¡El que se mueve no sale en la foto! Esa conocida expresión que surge de un comentario pronunciado en una entrevista por el político español Alfonso Guerra González, figura destacada en la transición democrática española, vicepresidente con Felipe González, y que aquí en México hizo famosa el líder cetemista Fidel Velázquez Sánchez, toma una especial vigencia en nuestros días aquí en la aldea, la víspera del primero proceso electoral con Morena como gobierno, en el que se elegirán presidentes municipales, diputados locales y diputados federales, o sea el 2 de julio del 2021, a escasos 20 meses.
La política, nos decía un amigo, se va haciendo de acuerdo a las circunstancias, no es posible predecirla, por eso es que a la distancia personajes como el Senador Julen Rementería del Puerto, ex secretario de Infraestructura y Obras Públicas en el gobierno de Miguel Ángel Yunes Linares, cuestionado por sus correligionarios panistas por supuestas complicidades con el gobierno de Dante Delgado en el que fue diputado local, y a quien involucran en el millonario fraude del túnel sumergido de Coatzacoalcos, ha sacado la cabeza y levantado la mano para decir: quiero ser el próximo candidato del PAN al gobierno del estado.
Las ansias de Julen por participar en la contienda en el 24 lo pueden perder, la sabia conseja de no moverse para salir en la foto le queda al pelo, lo ha hecho, y si Morena lo considera para los tiempos electorales de relevo gubernamental como actor importante, no dudarán en tumbarle la cabeza abriéndole carpetas de investigación para dejarlo fuera de la contienda.
Otros actores políticos de militancia partidista distinta a Morena, también se mueven, lo hacen para ganar una presidencia municipal o para ser diputado local o federal. En sus respectivos territorios se han convertido en los más amables, los simpáticos, los que se preocupan por los demás, los que organizan reuniones de poca formalidad pero con la mira puesta en el próximo proceso electoral.
No se dejan ver pero se sienten. Y esto que pareciera ser un acto muy adelantado a los tiempos se produce porque las circunstancias políticas en Veracruz están más que puestas para que participen con un margen muy elevado de éxito, el terreno está muy fértil, las grandes debilidades de las autoridades de Morena permiten que el descontento social, el desencanto, la aspiración de castigar en las urnas a quienes mintieron con el cuento de un cambio, crece cada día y se extiende por todo el territorio veracruzano: las circunstancias se van dando.
Y ¿qué hacen los partidos políticos?
El PAN se renovó recientemente, y junto con eso nace una alta expectativa de recomponerse llevando a un dirigente como el ingeniero Joaquín Rosendo Guzmán Avilés, panista de los doctrinarios, quien cuenta con un amplio apoyo del panismo tradicional, que es mucho, el cual se había retirado ante la presencia de Miguel Ángel Yunes Linares, con quien no compartieron proyecto político y ahí van hacia arriba, creciendo. El PRI ya tiene un buen rato que renovó su dirigencia y ahí el exgobernador panista Yunes Linares logró imponer a su empleado Marlon Ramírez Marín, quien no representa nada por lo que ese partido está condenado al fracaso a menos que vaya en alianza con el PAN, lo más seguro, para asegurar unas cuantas posiciones merced al servilismo de su dirigente.
El pasado mes de junio el Consejo Nacional de Movimiento Ciudadano decidió ir solo en las próximas elecciones, pero un pronunciamiento distinto en otro consejo puede cambiar la decisión y eso depende del Senador Dante Delgado Rannauro, quien seguramente tratará de sacar la mejor raja política posible de la oportunidad que se está cocinando en Veracruz para ganar posiciones; al PRD no lo podemos contar porque prácticamente está muerto, los contados militantes que quedaron después de la anterior contienda coquetean con Morena o de plano ya son panistas.
