El 27 de agosto unos sujetos entraron al bar El Caballo Blanco de Coatzacoalcos, encerraron al personal, a los parroquianos y le prendieron fuego al local. El saldo fue de 30 muertos (entre ellos 10 mujeres) y 11 heridos.
¿Responsables? Sólo uno; el fiscal Jorge Winckler al que Cuitláhuac le imputó haber puesto en libertad a uno de los presuntos autores materiales, mentira que Winckler le echó para abajo en menos de 24 horas.
En respuesta, el gobernador dijo que trabajarían para dar con los culpables “a pesar del fiscal” y aseguró que todo estaba bajo control.
Antes, en el mes de marzo, hubo balaceras contra cuarteles de la policía y quema de tráilers pero la respuesta al miedo ciudadano fue la misma: todo está bajo control.
Este fin de semana cuatro policías fueron acribillados por delincuentes en dos ataques a balazos registrados en Córdoba. El primero fue contra una patrulla que circulaba a la altura de Villa de San Isidro, donde dos elementos perdieron la vida. El otro ocurrió en la torre de vigilancia ubicada en el bulevar Córdoba–Fortín, donde otros dos uniformados fallecieron tras la agresión.
Pero tranquilos…
Cuitláhuac García dijo que están bajo control los municipios de Córdoba y Huatusco. “Ya tenemos plenamente identificados a los agresores, lamentamos mucho desde luego las pérdidas humanas. Fue una agresión directa y no vamos a permitir que la población esté en la zozobra por estos grupos delictivos, cualquiera que sea su motivación, para nosotros son transgresores de la ley, por lo tanto iremos tras ellos”, indicó.
Puro cuento.
Los deudos de Minatitlán y Coatzacoalcos no saben cómo van las investigaciones y mucho menos si hay presuntos culpables detenidos. Las balaceras siguen, los feminicidios aumentan lo mismo que los secuestros mientras el gobernador se dedica a politizar las tragedias, a imputar culpas y a mentir diciendo que todo está bajo control.
En Veracruz el gobierno no controla a los delincuentes, ni el desabasto de medicamentos, ni incentiva la creación de empleos, ni atiende al campo ni los problemas de sequía en la zona norte. Y tampoco el éxodo de empresarios en la zona sur.
El gobierno de Veracruz tiene en Cuitláhuac García al gobernador más inoperante de su historia y a los peores alcaldes en cuatro municipios importantes: Poza Rica, Xalapa, Minatitlán y Coatzacoalcos.
En Veracruz hay corrupción, nepotismo, soberbia, indolencia gubernamental y una brutal impunidad.
Pero además hay mala leche y una supina desvergüenza cuando aseguran que todo está bajo control.
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