Ayer comunicaron que dejan de ser un grupo mixto legislativo y regresan al redil panista. De que tamaño serán las cosas, que tuvieron que morderse el orgullo y reconocer a Omar Miranda como Coordinador, después de todos los adjetivos que le endilgaron.
No había más, sabían que iban a quedar disueltos ante el inminente desafuero del diputado Erick Aguilar, así que mejor corrieron de una vez.
Los tiempos le son adversos a estos fieles Yunistas.
Por lo pronto serán denunciados penalmente aquellos que le sirvieron en la terrible administración panista por presuntos desvíos de recursos en diferentes entes fiscalizables, resultado de la auditoría a la cuenta pública del año 2018, votación en la que ninguno de estos diputados o diputadas Yunistas votaron en contra del dictamen presentado al pleno.
De ese tamaño es su circunstancia.
Van por los que eran más cercanos. Veremos si se atreve a defenderlos o los dejará chiflando en la loma como al ex colaborador de Sefiplan preso en Pacho Viejo que se la creyó y ahora lamenta haber sido olvidado por su ex patrón.
Por lo pronto, estas diputadas y diputados parece que esperan ser candidatas y candidatos el próximo año. Creen que pueden competir con posibilidades. Alguien tendrá que decirles que el sueño terminó y despertarles a su nueva realidad.
La de huérfanos políticos.
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