A nivel local, el partido que dará la sorpresa en su primera incursión electoral será PODEMOS, el instituto político en construcción por cuenta de tres expertos en estos asuntos como son Francisco Garrido, Gonzalo Morgado Huesca y Juan Herrera Marín, además de una veintena más de políticos profesionales que han participado en el origen de este nuevo partido y todos los que ya no quieren estar en el PAN, menos en el PRI, ni aspiran a ser morenos.
Aspirantes a candidatos tanto a alcaldes como a diputados hay muchos en Veracruz, cada día surgen más al calor de las pifias morenistas; lo importante será que al Congreso Local llegue mayoría, aunque sea de diversos partidos, y Morena pierda más de cien presidencias municipales, porque con eso quedarán fuera, sin el poder Legislativo y con mayoría de presidencias municipales en manos de partidos distintos al de ellos.
Y solo faltan 20 meses… no es nada.
Tranquilos, no habrá cambios
Para los que apostaban a que pasando el primer informe de gobierno el titular del Ejecutivo, Cuitláhuac García Jiménez, procedería a renovar su gabinete o cuando menos a relevar a quienes le han fallado en sus responsabilidades, o con quienes se ha cumplido un compromiso político, les falló pues no habrá ningún cambio, y para desgracia de los veracruzanos todo seguirá igual, o sea, de mal en peor. El gobernador Cuitláhuac García Jiménez se encargó personalmente de negar que vaya a realizar cambios al interior de su gabinete tras las quejas y señalamientos que se han generado en contra de algunos de sus colaboradores.
Entrevistado durante la entrega de plazas a personal administrativo y docente de la Secretaría de Educación de Veracruz (SEV), sentenció que no habrá cambios a pesar de que hay señalamientos en contra del Secretario de Gobierno, Eric Cisneros Burgos, o el de Desarrollo Social, Guillermo Fernández, que incluso ya fue denunciado por el presunto desvío de recursos en favor de la elección interna de Morena.
“No habrá ningún cambio”, dijo, y advirtió que aún no decide si acudirá el próximo 15 de noviembre al Congreso local para entregar el primer informe de labores de su administración.
A Nora la batearon
La sabiduría del refrán que mencionamos en el primer comentario de “quien se mueve antes no sale en la foto”, se le podría aplicar a la diputada local huatusqueña, Nora Lagunes Jáuregui, quien una vez que le filtraron que José Manuel Pozos Castro dejaría le Presidencia de la Mesa directiva, de inmediato inició su precampaña balconeándose en algunos medios de comunicación, con aquello de que no hay peor lucha que la que no se hace, sobre todo pensando que los morenistas y los que gobiernan en Veracruz, le pagarían el favor de haber renunciado a la bancada del PAN y “casarse” con los morenos.
Sin embargo, su vaivén en la política estatal, que la ubica como una diputada no confiable, provocó que ni en el análisis de los posibles entrara dando paso al actual Presidente del Congreso, el diputado por Córdoba, Rubén Ríos Uribe.
Pero a quien se le ocurre pensar que en ese ambiente que practica la 4T, le darían la Presidencia del Congreso a una mujer que se dice panista, luego apoya a Morena, pero en algunas otras ocasiones como en la pasada destitución del fiscal Winckler vuelve a su color original al más puro estilo camaleónico, que es como camina en el medio político, solo que en esta si le falló.
REFLEXIÓN
A muchos mexicanos nos cayó en los Evos la decisión de dar asilo político, tipo VIP, al boliviano Evo Morales, un político que se engolosinó con el poder y se quiso perpetuar en él a costa de cometer fraudes electorales, pero a AMLO le cayó como anillo al dedo apapacharlo y traerlo para que la gente se olvide, de momento, del culiacanazo y la imposición de la señora Rosario Piedra en la CNDH… Las mismas cortinas de humo del PRI y del PAN, nada nuevo bajo el sol. Escríbanos a mrossete@yahoo.com.mxformatosiete@gmail.com www.formato7.com/columnistas |