La comisionada Nacional del Seguro Popular, Angelica Ivonne Cisneros Lujan conversó con este reportero http://bit.ly/2yIjJfx asegurando que es positivo el hecho de desaparecer la dependencia a su cargo con la finalidad de poder dar eliminar las barreras que impiden el acceso a los servicios de salud de manera universal.
Será de esta manera, como el gobierno de Andrés Manuel López Obrador, de paso a la creación del Instituto de Salud del Bienestar (INSABI), mediante el cual se habrá de garantizar que no existan más catálogos de enfermedades pendientes de atender por la vía de la subrogación de servicios médicos por parte del Estado.
Es decir, salud para todos, con costo al erario.
Quizá el tema de la austeridad y el ahorro sea comprensible siempre y cuando no se pudieran realizar negocios al amparo del poder, pero la conducta humana nos ha confirmado que difícilmente quien gobierna se va a mantener ajeno a esto.
Alguien en la cadena habrá de buscar beneficiarse por más moralidad que se pretenda imponer.
La visión de Cisneros Lujan es buena, me atrevo a decir que bien intencionada, aunado a su calidad profesional no dudamos que puedan ser factibles.
¿Pero cuantas Ivonne Cisneros acompañan al presidente en esta tarea?
Ahí es cuando la realidad nos alcanza.
En el desarrollo de esta entrevista, en paralelo este jueves arrancó en la Cámara de Diputados el Desarrollo del Parlamento Abierto que busca abordar la universalidad de los servicios de salud en nuestro país. https://www.youtube.com/watch?v=iNOY5yzp9ko
Una ponencia ha llamado fuertemente mi atención.
Es la que ha dado el director del Centro de Investigación Económica y Presupuestaria, Héctor Juan Villareal Pérez.
Villareal Pérez afirma, estamos ante una de las reformas sociales más importantes del siglo, pues pretender ofrecerles salud universal a los 120 millones de mexicanos no es cosa menor.
Pero esto obliga a preguntarnos cuatro palabras advierte el investigador: 1) Transición, 2) Integración de los Sistemas, 3) Financiamiento, 4) Responsabilidad.
La primera se refiere a que por el momento el reto obligaría a dotar a 20 o 30 millones de mexicanos que no cuentan con seguridad social, con servicios de salud sin contar con un cuadro básico de enfermedades, algo complicado, en el entendido de que se cuenta con una infraestructura limitada para ello.
Esto da paso a la “integración del sistema” que no es más que preguntarnos como vamos a hacer posible converger todo en este nuevo modelo.
A su vez, dicha medida afirma Héctor Juan Villareal es el “financiamiento” y ahí es donde se complica verdaderamente el escenario, pues las intensiones suenan bien en un mar de cuentas alegres.
Este asunto nos obliga a repensar que basar esta iniciativa a la generación de ahorros cercanos a los 2.5 o 3 puntos porcentuales del Producto Interno Bruto (PIB) generará presiones fiscales y de competencia con otros rubros de la economía, que no harán posible el desarrollo de este nuevo sistema de salud, pues cuando menos se requerirían 3 puntos más del PIB.
La iniciativa presentada por el Coordinador Parlamentario de Morena, Mario Delgado Carrillo contempla ahorros en los servicios de salud de 20 por ciento anuales, lo que representa apenas un 0.5 por ciento del PIB, lo que hace insuficiente la medida.
Y esto afirma el especialista nos lleva a la cuarta palabra, “responsabilidad” y esta última si nos la debemos agarrar muy en serio, pues, así como se habla de una de las reformas sociales más importantes del siglo, un mal diseño nos podría llevar a un colapso del Sistema de Salud Público.
Y es que, así como esta iniciativa refiere, tiene elementos sumamente críticos, pues tan solo reformar el articulo 77 bis de la Ley General de Salud obligaría a brindar servicios universales de salud, sin restricción de padecimientos, lo que a corto plazo provocaría un colapso total del sistema.
El asunto a discutirse en verdad tiene una repercusión vital en la vida del país, los legisladores y el equipo del presidente López Obrador tienen ante sí, un reto enorme, quizá el más importante de todas las propuestas lanzadas.
Sextante.
Vaya que por más que en el Congreso de Veracruz mantienen el tema en reserva, agotando el tiempo para lanzar la convocatoria, la renovación del Órgano de Fiscalización Superior del Estado de Veracruz (ORFIS), trae nerviosos a muchos.
Los encartados afirman son varios, incluso el mismo auditor en funciones, Lorenzo Antonio Portilla quien ha vendido la versión de que trae ya la bendición del todo poderoso de Palacio Nacional.
Lo cierto es que cuatro personajes más hacen su luchita, un ex contralor general del Estado, otro ex auditor general del mismo ORFIS, un connotado contador público y un ex titular del Órgano Ciudadano de Transparencia del Estado.
Dicen que uno de estos cuatro ya trae la bendición del gobernador, ¿será?
Al tiempo.
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Twitter: @LuisBaqueiro_mx
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