Así, de botepronto, hay tres a los que consideran de inmediato: Américo Zúñiga, Ricardo Ahued y David Velasco Chedraui.
En el primer caso, ¡descártelo! La relación que guarda con Alito, dirigente nacional del PRI, desde que ambos pugnaban por ser dirigentes en sus respectivos estados del Frente Juvenil Revolucionario, se fortaleció ahora que fue enviado a Puebla y es seguro que dicha amistad se vea reflejada en la postulación de Américo como candidato a Diputado Federal, sea por la vía uni o pluri…
En el caso de Ricardo Ahued, creo que a muchos xalapeños les queda claro que el proyecto de don Ricardo va más allá de regresar a la capital veracruzana para contender por una alcaldía… ponga en la tablita de la duda a su hijo, Ricardo Ahued junior, a quien desde pasadas elecciones la rumorología insiste en lanzarlo a la política.
El caso de David Velasco Chedraui se podría resumir en una simple frase: Hay candidato, pero no hay partido.
Alrededor del empresario del Poliflex hay interés en muchos partidos para llevarlo como candidato, pero no sólo en ellos… incluso, el empresariado ateniense lo ve como una opción interesante y más cuando en la Ciudad de las Flores, lo único que ha florecido en estos dos años de Gobierno, ha sido la inseguridad, la poca obra y si la hay, mal planeada; nula atracción para la inversión; cierre de negocios y por ende, desempleo…
Así, el empresariado que siempre ha apostado a, en y por Xalapa, ya no quiere experimentos y sí experiencia.
Si el xalapeño tiene memoria, el trienio de Davicho fue uno de los más productivos que se recuerde en lo que va de este siglo, y cualquiera puede decir: “¡Ah, es que contaba con el apoyo del Gobierno del Estado!”, que era priísta. Y es posible, pero también habría que considerar que el gobierno de Hipólito pareciera entonces que no cuenta con nadita de nada del apoyo del Gobierno de Cuitláhuac…
Ahora, también no hay que ser omisos… Morena tiene sus ventajas:
1.- Hay un PAN dividido y dos precandidatos que se pueden convertir en tres si entra una mujer en la contienda y a estas alturas, ninguno es garantía de triunfo.
2.- Ningún otro partido tiene un candidato natural que pueda dar batalla en la preferencia electoral… ¡a fuerza debe ser un candidato ciudadano!
3.- Morena tiene la maquinaria gubernamental para apoyar con todo el mantener en el poder a la Capital… y
4.- Si López Obrador viene a Xalapa y le alza la pata a un perro, capaz de que “Solovino” gana… siempre y cuando el ciudadano no haya aprendido la lección con Hipólito...
Mientras, ahí está David Velasco, una opción o hasta por qué no decirlo, un candidato… pero sin partido.
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