Los temas que más nos interesan a los mexicanos en este momento de un informe de gobierno, ya sea el primero, segundo o tercero como nos confundieron con el de este domingo, es qué va a decir el líder de un nuevo gobierno en el que depositamos dos grandes expectativas de cambio y mejoría inmediata, como son la disminución de la violencia y el combate a la corrupción.
Para los veracruzanos, estos no han sido días felices, como quisiera el presidente López Obrador que todos viviéramos; felices aunque sea en la miseria.
El asunto del atentado al Caballo Blanco en el que murieron 30 personas y a estas alturas posiblemente más (ojalá que no), un acto de terrorismo va encontrando aristas distintas al pasar del tiempo: primero que el supuesto autor intelectual y material, alguien apodado “La Loca” era el responsable, que lo detuvieron elementos de la PGE y lo dejaron en libertad, dos veces; luego que no, que habían sido miembros de la Marina quienes lo detuvieron y lo entregaron al Ministerio Público Federal, a la FGR, no a la estatal, con lo que los informadores morenistas hicieron el peor ridículo; más tarde que no, que ese señor “La Loca” estaba lejos de Veracruz, porque tenía miedo de que tras dos levantones el siguiente fuera decisivo en su vida, o sea que él no tuvo nada que ver.
El mismísimo Presidente de México se mostró como un mentiroso ante los ojos de la opinión pública nacional e internacional, al repetir datos equivocados sobre este asunto que, según sabemos, fueron proporcionados por el secretario de Gobierno, Eric Cisneros Burgos, un gris personaje que trabaja para la perversa y ambiciosa secretaria de Energía, Rocío Nahle, y a corto plazo para él (Eric), quien literalmente empinó al gobernador Cuitláhuac García con información falsa para que se la hiciera llegar al presidente López Obrador.
Luego sale una señora que se dice madre del supuesto propietario del centro nocturno “El caballo blanco”, quien afirma que su hijo no tiene que ver nada con ese antro; que estaba en Coatzacoalcos porque fue a que le practicaran una operación y a participar de una fiesta familiar. Ya en recuperación, cuando circulaba por una avenida en Coatzacoalcos, fue detenido por dos patrullas de la policía del estado (y proporciona datos de los vehículos oficiales), bajado de su vehículo junto con un amigo que lo acompañaba, subidos a una de la patrullas por la policía estatal y, posteriormente, videograbados en una diabólica escena en la que los degollan, por dedicarse al “chapulineo” que, al parecer, quiere decir vender droga de un cartel, al mismo tiempo que de otro. En fin, un enredo que ha cobrado la vida de 30 personas y aumentado los niveles de zozobra en todo Veracruz.
Ayer que escuchábamos, en compañía de amigos interesados en la política y en el futuro del estado y el país, cuando López Obrador dijo muy orondo que el huachicoleo, parte de su combate a la corrupción, lo había abatido en un 95 por ciento, todos nos preguntamos: ¿y dónde están los responsables de este saqueo, a cuántos metió a la cárcel AMLO?... No hay, a nadie se ha castigado, y así retumba la devaluada palabra presidencial.
Total que ni combate a la inseguridad y menos a la corrupción, las cosas en México y Veracruz siguen peor, no igual… ¡peor!
Y si don AMLO no está dispuesto a correr a nadie, porque el de él es un gobierno diferente (hoy renuncian, no son renunciados), pues quedémonos con la esperanza de que los responsables de la seguridad y la política interna del estado: Hugo Gutiérrez Maldonado y Eric Cisneros Burgos, permanecerán en sus cargos hasta que el destino alcance a Morena y pierdan mayoría en el Congreso local por las corruptelas de funcionarios que fueron nombrados con todo y sus antecedentes de corrupción y de ligas con el narcotráfico.
Que el gobernador Cuitláhuac García es un hombre bueno, como lo recomienda López Obrador, nadie lo duda… pero.
En el Orfis, viene lo bueno
De acuerdo con la convocatoria emitida por la Comisión de Vigilancia del Congreso Estatal, este lunes concluye el plazo de los diez días que tuvieron los interesados en participar en el proceso de selección para llegar a ser Auditor General del Orfis.
A partir de hoy se verá el nivel, los nexos, las fortalezas y debilidades de quienes pretenden suceder en el cargo a Lorenzo Antonio Portilla Bonilla si no es que él mismo decide participar para encabezar un segundo período que la ley le permite y que el propio Congreso avaló en términos de participación dentro de la convocatoria como aspirante.
Los que vienen serán días en los que seguramente el tema del Orfis se instalará en la agenda informativa. Entre los que quieren y el que puede, se desarrollará la contienda. Mientras tanto, el camino está trazado y hoy se completa la lista de los participantes.
Esto comenzará a ponerse bueno y seguramente seremos testigos de una oleada de ataques y especulaciones, porque, si la chaqueta fuera deporte nacional… Por cierto, sin ser adivino, ya se sabe que la información que fluya contra el propio Auditor Portilla Vásquez estaría saliendo de la oficina de Emanuel Vázquez Jiménez, contralor interno del Orfis y hermano de ya saben quién, sí, de Sergio Vázquez Jiménez, el cuestionado y señalado por corrupto que detentó un cargo anticorrupción.
¡Vaya mundo!
REFLEXIÓN
“Nos dejaron un cochinero, pero vamos a poner orden”, ofrece el presidente Andrés Manuel López Obrador, a ciudadanos que viven en estados altamente violentos como Veracruz…. ¿A poco no sabía de esto cuando asumió la Presidencia, a poco también lo engañaron con el cuento de que todo estaba muy bien, a poco no le dijeron que quien más lo ha ofendido es cabeza de un grupo que está actuando para provocar la ingobernabilidad, a poco no sabe cómo madres combatirlo? Estamos jodidos todos. Escríbanos a mrossete@yahoo.com.mx formatosiete@gmail.com www.formato7.com/columnistas |