Hacer política no es cosa sencilla, solo aquellos que poseen un buen nivel de inteligencia y olfato para ese oficio es que logran aprender y luego hasta lo dominan.
Las reglas son básicas, es cuestión de comportamiento, de cuidar formas y de abrir la boca cuando es necesario hacerlo de manera que con un punto de vista se apoye un proyecto o a un político, que en este caso tiene que ser el jefe.
Uno de los que han logrado encarrilarse en el ambiente político con relativa facilidad es el diputado local Juan Javier Gómez Cazarín, diputado Presidente de la Junta de Coordinación Política (Jucopo) en la LXV Legislatura local, quien al término de la comparecencia del gobernador en el Congreso reconoció que el primer año de la administración del gobernador Cuitláhuac García Jiménez no ha sido fácil, sin embargo, con firmeza se reconstruyen las instituciones, se resarcen los daños económicos y sociales, y se impulsa la gran transformación social que demandan las familias veracruzanas.
Gómez Cazarín resaltó el trabajo realizado por el gobernador Cuitláhuac García y su gabinete, para revertir los graves daños causados por pasadas administraciones y que estuvieron a punto de colapsar la operatividad administrativa y financiera; así como además, relegaron al Estado de programas federales y hasta proyectos de inversión del sector privado.
Hizo hincapié en que aun cuando la oposición no quiera reconocerlo, el Gobierno de Cuitláhuac García no sólo está haciendo obra donde jamás llegaron pasadas administraciones, sino además existe un combate eficaz a la corrupción institucionalizada desde gobiernos pasados, presentándose las denuncias correspondientes ante la Fiscalía General del Estado (FGE), Fiscalía Anticorrupción y Fiscalía General de la República (FGR); ya no hay impunidad ni contubernios entre autoridades y grupos delictivos, y hoy se garantiza la correcta aplicación de los recursos públicos, se hacen más cosas con lo que antes se robaba.
El también Coordinador del Grupo Legislativo de MORENA en el Congreso local, asegura que en Veracruz no hay confrontación, no se alienta la división ni las venganzas políticas, se impulsa una relación respetuosa y armónica para atender conjuntamente los enormes rezagos sociales y de infraestructura, con los gobiernos municipales, sin importar su afiliación partidista, porque aquí lo importante es rescatar y reconstruir al Estado… Bien ¿no?
No se nos da el castigo
A los mexicanos como que no se nos da la aplicación de la ley en contra de quienes roban los dineros del erario o usan el poder para fines que no tienen nada que ver con generar bienestar entre los gobernados. Ejemplos sobran.
¿Dónde anda Enrique Peña Nieto, dónde estarán los responsables del desfalco de Odebrecht, qué hace Carlos Romero Deschamps, los hijos de la señora Marthita Sahagún, los del primer matrimonio de Fox, los líderes sindicales que llevan más de 20 años en el cargo gracias a lo cual han acumulado enormes riquezas, los exfuncionarios del gobierno de Fidel Herrera Beltrán señalados por sus actos de corrupción, los de Javier Duarte de Ochoa, los de Miguel Ángel Yunes Linares?... Gozando de paz y tranquilidad y disfrutando en paraísos naturales sus riquezas mal habidas, mientras nosotros seguimos esperando que algún día les caiga la justicia, les quiten lo que les quede de lo que se robaron de las arcas y los metan al bote con sentencias acordes al daño que ocasionaron a los millones de veracruzanos y de mexicanos con sus raterías.
En el contexto nacional nunca sobrará recordar que ese gran movimiento que se generó en torno al hoy presidente Andrés Manuel López Obrador, fue producto del hartazgo social de los habitantes de un país hundido en la inseguridad y en la miseria por culpa de las bandas de criminales que lo gobernaron los últimos cuatro sexenios: todos queríamos un cambio y el político tabasqueño había venido pidiendo la oportunidad de encabezarlo y se la dimos, porque su bandera era el combate a la corrupción y el castigo a quienes habían quebrado al país; que después haya cambiado el discurso por razones que no entendemos, es otra cosa.
De momento (muchos nos sorprendimos) AMLO se instaló en el discurso de la amnistía a los delincuentes (de todo tipo), a practicar una política de paz, a recomendar olvidarnos de los malos momentos y dedicarnos a construir una nueva nación sin castigo de por medio a los corruptos y a mirar hacia adelante, sin rencores ni afanes de venganza, que no es lo mismo aspiraciones a que se aplique la ley, pero esas ya son cosas del estilo o el proyecto de López Obrador, cuyos resultados, simpatías o rechazo las veremos reflejadas en las urnas, el próximo proceso electoral.
El caso de Genaro García Luna, un ingeniero mecánico metido a policía que terminó siendo una peligrosa amenaza criminal para todos los mexicanos en tiempos de Felipe Calderón, que fue quien lo puso al frente de la seguridad nacional para que terminara coludiéndose con los más importantes varones del trasiego de la droga, es un asunto de los Estados Unidos, allá lo detuvieron y allá lo van a procesar; quién le manda irse al vecino país si aquí en México la estaba pasando a todas margaritas, haciéndose pasar como empresario de la seguridad pública, dando asesorías, comiendo en los restaurantes más caros de la CDMX disfrutando de las residencias que tiene en este país y viviendo a plenitud la 4T que tanta impunidad brinda a peligrosos criminales como él, pero, no, pendejo, se fue a entregar.
Es como si huyeran los yunistas
Por eso, siguiendo la directriz del gobierno federal, replicado por el estatal al pie de la letra, los bandidos del fidelismo, los del duartismo (muchos repitieron) y los del yunismo, no huyen, se mantienen aquí en el paraíso de la impunidad, seguros de que no serán molestados porque así lo ha instruido el jefe máximo de las instituciones, el gran Tlatoani.
Y hay que reconocer que sí pasaron algunos amargos momentos los duartistas cuando Yunes Linares los persiguió y les robó lo robado, pero hubo quienes como Vicente Benítez y Juan Manuel del Castillo, consumados ladrones, se pusieron a mano a tiempo y hasta diputación lograron y se pasaron el bienio del yunismo a todas margaritas, organizando su vida para terminar el compromiso y huir de Veracruz pero con las maletas a medio llenar, que es como se las dejó Yunes.
También hay que aclarar que los duartistas que padecieron cárcel, que fueron a dar a prisión, fue porque el “señor Yunes” quiso cobrar agravios personales y en calidad de presos políticos fueron entambados, padeciendo lo que mejor sabe hacer el señor de los esteros: torturar.
La 4T les regresó el alma al cuerpo. Poco a poco los rateros del duartismo se van incorporando a la actividad social, algunos se dejan ver en sus residencias en Polanco, en fiestas o reventones muy quitados de la pena, disfrutando de la buena vida, del producto de sus atracos y de que la bendita cuarta transformación tiene como principio no molestar a los corruptos, al contrario, los chiquean.
REFLEXIÓN
Dice el sabio refrán: aclarando amanece. El gobernador Cuitláhuac García Jiménez aseguró que no «rescatará» al equipo de los Tiburones Rojos de Veracruz, tras su desafiliación a la Federación Mexicana de Fútbol (FMF) por deudas atrasadas, dice que está dispuesto a prestar el estadio sin costo al empresario que invierta y salve al equipo, y aseguró que ya hay empresarios interesados. Nada mejor le puede pasar al equipo que empresarios de la IP lo rescaten. Escríbanos a mrossete@yahoo.com.mx | formatosiete@gmail.com |