“Teocelo, lugar de apodos sin el enojo y de personajes famosos como ningún otro lugar”
Llamarlo por su nombre, es en vano. Angel Rafael Rivadeneyra Libreros, asentado en su fe de bautismo y en su acta de nacimiento, solo para tramites oficiales, si acaso “Don Rafa” para las personas ya maduras que lo saludan. Para la plebe y el pueblo todo, simplemente: “El flaco” Rivadeneyra, sí, porque existen otro flaco, el fontanero…pero el insustituible es el que lleva las riendas del equipo de fútbol Milán, el mismo que desde hace 38 años organiza una de las carreras guadalupanas que corren y trotan desde la Villa de Guadalupe hasta Teocelo.
El “Flaco”, el mejor catador de café. Y lo elabora a ´plenitud.
Detallista y ejemplo de dedicación, lo cultiva en sus fincas y en las de su familia, desde el mismo surco pasando por la despulpadora, secado, tostador, mortero y llegando al café pergamino y oro. Este procedimiento tiene su gracia para lograr un mejor producto. Al “Flaco” le hacen pedidos desde diferentes partes del país, lo mismo desde Cancún como de Puebla y Tijuana…visitantes que llegan a Teocelo, probando el café “Don Rivas” para enamorarse del aroma y calidad, de ahí los pedidos, incluso circula un poster con Alex Lora, el mero del “Tri”, tomando café del “flaco”, en su envoltura especial con el logo que lleva impresa la foto de su señor padre, el señor “Rivas”.
Don Rivas fue mayordomo de la familia Vanda, primero. Para continuar como responsable de las fincas de don Raúl Martínez Oelker, en el cargo de mayordomo o administrador, de quien el “Flaco” heredó ese don de gente, la calidez humana y sonrisa franca. Tuvimos la oportunidad de conocerlo, machete a la cintura, tijeras de apodar y sombrero campirano. Estimado por la gente de Teocelo no solamente del campesino, de la sociedad misma. Y el “Flaco” nuestro, igual.
Pues el pasado martes 10 de este despistado mes cubierto de frío y repentinamente el fuerte calor, tuvimos la dicha de transmitir desde su cafetería “Don Rivas”, ubicada en la céntrica calle de Teocelo, a un costado de la iglesia de la Asunción de María, el programa número 63 de Periodistas Unidos de Coatepec, atendidos gentilmente por la esposa del “Flaco”, Clementina Jácome Martínez y de su hija, la maestra Mariela, su hijo Rafa a quien estimamos, estuvo ausente por motivos de trabajo. Deliciosos “tacos paseados”, esos que van de regreso a casa después del corte de café cereza, preparados con picosa salsa verde y con frecuencia de chile seco…de frijolitos y a veces con huevo. De placer, los frijolitos en cazuela con carne de puerco y una yerba especial, de la casa a la manera de la señora Clementina y su hija Mariela. Exquisitos y acompañados de un brandy “Presidente” con casi 30 años de añejado en la cava del “Flaco”, nada que envidiar de los famosos e internacionales restaurantes del planeta.
Desde luego el café elaborado por el “Flaco”, galletas con sabor a café fabricadas por su sobrino y las elaboradas por la panadería La Guadalupana, cien por ciento de Teocelo, por cierto, ubicada precisamente a un lado del hogar de la familia Rivadeneyra Jácome…con los cochinitos tostados y las galletas de nata.
Gracias Clementina, gracias maestra Mariela. Gracias mi estimado “Flaco”.
De parte de quienes integramos el programa de PU, maestro José Rafael Cid Marván, Paulino Velasco, Rafael Hernández Segovia, Chava Medina, Aldo Mora Flores, Lolis Gutiérrez y un servidor, nuestro eterno agradecimiento y vamos por otros 50 programas, más allá del bien que del mal…colocados en las preferencias del extenso auditorio gracias a nuestra labor seria combinada con lo chusco de las noticias y comentarios, en el terreno político, social, cultural y deportivo del país, de Veracruz y del distrito coatepecano.
Periodismo… bendita profesión. |