¿Qué hacer en esta contingencia sanitaria? Hay quienes proponen ver películas, hacer los pendientes de la casa, pasar tiempo de calidad en familia… yo les propongo algo: ¡invadir la intimidad de una pareja! ¿Cómo? Leyendo sus diarios.
Les hablo de Elke y Carlos, dos jóvenes entre 27 y 30 años que decidieron hace poco unir sus vidas, hacer una relación de pareja, allá, en la Ciudad de México… ¡vamos! ¿qué tanto nos gusta enterarnos de la vida de otros y más si es en la invasión de algo tan personal como puede ser un diario? La contingencia sanitaria lo amerita y a estas alturas, tome en cuenta lo que dice Rafael Rebolledo: “Realmente no tenemos control del futuro como pensamos”.
¿Rafael Rebolledo? ¡Ah! Es otro joven; éste, de 31 años quien se sabe al derecho y al revés la vida de Elke y Carlos… es el autor de la novela “La ciudad y la montaña”.
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Hablamos de una novela que puede ser romántica, que puede ser un Despertar, que puede hablar de Sueños, de encontrarse a uno mismo…
Si bien, es la primera novela que escribe Rafael Rebolledo, eso no lo hace nuevo en estos menesteres. Este joven xalapeño tiene ya historia que contar en lo que se refiere a escribir guiones, hacer cortometrajes que han competido en festivales nacionales como internacionales, así como dirigir una empresa de campaña y publicidad como es Rayos Cine. Y de los cortometrajes podemos citar Jarwie, Two Spirits y We are Todos, rodados tanto en la Ciudad de México como en las calles de Xalapa.
“La ciudad y la montaña” es una lectura para todos porque en un momento dado, muchos se pueden identificar con la personalidad de la joven Elke o Carlos… o bien, con cualquiera de los personajes incidentales que de un modo u otro, como en nuestra vida, intervienen con los protagonistas.
Elke y Carlos un día deciden salir de la ciudad y hacer un viaje que puede ser para reencontrarse, para entender que a veces esa media naranja parece limón, fresa u otra cosa; o ver el nuevo sentido que tiene para ellos el “uno para el otro”... su viaje es al interior de México y toca tres puntos esenciales: la montaña, el pueblo y el desierto…
Entre proyectos de cine, guiones y demás, “La ciudad y la montaña” fue naciendo y se fue haciendo también una especie de tabla de salvación para el autor, que en la vertiginosa Ciudad de México, hubo momentos en que percibió en su espíritu, desesperación por sacar X o Y proyectos… entonces, entrar en el mundo de Elke y de Carlos, plasmarlos en un diario, darle estructura, ir con editores, correctores, a Amazon, esperar la aprobación, concretarla, ver ese nuevo “tatuaje” artístico en el alma, le dio una tranquilidad que espera, igual se refleje a la hora de la lectura de “La ciudad y la montaña”.
Es cierto, si bien, Rafael Rebolledo no tiene tatuajes, es la forma en que siente sus trabajos, se impregna de ellos como si fueran tinta en piel porque de un modo u otro, sean cortometrajes o novela, ya lo han marcado.
El viaje de Elke y Carlos puede ser como el que cualquiera de nosotros haría, salvo con una diferencia: ellos buscan algo y está en nosotros saber si lo encontraron y entonces así, con “La ciudad y la montaña”, podamos entender el valor de una travesía, “porque si el viaje no te transforma, entonces no fue viaje”, dice Rafael Rebolledo y te invita a aventurarte en Amazon para que prepares tu mochila con esta novela.
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