Treinta familiares y la carroza para el entierro. Nueve para la parada de cruz… para la familia de mi amigo Noé, la partida de su hermana Ciri fue muy complicada… los trámites fueron algo difíciles por la Fase 2… en el velatorio realizado en su domicilio, la sana distancia se intentaba pero a muchos, el dolor y el cariño les ganaba en un abrazo o saludo de mano…
Aun en el luto, de cierto modo somos afortunados hasta el momento… Noé y su familia aún pudieron reunirse para despedir a Ciri… nosotros, por poder salir de casa para acompañarlos… El #QuedateEnCasa lo rompimos ante una disyuntiva entre salud pública y moral…
Creo que hay muchos los que atraviesan por disyuntivas en estos tiempos de Coronavirus… la Mujer y yo platicamos la experiencia de los abuelos y el pago de pensiones… tener una lanita o no tenerla… ¡he ahí el dilema! La decisión creo no ha de ser difícil para muchos abuelos… Ojalá un día les puedan extender una tarjeta de débito…
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Es muy diferente la disyuntiva que de seguro tuvieron los chavos que viven cerca de mi casa el viernes por la noche… la fiesta estuvo en grande y prolongada que acabaron con un #QuedateEnCasa de tu cuate ese fin de semana.
El sábado fuimos a compras allá por la Rotonda… mientras la Mujer se encarga de seleccionar frutas, verduras y demás, yo hago fila apartando lugar… ya llevamos cubrebocas y un antibacterial. Una de las empleadas de la verdulería se dirige hacia los que estamos en la fila para aplicar el “Susana Distancia”. Señala al suelo y vemos unas marcas amarillas con un metro y cacho aproximado de separación… guardamos distancia. Las jóvenes que se encargan de pesar las frutas y verduras traen guantes y cubrebocas. La Mujer me regaña más de lo común porque ya me recargué, porque ya levanté un tomate, un limón, porque ya me llevé la mano a la frente… saca el antibacterial con un “¡Ponte, ponte, ponte!”
Si bien la sana distancia se aplica en la fila, me resulta paradójico que en los estantes de las diversas mercancías, las señoras y señores seleccionen al tacto los limones, papayas, manzanas, calabazas, jitomates y tomates, así como chayotes. ¡Ya sabe! Y es seguro que usted lo haya hecho: algún chingao poder debemos tener en las palmas y dedos de nuestros manos que al contacto con alguna fruta o verdura, dictaminamos que “está buena”... ¡ah! ¡Claro! Y si por alguna misteriosa razón el certificado de calidad de nuestras manos no es superado, hay quienes se llevan el producto a la nariz, ¡para olerlo! Así que imaginen cuántas bacterias llevamos a casa de las manoseadas que se dan a las frutas y verduras… ¿por qué no aplican la de Bancos, de pasar de diez en diez, para hacer las compras en las verdulerías?
En la colonia Progreso, ayer se instaló “el tianguis de la Toluca”... hubo en Twitter un señalamiento: “Ni Noé batalló para encerrar a tanto animal... Así luce el famoso tianguis de la Toluca en la colonia Progreso de Xalapa y el llamado de la autoridad pareció valerle a los xalapeños ante esta contingencia que estamos atravesando”: @Vocero13
Una de las respuestas a la publicación fue la siguiente: “Pues ésta es la realidad de las personas que viven al día; no entiendo el porqué hacer este tipo de publicaciones cuando la gente tiene que salir a vender y a comprar”: @SOMOS_XALAPA.
La disyuntiva de la que platicamos al inicio...
El ayuntamiento de Xalapa, en acuerdo extraordinario publicado el 2 de abril en la Gaceta Municipal, en su segundo punto, dice: “Se suspenden todas las actividades públicas y privadas, incluyendo las religiosas, en mercados y tianguis, con presencia mayor a 50 personas…”, luego entonces, se entiende la necesidad de la gente de salir a vender sus productos como la del del vecino, de adquirirlos… entiendo la disyuntiva como trato de justificar la mía al acudir al velorio de Ciri, pero cómo comprender que el Ayuntamiento se pase por el arco del triunfo su propio acuerdo… ¿Y ustedes, han tenido algún tipo de disyuntiva en esta Cuarentena?
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