAEV desde la administración del ex gobernador Javier Duarte de Ochoa no hayan denunciado esta irregularidad anteriormente, como sería el caso de la actual directora académica Irma Atala Morales Ramírez, de quien dicen que llegó a trabajar en el régimen duartista por recomendación de un veterano periodista amigo del ex director Carlos Aceves Amezcua –un comunicador que la “doctora” Morales había conocido desde a mediados de la década de los ochentas, cuando se desempeñaba como secretaria del director de un periódico xalapeño ya desaparecido–, y que ahora, al ascender sorpresivamente en el gobierno de la llamada 4T, se “transformó” tanto que de plano desconoció y terminó corriendo a un familiar de su ex protector y a otros ex compañeros de trabajo que en su momento le tendieron la mano ayudándola laboralmente y a superar su difícil situación económica por la que entonces atravesaba. |