El 25 de octubre, Julen Rementería del Puerto vivió una tarde apoteósica para sí.
Probablemente no esperaba la asistencia tan amplia que tuvo a su informe de actividades legislativa, de figuras de la política nacional.
Hoy son otros tiempos, en los que el purismo político, de las corrientes, de los partidos, quedaron atrás.
Hoy son tiempos en que la antes izquierda se abraza con la derecha y juntos le dan la mano a la socialdemocracia que todavía patalea, pintada de naranja o en tonos tricolores.
Las pasadas elecciones nos han mostrado esas alianzas, para llevar adelante no a un partido político, no una plataforma electoral, si no a un candidato, un gobernante.
Entonces, ¿qué puede espantar de la asistencia que tuvo Julen Rementería a su informe?.
Pues sí, si espanta.
Le hace ver fantasmas y demonios a quienes lo miran como posible contrincante hacia el 2024.
¿Y quienes se deben de espantar?.
Los que no quieren que llegue.
Lo señalan como algo feo, porque vaya juntando fuerzas para esa confrontación y las intermedias.
Ahí estuvieron, en su informe, los coordinadores parlamentarios de casi todas las fracciones partidistas representadas en el Senado: Dante Delgado Rannauro de Movimiento Ciudadano; Miguel Ángel Osorio Chong, de lo que resta del PRI; Mauricio Kuri, del PAN y Miguel Ángel Mancera, del PRD.
“El dique de contención” los llamó Julen Rementeria. De retención ante los avances de Morena para sacar todas las propuestas presidenciales, como llegan, como el Presidente las quiere.
La ausencia más notable fue la de Ricardo Monreal, el coordinador de la bancada senatorial de Morena, pero dicen que incluso éste le mando un saludo telefónico y su respectivo apapacho, además de que le pidió comprensión por la ausencia.
Dicen que le dijo “mi pensamiento está contigo”.
Y eso, en estos tiempos en que los juegos de señales vuelven a tomar carta de presencia, puede significar mucho.
Julen Rementeria avanza en una probable construcción de fuerzas.
Dante Delgado, el exgobernador, el excandidato al gobierno del estado, ahí estuvo.
En esa construcción de alianzas electorales y parlamentarias, Julen también tuvo figuras de ese priismo deslucido y apocado ante el nuevo poder de Morena, que hoy queda en Veracruz: Estuvo la diputada federal, Anilú Ingram Vallines, la coordinadora de la fracción mixta PRI-PVEM en el congreso local, Ericka Ayala.
También hicieron acto de presencia la senadora, Claudia Ruiz Massieu y el Senador, Manuel Añorve.
Por el PAN, además del coordinador en el Senado, llegaron también la senadora Xóchitl Gálvez e Ismael García Cabeza de Vaca, y varios, muchos alcaldes de Acción Nacional, además de mútiples diputados federales y locales
El golpe en contra, con grandes ausencias del panismo veracruzano, que muchos esperaban que se diese, por estar fuera de la esfera de los Yunes azules, no ocurrió.
Más bien el flujo de políticos azules creció, porque Julen ahora es parte del grupo que se quedó con la dirigencia estatal, eso propició la gran presencia de los munícipes.
Fue un desfile amplio, fue una salutación larga.
Y Bingen Rementeria sonreía y sonreía.
El orgullo por el padre, probablemente, pero el ver que la fuerza se suma y que le abre las puertas para buscar la presidencia municipal de Veracruz o de Boca del Río en el 2021, también pudo ser una causa para su buen humor.
¿Quién más estuvo?.
Alcaldes de varios partidos, distintos al PAN o al PRD; líderes empresariales y miembros de la sociedad civil.
Pero el gran ausente fue el próximo dirigente estatal del PAN, Joaquín Guzmán Avilés, quien no llegó por que su hijo menor tuvo un accidente.
¿Quiénes deben preocuparse?.
Los otros aspirantes a la gubernatura de Veracruz, que -montados en la soberbia o subidos en su ladrillo de poder- sienten que todo mundo correrá a ponerse a sus pies, sólo por estar en dónde hoy se encuentran.
El poder desgasta y termina por aniquilar, si no se construyen las alianzas adecuadas, tanto hacia el interior de las fuerzas políticas, como hacia el exterior.
¿Un ejemplo?.
Mejor varios: muchos presidentes municipales, regidores, diputados locales y federales, que después de su desastroso trabajo y la mala imagen pública que van dejando, no volverán a tener siquiera oportunidad de buscar un nuevo puesto público.
Son eso que van dejando estelas desgastantes de su presencia por doquiera que van.
El camino se construye andando.
Y Julen se mostró como un místico en busca de las alianzas que le permitan competir por la gubernatura en el 2024. |