Sin embargo, los Partidos Políticos de oposición temen que al aparecer la fotografía de AMLO en las boletas electorales ejerza de nuevo una influencia en los votantes en favor de los demás candidatos de Morena. Los líderes políticos de oposición en el Senado expresaron nuevamente un NO a la petición del Presidente.
Ángel Ávila del PRD dijo que el Presidente quiere desviar la atención. Marko Cortés, del PAN, le exigió enfocarse en cómo enfrentar la crisis por la pandemia. Y Ricardo Monreal de Morena admitió que el tema está muerto, dado que los senadores de Morena y sus aliados no alcanzan la mayoría calificada en el Senado.
Es decir, AMLO lo sabe muy bien y por eso lo pide, él sabe que no habrá una nueva reforma Constitucional para cambiar la fecha.
Sin embargo, quienes piensen que con la simple aplicación de la Consulta asegurarían que AMLO se vaya a su casa deberían saber que no es tan simple.
Si bien la consulta para la revocación del mandato debe ser coordinada por el INE a petición ciudadana de un 3 por ciento de los inscritos en el listado electoral (que serían unas 700 mil firmas), lo cual sería relativamente fácil, lo demás no lo es tanto.
Para dar validez al resultado de la consulta, deberán votar como mínimo un 40% de votantes inscritos en la lista nominal, lo que representa 36 millones de electores. Un millón menos que los votos válidos en la elección del 2018.
Lo más probable es que ese número no se alcance.
Eso lo debe saber también AMLO y tenerlo muy claro, que una consulta así lo dejaría en el Poder por el resto del mandato Constitucional que le otorgaron los votantes en el 2018.
Eso lo saben también los partidos de oposición.
Entonces ¿Por qué el Presidente pide el adelanto y los partidos se lo niegan?
La razón es muy simple pero a la vez compleja toda vez que parten de un supuesto posible: que en el 2021 Morena pierda el Congreso, los Congresos locales y varias gubernaturas.
Lo anterior y con todo un año por delante, la oposición y la sociedad civil urbana harían posible que se le revocara el mandato al Presidente en el 2022.
A eso le apuesta la oposición. A eso le teme el Presidente.
Actualmente el Presidente AMLO no siente lo duro sino lo tupido. Su propio Partido Morena que lo llevó al poder lo han apoyado a morir en los Congresos pero no han salido a contener el discurso de rechazo hacia sus políticas sociales y de reactivación económica.
Morena y los que hoy gobiernan bajo esas siglas partidistas se han quedado mudos. Lo han dejado solo. Y a eso le teme el Presidente.
Es por ello que quizá un segundo supuesto también sea válido dentro de una prospectiva imaginaria. Si Morena pierde las mayorías en los Congresos, el presidente AMLO sufriría de hecho una paralización ejecutiva, ya que desde el Congreso le frenarían cualquier jugada que le lleve a consolidar su 4T, por lo que sería un Presidente como él mismo ha dicho temer: ¿De qué vale un Presidente sin apoyo popular? Es una hoja seca, un florero… y así AMLO se iría sin tener que llegar a esperar la consulta de revocación de mandato en el 2022.
Pero un tercer supuesto hace igual que la oposición sienta pasos en la azotea, ¿Estará AMLO y Morena lo suficientemente débil en el 2021 como para perder los Congresos?
He ahí el dilema.
Hay jugada, como dice el ex campeón mundial de boxeo César Chávez.
Es por ello, que los detractores de AMLO se apuran, no duermen, buscan incluso apoyo en organizaciones internacionales para debilitar la gestión de AMLO, lo culpan de todo y cuentan con sobrados recursos económicos como para hacerle la vida imposible al Presidente y debilitar su gestión.
Porque como bien lo ha dicho también el ex candidato ciudadano a la presidencia Pedro Ferriz de Con, la oposición perdió el poder político pero no el económico, y cuentan con los recursos necesarios como para acelerar al máximo sus acciones de denostación a todo lo que huela a 4T.
Sin embargo, si bien los MORENOS como partido no han hablado, qué pasará cuando hablen los más de 60 millones de mexicanos pobres y olvidados que hoy por primera vez en muchos años están recibiendo una piscacha del pastel nacional.
Así, aunque para muchos el panorama está muy claro, la verdad es que no lo es.
@frlicona |
